Para la dirección del Partido Popular de Pablo Casado, el tablero de la política española ya es una guerra de dos contra tres, que cree que le beneficia electoralmente. La pugna del electorado de derechas se limita, a su juicio, a la pelea entre PP y Vox tras dar por amortizado a Ciudadanos ante el resultado de las elecciones en Madrid en las que los populares de Isabel Díaz Ayuso arrasaron –lograron más que duplicar sus resultados y pasaron de 30 escaños a 65, a tan solo cuatro de la mayoría absoluta– absorbiendo a todo el electorado del partido de Inés Arrimadas, que se quedó sin representación. En la izquierda, en cambio, Génova 13 da por hecho que existe ya una batalla entre tres partidos, PSOE, Unidas Podemos y Más País, y confía en que ese esquema se mantenga en los próximos meses.
Fuentes populares insisten así en que Casado podrá lograr la Moncloa en cuanto se convoquen elecciones generales, aunque Pedro Sánchez ya ha dejado claro que su plan es agotar la legislatura y convocar los comicios a finales de 2023 o incluso a principios de 2024.
Valiéndose de las encuestas publicadas tras el 4M –que apuntan a que el PP sería hoy la primera fuerza del país–, la cúpula de Casado confía en que, como sucedió en Madrid con el ascenso de Más Madrid –que sorpasó al PSOE situándose como segunda fuerza–, el apoyo al partido que lidera Íñigo Errejón a nivel estatal también crecerá en los próximos meses. Esto perjudicaría a las formaciones que conforman la coalición del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos que, siempre según los cálculos de los populares, podrían no sumar incluso aunque trataran de pactar con Más País. Todo ello en beneficio de Casado que, llegado el caso, no descarta una alianza de investidura con Vox, aunque espera no necesitar a la extrema derecha.
Tras lo ocurrido en Madrid, el PP asegura que ya se ha producido el primer paso de su ansiada “reconstrucción del centro derecha” en torno al PP –la idea repetida tras su triunfo en las primarias de 2018–, al haber absorbido a todo el electorado de Ciudadanos, formación con la que, pese a la opa hostil lanzada por Casado desde las elecciones catalanas –y que ha supuesto, por el momento, el fichaje de algunos de los dirigentes más relevantes de la dirección de Arrimadas y la connivencia del exlíder del partido, Albert Rivera–, siguen gobernando en coalición en plazas tan importantes como la Junta de Andalucía, Castilla y León o el Ayuntamiento de Madrid.
Cambio de discurso respecto a Vox
Aunque oficialmente Génova 13 niega que vaya a producirse un adelanto electoral en esos lugares, sí hay dirigentes populares que apuntan a esa posibilidad con la que la dirección del PP trataría de aprovechar el tirón de Ayuso. El equipo de Casado considera, en cualquier caso, que en cuanto haya una nueva cita electoral, bien sea en una comunidad autónoma o a nivel estatal, volverá a producirse esa absorción del electorado del partido de Arrimadas en el PP.
El siguiente objetivo de los populares para reintegrar en sus filas los votos fugados en los últimos años es lanzarse a por el electorado de Vox, aunque el equipo de Casado lo ve por el momento complicado por la consolidación del partido de Santiago Abascal en Madrid y en las encuestas a nivel estatal, un fenómeno que atribuyen al clima de “polarización” política de la que culpan, en exclusiva, al Gobierno. Lo que sí produjo la campaña madrileña fue un cambio de discurso respecto a la extrema derecha que por el momento se mantiene evitando entrar en la confrontación directa con Vox como hizo en las catalanas y en la moción de censura que presentó Abascal en octubre contra Sánchez y que fue rechazada también gracias a los votos en contra del PP.
La idea en la que insiste Casado desde el 4M, y que es compartida por los principales barones del PP, es que en España ya se puede hablar de un “cambio de ciclo” político en el que la suya es la fuerza política preferida por los ciudadanos. “Recuperamos todo el voto de Ciudadanos y abrimos una vía de agua en el PSOE”, dijo el líder de los populares un día después de los comicios en Madrid ante la dirección de su partido, presumiendo de haber conseguido en esas elecciones su gran objetivo desde 2018: “Unir en el PP a la mayoría del centro derecha”. “El cambio de ciclo es imparable y los españoles han visto cuál es la alternativa del PP”, insistía Casado este viernes, durante una comparecencia en Zaragoza.
Los mensajes internos que lanza la dirección popular desde la cita con las urnas en Madrid se centran en convencer a todos sus dirigentes de que la victoria de Ayuso –que siempre ha querido mantener un perfil propio respecto al PP nacional, más radical– también fue la de Casado, con el fin de reforzar su hasta ahora débil liderazgo, marcado por las sucesivas derrotas electorales. Y que en cuanto Sánchez convoque unas elecciones generales, el líder de los populares logrará llegar a la Moncloa.
Los argumentarios internos
“Madrid es el kilómetro 0 del cambio en España. Vivimos un punto de inflexión en la política nacional y es que los ciudadanos han decidido unir con sus votos al centro derecha y al constitucionalismo para derrotar a Sánchez. Es posible y hay partido, futuro, esperanza e ilusión. Hay una sociedad que quiere un cambio en España y ha empezado por hacerlo realidad en Madrid”, sostuvo el equipo de Casado en sus argumentarios internos –las consignas que envía cada día a todos los dirigentes del PP para que las repitan en sus declaraciones públicas– remitidos en la semana del 4M.
En los últimos días, las consignas van aún más lejos. “El tiempo de Sánchez ha acabado, como recogen todas las encuestas tras el 4M. Si se celebraran hoy generales, ganaría el PP. El cambio es imparable si la reunificación se consolida y seguimos atrayendo al votante socialista descontento con las mentiras y la gestión ineficiente de Sánchez”, apuntó la dirección del PP en sus argumentarios del pasado lunes. “Estamos preparados para echarnos España a las espaldas cuando Sánchez convoque elecciones. O cambiamos de Gobierno o perdemos el país”, sentenció el equipo de Casado.
La dirección del PP sitúa como estratégica la Convención Nacional que celebrará en otoño “para poner en marcha el partido de cara a las próximas elecciones generales”. “Queremos escuchar a referentes de otros partidos políticos y a expertos que tienen mucho que decir y aportar al proyecto. Se verán nuevas caras y atraeremos talento. Daremos un mensaje a los mercados y a Europa: en 10 Consejos de Ministros podríamos poner a punto España”, apunta Génova 13.
En otro argumentario enviado esta misma semana, el equipo de Casado sentenció: “Somos la alternativa al sanchismo. Los españoles pueden tener la tranquilidad de que cuando sean llamados de nuevo a las urnas contarán con un partido que volverá a crear empleo, bajará impuestos, gobernará para todos y recuperará el prestigio internacional. En tres meses y diez consejos de ministros cambiaremos de arriba abajo nuestro país rescatando a la economía española de políticas nocivas para la prosperidad de los españoles”.