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OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Carmen Moraga

17 de agosto de 2020 22:09 h

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Santiago Abascal vuelve de su retiro veraniego dispuesto a materializar el anuncio que hizo en la tribuna del Congreso el pasado 29 de julio: la presentación este mes de septiembre de una moción de censura contra Pedro Sánchez y su Gobierno “criminal” pese a saber ya tras haber escuchado al PP que está abocada al fracaso. Las posibilidades de que Vox se quede solo en la votación son altas tras la negativa del partido de Pablo Casado y de Ciudadanos a apoyarla por considerar que la maniobra, más que perjudicar al líder del PSOE, Pedro Sánchez, va a reforzarlo como presidente. Ante esta situación, Abascal se ha enfrascado este mes de agosto en buscar lo que el llama “candidato de consenso” , “un independiente de prestigio” para presionar al PP y de paso, liberar al propio Abascal del desgaste político que supone salir derrotado en una moción de censura. El dirigente de Vox está pendiente de mantener una conversación con el jefe de la oposición para ver si le convence de la necesitad de aunar fuerzas para acabar con el “gobierno socialcomunista”, y cree que cuenta con más opciones después de que un juzgado haya abierto una investigación contra Podemos en base a una denuncia de un abogado despedido del partido sobre la supuesta financiación irregular del socio del PSOE, de la que de momento no se ha aportado ninguna prueba.

La formación de extrema derecha, que guarda silencio sobre los nombres que baraja para presentar como candidato alternativo a la presidencia del Gobierno, ha elaborado un argumentario interno, al que ha tenido acceso este diario, con las “ideas fuerza” de la moción que todavía no tiene fecha: ni siquiera está registrada en el Congreso.

En el documento interno distribuido entre sus diputados y concejales, la fomación de Abascal explica que “con esta moción de censura, Vox pretende ser un instrumento útil para trabajadores, empresarios, agricultores, afectados por la inmigración ilegal o el movimiento okupa. En definitiva, para los españoles que están hartos y quiere una oposición activa”.

Esos documentos internos -que los diferentes partidos distribuyen para sentar doctrina entre los cargos públicos- insisten en que “el interés de Vox no es liderar esta moción de censura”. “Esto es una moción únicamente contra el gobierno criminal, sin pensar en ningún otro partido. Su único fin es combatir el separatismo, el comunismo, la ruina y las mentiras de Sánchez”. Por ello dejan claro que “ni Santiago Abascal ni nadie de Vox tiene el mínimo interés en liderar un nuevo gobierno”. “El único interés de Vox es servir a España y los españoles, por eso estamos abiertos a acordar con el resto de fuerzas una solución que pase por sacar a Sánchez e Iglesias de Moncloa y devolver la voz al pueblo español”, señala la doctrina del partido.

Los argumentarios también rechazan la lectura que se ha hecho de que es una “moción contra Casado” con el que compite Abascal por el electorado más extremista. “Los grupos políticos y medios clientelares” que afirman eso - dicen- “demuestran que sólo ven la política en clave electoralista”. Vox pide a sus representantes públicos defenderse: “Vox no está en la contienda política para ser los primeros. Estamos en la contienda por España. El PP, como el resto de partidos, deberán decidir si buscan el bien de España o sólo piensan en sus intereses partidistas”. Los de Abascal, de hecho, recuerdan en su documento que “hace meses se ofreció al PP presentarla [moción]”. “Ante su inacción, consideramos que este gobierno no puede estar más tiempo arruinando a los españoles”, así que insisten en que siguen “abiertos a pactar con otros partidos para sacar a Sánchez de Moncloa”.

El argumentario da por hecho el fracaso de la moción pero no por ello los dirigentes de Vox se muestran pesimistas. “Quienes se mueven por estrategias partidistas dirán que los números no dan para que la moción salga adelante. Pero nosotros nos movemos por patriotismo y sabemos, como tantos españoles, que España no puede aguantar más con este gobierno”, afirman para alertar a continuación: “El Congreso tiene 350 diputados y les corresponde a ellos valorar la gravedad de la situación y la necesidad de devolver la voz al pueblo frente a un gobierno que ha traicionado incluso a los suyos”.

“Más vale perder mil veces que ser espectadores pasivos de la ruina. Esta moción no es una estrategia, es una demostración de que hay oposición, alternativa y esperanza para los españoles. Con el único fin de devolver la voz al pueblo español”, sentencian.

