Servir cafés y poner comidas en el entorno de la presidencia del Gobierno es una actividad laboral con un riesgo añadido: no cobrar o, en ocasiones, no hacerlo a tiempo. Los más de 30 trabajadores que se dedican a atender las dos cafeterías ubicadas en el complejo presidencial de La Moncloa han decidido poner en marcha un calendario de protestas ante los retrasos en los pagos que la concesionaria del servicio, Dulcinea Nutrición, acumula cada mes. No es la primera vez que tienen problemas; la anterior concesionaria se declaró en concurso de acreedores y les dejó varias nóminas sin pagar.
“Aquí estamos siempre preguntándonos cuándo cobraremos. La gente está desmoralizada”, asegura a eldiario.es un portavoz del comité de empresa. Los trabajadores aseguran que sus problemas vienen de atrás, cuando la concesionaria anterior (Ramiro Jaquete S.A.) entró en concurso de acreedores, abandonando el servicio y dejando las nóminas sin abonar: “No nos pagaron las últimas mensualidades y tuvimos que cobrar del Fogasa [el Fondo de Garantía Salarial del Estado para cubrir este tipo de impagos]. Estamos con la escopeta cargada porque no queremos que nos vuelva a pasar”, asegura uno de los trabajadores.
En julio de 2017, con Mariano Rajoy en la presidencia, Dulcinea Nutrición se hizo con la concesión y se subrogó en los compromisos laborales de la anterior contrata. El acuerdo para el servicio se adjudicó por 2,2 millones de euros y los empleados empezaron a creer que sus problemas ya estaban resueltos. Sin embargo, desde hace varios meses la empresa ha empezado a retrasarse en el pago de las nóminas. “A veces cobramos el día seis, otras veces el siete. En otros centros de la misma empresa la nómina de mayo se ha pagado hoy (18 de junio)”, aseguran desde el comité de empresa. Además, la concesionaria adeuda los pluses pactados con los empleados de mayor edad.
Los problemas para los profesionales que trabajan en servicios de restauración en edificios públicos no son una novedad. En 2013 el Congreso de los Diputados decidió romper relaciones con el grupo Arturo Cantoblanco, tras las denuncias de sus camareros señalando que parte de las nóminas se abonaban en negro. Quien fuera presidente de la patronal madrileña (CEIM) perdió la concesión del Congreso, pese a ser la oferta que recibió la mejor valoración en el concurso resuelto hace ahora seis años.
Los empleados de Dulcinea Nutrición dan más de 300 comidas diarias a los trabajadores de Moncloa. También se encargan de preparar desayunos y servicio de café para las reuniones que los altos cargos realizan en los diferentes despachos.
Durante las celebraciones del Consejo de ministros estos trabajadores atienden la cantina que sirve café y bocadillos a los periodistas que cubren la rueda de prensa y se encargan de que en la mesa que usa la portavoz del Gobierno no falten vasos y una jarra de agua fresca.
Los responsables de la compañía argumentan que no están obligados a pagar las nóminas a principio de mes pero reconocen retrasos en los pagos y califican lo sucedido de “situaciones muy puntuales”. Habla la gerente de la entidad, Vanessa Mancebo: “el convenio de hostelería no fija ningún día concreto para el pago de las nóminas. Hasta donde yo sé no está escrito en ningún sitio que se tenga que pagar en esos primeros cinco días. Si no se ha pagado en los primeros días de mes habrá sido por alguna imposibilidad. La intención de la empresa es pagar en el mínimo plazo posible”.
Aunque la relación laboral de los camareros de Moncloa no es directa con el Gobierno, sus representantes han mantenido “contactos informales” con los responsables de personal del ministerio de Presidencia. “Les informamos de todo. Están al día de cuando cobramos o si no cobramos”, aseguran desde el comité de empresa.
A mediados de marzo uno de los trabajadores afectados usó el formulario de contacto habilitado por Moncloa para que los ciudadanos se dirijan personalmente al presidente del Gobierno. La comunicación se produjo el pasado 13 de marzo y la respuesta llegó el 25 de abril. En esa contestación, el equipo de presidencia agradecía “la confianza depositada” al trasladar a la presidencia del Gobierno su situación laboral. “La hemos leído con atención”, rezaba la respuesta.
El mensaje continuaba así: “Les informamos que hemos dado traslado de su comunicación al departamento correspondiente, para su conocimiento y oportuna valoración. Con nuestros mejores deseos para que su situación se resuelva de forma satisfactoria, les enviamos un afectuoso saludo”.
La empresa, según fuentes de Moncloa, se habría comprometido a liquidar todo lo que debe a los trabajadores en la nómina de este mes.
Mientras tanto, los trabajadores ya han comunicado a Delegación de Gobierno en Madrid su plan de movilizaciones frente a los edificios administrativos de la sede del Gobierno. Se concentrarán todos los lunes y viernes entre las 12 y las 17 horas, frente a la entrada del edificio donde tienen lugar las ruedas de prensa del Consejo de Ministros.
La empresa que sirve en Moncloa, Dulcinea Nutrición, ha vivido otras polémicas en los últimos meses. El programa “¿Te lo vas a comer?”, que presenta Alberto Chicote en La Sexta, abordó el trabajo de esta compañía, tras las quejas de soldados en algunos de los cuarteles en donde sirven las comidas. El programa intentó aclarar la aparición de gusanos en los platos de fideuá, servidos a los soldados del cuartel de Camposoto (Cádiz).
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