Tratando de aprovechar las reticencias manifestadas por algunos barones del PSOE al apoyo de EH Bildu a los Presupuestos Generales del Gobierno, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha pedido a todos los cargos del partido que azucen esa supuesta división en las filas socialistas en busca de un nuevo caladero de votos, más centrista, que le permita despegar en las encuestas, sobre todo ante la inminente cita electoral catalana del 14 de febrero.
En un argumentario interno difundido por la dirección del PP este lunes, al que ha tenido acceso elDiario.es, el equipo de Casado exige a todos sus dirigentes que empiecen a llamar a la cúpula del PSOE “Partido Sanchista”, para tratar así de crear una brecha con otra supuesta corriente dentro de las filas socialistas, que Casado identifica con “la izquierda patriótica y constitucional”.
Esta última es, según la tesis de los populares, una facción del PSOE que rechaza los pactos del Gobierno con sus socios de investidura, también para sacar adelante las nuevas cuentas que se están tramitando en el Congreso y que se aprobarán, previsiblemente, con una holgada mayoría cercana a los 190 votos: los que suman PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, el PDeCAT, Compromís, Más País, BNG y otras fuerzas minoritarias, como el PRC.
“Vamos a hacer de barrera al sanchismo, al Partido Sanchista, que ha dejado huérfano al socialismo de siempre, a la izquierda patriótica y constitucional, que se rebela contra unos pactos que nos llevan al precipicio”, explica Génova 13 en la consigna enviada este lunes a todos los cargos del partido para que la repitan en sus respectivas comparecencias públicas.
Superar “las diferencias entre izquierda y derecha”
Lo que plantea la dirección del PP a sus dirigentes es que busquen aliados en el PSOE para crear una corriente política, y sobre todo electoral, en contra del Gobierno, que pueda beneficiar a los populares en próximas citas electorales, ante la imposibilidad de crecer por la derecha por la división del conservadurismo en tres partidos: PP, Vox y Ciudadanos. Para el equipo de Casado, “hay que abrir puertas al entendimiento, que superen las diferencias entre izquierda y derecha, y cerrarlas a aquellos movimientos que orbitan en torno al sanchismo y su plan para acabar con el sistema constitucional, que de manera intencionada llaman régimen”.
“El régimen, su régimen, es lo que pretenden instaurar en España”, insiste Génova 13, que prácticamente desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa ha considerado que su Ejecutivo es ilegítimo, incluso tras las generales del 28A y el 10N en las que el PSOE fue primera fuerza y el PP que sin ninguna posibilidad de sumar para conformar un Gobierno alternativo, con los peores resultados de su historia. A raíz de la pandemia que provocó la declaración del estado de alarma, la dirección popular ha tratado de difundir además la idea de que PSOE y Unidas Podemos quieren instaurar una “dictadura” en España.
La nueva tesis de Casado es que la supuesta “deriva” del socialismo español se debe a que “al final, Iglesias se está comiendo al PSOE”. “El PSOE es el partido sanchista, pero hay que decir una cosa: Sánchez es el que lo permite y el que elige con quién quiere pactar”, aseguraba el líder del PP este lunes en una entrevista en Antena 3 en la que denunció que el presidente del Gobierno no le ha devuelto la llamada que él le realizó “hace cinco semanas”.
“Este Gobierno está absolutamente desacreditado ante la opinión pública por una pésima gestión de la pandemia, por una nefasta gestión económica y por su sectarismo en las políticas sociales y educativas, e incluso en los temas de revisionismo histórico, que no es en lo que está España”, añadía Casado, que planteaba como alternativa un proyecto “abierto”, en el que caben también “socialdemócratas desencantados” con Pedro Sánchez junto a liberales, conservadores y democristianos. “Es unir en el centro a todo aquel que lo que quiere es tener un futuro mejor para España”, zanjaba.
En busca del centro
A pesar de los evidentes guiños al centro –como el de la semana pasada, cuando intentó acercarse al feminismo reconociendo por primera vez que la violencia machista es la que sufren las mujeres “por el hecho de serlo”–, Casado afirma ahora que él no quiere “ir al centro para coger votos en el centro” sino que lo que busca es que “los votos estén en el centro porque están polarizando la vida política”.
“No quiero estar en los extremos, no quiero estar con los radicales sino con aquellos a los que no les importan los logotipos ni los clichés ideológicos sino el empleo o la educación”, concluía el mismo Casado que logró que el PP gobernara en comunidades y ayuntamientos gracias al apoyo de la extrema derecha de Vox, con la que mantiene intactos sus acuerdos.
Siguiendo los argumentarios de la cúpula de su partido, la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, también habló este lunes de que“el PSOE ha decidido dejar de ser el Partido Socialista para pasar a ser el partido única y exclusivamente de Pedro Sánchez”. Gamarra agitó, además, el manido “se rompe España” que los populares siempre suelen utilizar contra el Gobierno cuando está en manos de las fuerzas progresistas.
El hecho de que los Presupuestos vayan a ser apoyados por ERC o EH Bildu implica, en opinión de Gamarra, que los españoles lo paguen “a golpe de talonario” y para “romper España”. “Ellos [en alusión al Gobierno] le llaman a esto valentía y sinceramente no conozco mayor cobardía que vender España a trozos por un puñado de votos. No se es valiente cuando se pacta con Bildu y con los independentistas, que han promovido un golpe de Estado hace escasamente dos años”, remachaba.