Como ha ido explicando el propio Abascal a través de un hilo en su cuenta de Twitter, su partido considera que el Ejecutivo de Sánchez se merece la censura porque es al mismo tiempo responsable de “corromper las instituciones con un estado de excepción encubierto”; de “la gestión más mortal de la pandemia -con casi 50.000 muertos- y más mentirosa del mundo”. Y también de “dejar a miles de españoles sin cobrar aún los ERTE” mientras “señalan como responsables de los rebrotes a los mismos españoles a los que lleva meses tratando como niños, ocultando la realidad y el drama de la pandemia y el fraude de su gestión”.

La formación de extrema derecha desglosa luego en su documento la dura realidad económica que a su juicio ha traído para España la negligente gestión de Sánchez. “La debacle sufrida por la economía española en el segundo trimestre del año, con un descenso interanual del 22,1%, no solo es la mayor de su historia en tiempos de paz, sino que también la sitúa como la más castigada del mundo”, sentencian, alertando de la brusca caída de los sectores primario y secundario que ven “asfixiados”; de la tasa de paro “disparada y de un sector turístico ”en descomposición“.

Ahora creen que se avecinan unos meses muy duros por culpa de “los rebrotes y confinamientos de determinadas zonas del territorio nacional adoptados por los presidentes autonómicos”. Pero también por la “inseguridad” que ven en las calles “a causa de la inmigración ilegal”, por la “entrada ilegal y masiva de inmigrantes en España, traídos por las mafias, en muchos casos contagiados y con riesgo cierto de provocar rebrotes”.

El texto no deja de advertir a todos sus cargos públicos que aunque la moción “se plantea y vota en el Congreso”, “se gana en toda España: ”En esta situación los concejales y diputados provinciales, autonómicos, nacionales y europeos debemos ser conscientes del momento histórico en que nos hallamos, y debemos estar a la altura de las circunstancias, tanto en el plano personal como político“. Y les pide que ”sean muy respetuosos con el sufrimiento de los españoles“ y que lo tengan en cuenta a la hora de ”en sus expresiones en publicaciones personales“.

Para ir calentando motores, los de Abascal anuncian que apoyarán “todas las iniciativas de manifestaciones, concentraciones y actos de reivindicación de grupos sociales que, previsiblemente, se manifestarán en

septiembre contra las políticas del gobierno“, al que aventuran un 'otoño caliente'.

A tal fin, ha dado orden a los coordinadores municipales y autonómicos, de que trasladen e informen al Comité de Acción Política, a través de la Dirección de Política Parlamentaria, de “todas las iniciativas de actos reivindicativos que surjan en los diversos lugares del territorio nacional (aportando información sobre convocantes, motivo, lema y condiciones y precauciones sanitarias del acto), a fin de recabar la autorización para, en cada caso, promoverla, apoyarla y/o asistir oficialmente”. No es la primera vez que lo hacen: Vox ha alentado las caceroladas contra Sánchez y ha promovido concentraciones de protestas en las principales ciudades españoles por su gestión sanitaria de la COVID-19.

Esta moción de censura fue anunciada por el propio Abascal en el ultimo Pleno que celebró la Cámara Baja en el que Sánchez explicó el acuerdo europeo y el reparto de fondos para afrontar las consecuencias de la pandemia. Entonces el líder de la extrema derecha sorprendió a Casado, al que invitó a sumarse a su inesperada propuesta.

El número dos del PP, Teodoro García Egea, fue el encargado de enviar el mensaje a Abascal: “Moción de censura post vacacional para salvar al soldado Sánchez. El PP estará siempre en lo importante: salvar vidas y empleos. No cuenten con nosotros para maniobras de distracción que refuercen al PSOE”. Ciudadanos también la ha rechazado.

En su segunda intervención, Sánchez apremió a Vox y le dijo a Abascal, con retranca: “Si para usted es tan urgente acabar con este Gobierno, ¿por qué espera al mes de septiembre? ¿Qué pasa, que se va de vacaciones?”.

Ahora, además de la fecha del debate, la única incógnita que queda por despejar es si durante estas semanas Abascal habrá logrado convencer a algún “candidato de consenso” para que plasme su nombre en la moción o será al final él mismo el que se sacrifique y la pierda. Como acostumbra a decir: “por España”.