La comisaria europea de Consumo, Vera Jourová, anunció hoy que la Comisión Europea (CE) lanzará en abril una campaña coordinada para analizar los alimentos y garantizar “que todos los productos alimentarios tengan la misma calidad en todos los países de la Unión Europea (UE)”.
“Espero que la industria esté a la altura de sus consumidores y que éstos se nieguen a consumir productos de peor calidad”, afirmó Jourová en una rueda de prensa en Praga junto al presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento checo, Jaroslav Faltynek, según un comunicado.
La CE ya había lanzado en septiembre una serie de recomendaciones a productores y distribuidores de alimentos, con los que Jourová se ha reunido en los últimos meses.
“Jourová ha pedido a la industria que acaben con prácticas innecesarias de diferenciación de la calidad de los productos que no responden a las necesidades del mercado”, explicó la CE en el comunicado, en el que también asegura que algunas compañías “ya han cambiado sus recetas”.
La comisaria europea de Consumo también destacó el hecho de que haya 16 Estados miembros involucrados en la campaña para acabar con esta diferenciación, lo que indicaría, desde su punto de vista, “que no hay una división entre Europa Occidental y Europa del Este”.
“La reforma de la normativa comunitaria de defensa del consumidor, el 'Nuevo Acuerdo para los Consumidores', que lanzaremos en abril también hará más difícil y costoso que las empresas engañen a los consumidores”, aseguró Jourová.
El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, ya había reivindicado en su último discurso sobre el estado de la Unión Europea “la necesidad de equipar a las autoridades nacionales con un mayor poder para combatir estas prácticas”.
“No puedo aceptar que en algunas partes de Europa se venda al consumidor comida de peor calidad que en otras, a pesar de que tanto los envases como el etiquetado sean exactamente iguales”, denunció Juncker.
La CE destinará un millón de euros al Centro de Investigación Conjunto (JRC) para desarrollar la metodología de análisis de estos alimentos y también pondrá a disposición de cada Estado miembro un millón de euros para que éstos puedan financiar estudios y programas de refuerzo de la seguridad alimentaria.