El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, no ha dado tregua este miércoles al Gobierno pese a las negociaciones que mantiene con el Ejecutivo para renovar instituciones como el Poder Judicial o RTVE. En el Congreso, el líder del PP ha mantenido un durísimo discurso de ataque al Gabinete de Pedro Sánchez, al que ha acusado de “jalear” la violencia en las calles o de situar “a los albaceas de ETA en la dirección del Estado”. Esas mismas acusaciones las ha lanzado minutos después el líder de Vox, Santiago Abascal: “Solo han traído muerte, ruina, división y ahora violencia”, les ha dicho el líder de la extrema derecha, a los miembros del Ejecutivo.
“Usted lidera el Gobierno más radical y enfrentado de los últimos 40 años, y pide unidad aquí pero no la tiene dentro. Asienta el poder en su pacto con los extremistas, nunca habían mandado tanto quienes quieren destruir España”, le había dicho Casado a Pedro Sánchez después de que este compareciera ante el hemiciclo para explicar la evolución de la pandemia. “Sánchez pacta con los batasunos e independentistas que piden tumbar el régimen del 78, como si pudieran confinar la mayoría constitucionalista en un lazareto social y otro cordón sanitario político”, ha insistido.
Pese a las acusaciones, para Casado “es necesario”, no obstante, “un nuevo comienzo para España, para que las familias recuperen la confianza en el futuro”. Por eso ha defendido su estrategia de “centro” frente al “populismo y el radicalismo” que, según el líder del PP, ha sido alimentado por el Gobierno. “Le dije en su investidura que la tarea que usted y yo debemos compartir es ensanchar el espacio de la moderación y hacerlo tan grande como para que los dos podamos ganar dentro de él”, ha asegurado el líder del PP.
“Yo ya hice mi parte, consciente de su coste a corto plazo, pero convencido de que España necesita un proyecto centrista, europeísta, humanista, constitucionalista y liberal, que muy pronto será mayoritario para volver a superar la recesión económica, la fractura social, generacional y territorial que sufrimos”, ha insistido. “Dejemos atrás las pesadillas para empezar a soñar en la mejor España. El futuro de la Nación está en nuestras manos”, le ha dicho a Sánchez.
Previamente, Casado había insistido en sus acusaciones al Ejecutivo de “mentir” con las cifras de la pandemia o de “ocultar la realidad”, siguiendo la misma estrategia que lleva manteniendo desde que hace un año estallara la emergencia sanitaria. A la propuesta concreta de Sánchez de dar 11.000 millones de euros a los sectores afectados por la pandemia asegurando que “no bastan 11.000 millones, hacen falta 50.000”.
Casado equipara a Sánchez con Zapatero
Frente a las peticiones de unidad y de pacto lanzadas por Sánchez durante su discurso “tras un año de crisis sanitaria, económica y social”, Casado ha equiparado al actual jefe del Ejecutivo con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero que, según el líder del PP, dejó “una división social y territorial” por sus pactos con “batasunos e independentistas” para “tumbar el régimen del 78” como si pudieran “confinar a la mayoría constitucionalista” mediante un “cordón sanitario y político”. “Y en medio de estas dos etapas negras. Mariano Rajoy consiguió evitar la quiebra de España y lo hizo con éxito”, ha concluido.
Esas palabras en alabanza a Rajoy son las primeras que pronuncia Casado reivindicando el pasado de su partido después de que tratara de romper con él tras la debacle del PP en las elecciones catalanas del pasado día 14, en las que obtuvo el resultado de su historia. La derrota fue atribuida por la dirección de los populares a la confesión de Luis Bárcenas sobre la financiación ilegal del PP, conocida en plena campaña, y al inicio del juicio de la caja B, también durante la campaña. “Ese PP ya no existe”, aseguró tras el batacazo Casado, que también anunció la marcha del partido de su histórica sede de la calle Génova de Madrid, cuyas obras pagadas con dinero negro está investigando la justicia.
Casado ha celebrado además la etapa de “éxito y reconciliación” que arrancó en 1975 con la Transición a la democracia y ha señalado que la “concordia” fue posible porque los políticos de entonces no buscaron “la victoria de una mitad de España sobre la otra”. “España se construye contra los que ametrallaron este hemiciclo, contra los terroristas que nos asesinaron durante 40 años y contra los radicales que siembran de violencia hoy nuestras calles, jaleados inaceptablemente por partidos presentes en el Consejo de Ministros”, ha zanjado, recordando el 23F.
“Hace cuatro décadas la concordia fue posible porque la memoria de la historia de nuestro país estuvo presente. Se sabía muy bien cuál había sido la causa de tantos fracasos anteriores: la radicalidad la polarización, el uso arbitrario del poder, la negación del diálogo, el odio al adversario e incluso, la violencia política. En definitiva, el creer que era mejor la victoria de una mitad de España sobre la otra en lugar del encuentro y la convivencia en un espacio común. No fue fácil en 1978 ni lo es en 2021, pero no hay otra fórmula para hacer que esta vieja nación avance”, ha insistido.
Sánchez, a Casado: “La ultraderecha no es ninguna broma”
En su turno de réplica, Sánchez ha apelado a Casado a marcar distancias con la extrema derecha. “Le invito a recorrer juntos el tramo final de esta desgracia”, ha reiterado en su intervención, en la que también ha aludido a la referencia que el jefe de la oposición ha hecho a “ensanchar” el bloque de la centralidad. “Está bien que apele al centro, pero se tiene que hacer con hechos”, ha expresado. “La ultraderecha no es ninguna broma, es una amenaza real para la democracia española”, les ha advertido a Casado e Inés Arrimadas.
El líder del PP, por su parte, durante su segunda intervención ha pedido da Sánchez convoque el debate sobre el estado de la Nación en las próximas semanas. También ha reprochado al jefe del Ejecutivo que haya dicho que el PP utiliza a las víctimas de la pandemia. “No lo podemos tolerar. Todos tenemos familiares afectados”, ha dicho Casado. A renglón seguido, sin embargo, Casado ha vuelto a pedir a Sánchez que aclare el número de fallecidos. “La mejor forma de homenajearlas es reconocer el número de víctimas”, ha zanjado.
Abascal, por su parte, amagaba, además, con presentar otra moción de censura para “ofrecer una segunda oportunidad a la Cámara” y que “algunos diputados puedan redimirse de su gigantesca responsabilidad ante los españoles” en referencia al 'no' de Pablo Casado.