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Calvo se reúne con los grupos en un nuevo intento por rebajar la tensión y encauzar el calendario legislativo

Enésimo intento por rebajar la tensión política. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, comenzará una ronda de conversaciones con todos los grupos parlamentarios, menos con VOX, con intención de reconducir el crispado clima político con el que ha arrancado el nuevo periodo de sesiones en el Congreso de los Diputados. “Los ciudadanos esperan de nosotros otro tipo de comportamiento, sin vetos cruzados ni debates de alta tensión”, aseguran desde el Gobierno.

Calvo tenía previsto arrancar esos contactos este jueves mismo con los portavoces del PSOE y Unidas Podemos, pero el Pleno se ha alargando y le ha obligado a modificar el calendario. La ronda comenzará finalmente el próximo lunes con el PP. También están citados los portavoces de ERC y el resto de grupos que hicieron posible la investidura de Sánchez,. En realidad, el único que quedará fuera de las conversaciones será VOX en tanto en cuanto su líder, Santiago Abascal, se ha negado desde que comenzó la pandemia a contestar las llamadas del presidente del Gobierno, al entender que no tiene nada que hablar con Sánchez ni con su Gabinete, “el peor Ejecutivo de los últimos 80 años”.

La vicepresidenta tratará de encauzar el calendario legislativo y allanar también el terreno para la negociación de los Presupuestos, después de que el pasado martes anunciara tras el Consejo de Ministros reformulará el plan normativo previsto antes de la pandemia. Así, el Gobierno tiene intención de llevar a la Cámara Baja 171 propuestas antes de que termine 2020. De ellas, tres serán leyes orgánicas, 58 entre proyectos de ley y reformas legislativas, y 119 decretos.

Calvo explicó que se trata de un plan “transversal” persigue los objetivos de la coalición, como la reorientación del modelo productivo, la cohesión social, la transición ecológica, la digitalización, la creación de empleo, la fiscalidad progresiva -con impuestos como la Tasa Google o la de las transacciones financieras y también con una normativa más exigente contra el fraude fiscal-, la apuesta por el I+D+I, o la igualdad -el compromiso es que este semestre vea la luz la ley de para la igualdad de las personas LGTBI, que genera conflictos entre los socios del Gobierno-. Además, el Gobierno prevé impulsar en lo que queda del año la reforma del Código Penal para rebajar las penas por sedición, que fue uno de los compromisos de Pedro Sánchez cuando pretendía atraer a ERC para la investidura y que ha retomado ahora en plena negociación presupuestaria, y una ley de Secretos Oficiales, que es una reivindicación histórica del PNV. La vicepresidenta adquirió además el compromiso de que el plan se publique en el Portal de Transparencia en los próximos días, lo que hará posible hacer un seguimiento del grado de cumplimiento del mismo.

La ronda que iniciará Calvo de cara al nuevo curso político coincide, además, con la primera derrota parlamentaria del Gobierno a propósito del decreto ley con el que pretendía permitir a los ayuntamientos invertir una parte de su superávit a cambio de cederlo al Estado. La propuesta del Ministerio de Hacienda contaba con el rechazo de todos los grupos, e incluso alcaldes socialistas lo apoyaron a regañadientes. A pesar de unos cambios de última hora pactados este miércoles con Unidas Podemos para evitar la fractura en el voto de los socios de Gobierno -los comunes estaban en el no-, el Ejecutivo no logrará los votos suficientes para convalidar el decreto. Los partidos han acusado al Gobierno de falta de diálogo y negociación en este asunto, que salió adelante en la Federación Española de Municipios y Provincias gracias al apoyo de los alcaldes socialistas, el voto de calidad de su presidente, Abel Caballero, y la abstención del representante de Unidas Podemos.