La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha presentado hoy el proyecto “Madrid Puerta Norte”, que sustituye a la última versión de la operación Chamartín y reduce de 17.000 a 4.600 el número de viviendas previstas y a 1,7 millones los metros cuadrados edificables.
La alcaldesa ha presentado hoy el proyecto “Madrid Puerta Norte” en el auditorio del Palacio de Cibeles, en un acto al que no han asistido los promotores de la operación Chamartín -el BBVA y San José-, cuyo plan queda relegado por este nuevo proyecto municipal.
La alcaldesa ha remarcado que la propuesta para el norte de Madrid “no está acabada” y se presenta con “modestia”, “ilusión”, y la intención de escuchar “sugerencias” para resolver la situación del norte de Madrid.
Junto a Manuela Carmena ha presentado el plan el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo, en un acto en el que han estado presentes los concejales de Fuencarral y Chamartín, Guillermo Zapata y Mauricio Valiente, respectivamente, por ser los distritos afectados por la operación.
El nuevo proyecto del Ayuntamiento de Madrid para la zona norte de la capital consta de 1,7 millones de metros cuadrados edificables (antes 3,1) y 1,5 millones de suelo, con 1,05 m2 edificables por cada metro de suelo, con lo que se mantiene la “edificabilidad” respecto a la operación anterior.
De las 4.600 viviendas, 1.000 serán protegidas, y se reservan 255.000 metros cuadrados para dotaciones y equipamientos y 280.000 metros cuadrados para zonas verdes.
El Ayuntamiento pretende comenzar con la mejora del nudo norte en 2017, reformar la estación de Chamartín en 2018 -para lo que necesita el acuerdo del Ministerio de Fomento- y también pretende construir una nueva estación de metro en el distrito de Fuencarral -entre las estaciones de Las Tablas y Montecarmelo- así como abrir nuevas líneas de la EMT para conectar los barrios del norte de la capital.
En total, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena prevé que se creen 128.000 empleos, de ellos 56.000 en el sector comercial, 17.000 en el industrial, y 55.000 en la “actividad económica residencial”.
En la presentación, ni la alcaldesa ni el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible han hecho referencia a los anteriores promotores de la Operación Chamartín, como tampoco han concretado la inversión prevista ni cómo se articulará la participación empresarial en el proyecto.
El Ayuntamiento diferencia la actuación en dos zonas: sur y norte de la M-30.
En una nota de prensa, se explica en cuanto al modelo de gestión que la “posición patrimonial” de las administraciones públicas, propietarias del 82 % del suelo, “conducen a plantear una revisión global en cuanto a la estrategia”, de manera que sea pública la operación al sur de la calle 30 y mayoritariamente privada en el norte.
En el ámbito sur se ubica la estación de Chamartín, con 1.000 viviendas protegidas y una gran área de Actividad y Negocios (que requeriría un consorcio urbanístico con el Gobierno central que está en el aire) ligada a las actuales Cuatro Torres donde se incluyan 408.000 metros cuadrados de oficinas.
En ese centro de negocios cercano a Chamartín, el Ayuntamiento propone dos edificios singulares de 40 plantas cada uno y dos conjuntos para oficinas que podrán contar con edificaciones de hasta 20 plantas, mientras que la altura máxima en el resto de las zonas variará (se permitirán 16 plantas en la zona de Bambú y 12 en las calles Mauricio Legendre y Agustín de Foxa, por ejemplo).
El Ayuntamiento plantea en la zona al norte de la M-30 una intervención fundamentalmente privada para el desarrollo de unas 3.600 viviendas (en edificios por lo general de 5 a 7 plantas) y 720.000 metros cuadrados para actividades terciarias.
Junto a la estación de Fuencarral se plantea la construcción de 4 torres de uso terciario y un máximo de 40 plantas, además de otras 4 residenciales de 20 plantas.
El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, se ha mostrado convencido de que va a existir el acuerdo con el Ministerio de Fomento para llevar adelante esta operación y ha pedido “colaboración” tanto a las administraciones como a los propietarios del suelo para llevar a cabo esta “reforma” necesaria del norte de Madrid “pendiente desde hace más de 20 años”.