Casado utiliza la lista de las europeas para saldar las cuentas pendientes con quienes le apoyaron en las primarias
La división que generó en el Partido Popular el proceso de primarias del pasado verano en el que resultó vencedor el actual presidente del partido, Pablo Casado, sigue condicionando la vida interna de los populares. Ese proceso ha marcado también la configuración de la candidatura del PP a las elecciones europeas del 26 de mayo que el propio líder presentaba este lunes en Madrid y en la que Casado ha saldado las cuentas pendientes con quienes en julio le encumbraron a la presidencia de los populares.
Entre esos nombres que apoyaron a Casado en las primarias está el de la cabeza de lista y aún portavoz popular en el Congreso, Dolors Montserrat, el del exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo (que va en el séptimo puesto) o el del exministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.
El líder del PP también ha incluido en su candidatura a dirigentes afines al expresidente del Gobierno José María Aznar como el exsecretario general de Presidencia Javier Zarzalejos (sexto puesto de la lista) o la presidenta del think tank conservador, Red Floridablanca, Isabel Benjumea (que irá en el número 10). Casado es así fiel al giro a la derecha emprendido por él nada más llegar al cargo, cuando inició, además, un acercamiento al sector aznarista del partido.
El número dos de la candidatura, Esteban González Pons, no se postuló a favor de Casado en las primarias. Tampoco apoyó abiertamente a su rival interna, Soraya Sáenz de Santamaría, pero ha logrado mantenerse en el escaño en Estrasburgo como número dos de la candidatura. A pesar de que es el mismo puesto que ocupó en 2014, González Pons, que ha sido el portavoz del PP estos cinco años tras el salto de Miguel Arias Cañete a la Comisión Europea, aspiraba esta vez a ser el cabeza de cartel.
Como número cuatro Casado ha situado al presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, que si bien durante la campaña de las primarias se mantuvo ambiguo tras apoyar en la primera ronda a María Dolores de Cospedal y evitó respaldar directamente al líder del PP o a su rival interna, Soraya Sáenz de Santamaría, se alineó rápidamente con los postulados de la nueva dirección, mostrándose, por ejemplo, partidario de llegar a acuerdos con Vox.
Garrido esperaba ser el candidato para Madrid, pero Casado escogió finalmente para ese puesto a Isabel Díaz Ayuso. Ahora el presidente de los populares le compensa con ese puesto en la candidatura de las europeas.
Sorpresa en las filas populares
La elección de Montserrat como cabeza de lista pillaba por sorpresa a varios dirigentes populares que incluso a primera hora de este lunes se mostraban convencidos de que el candidato de Casado para las europeas iba a ser el actual portavoz en el Europarlamento, Esteban González Pons.
La opción escogida finalmente por el líder de los populares extrañaba en las filas del PP porque su papel como portavoz del partido en el Congreso en los últimos meses ha sido abiertamente cuestionado a nivel interno y externo por sus polémicas intervenciones en las sesiones de control al Gobierno y en sus cara a cara con la vicepresidenta, Carmen Calvo.
Una de las participaciones más controvertidas de Montserrat en la Cámara Baja sucedió en octubre, cuando en una pregunta parlamentaria a Calvo mezcló prostitución, Waterloo, la Luna y las herriko tabernas para criticar al Ejecutivo socialista. “La echaremos de menos en las sesiones de control”, ha ironizado el ministro socialista José Luis Ábalos.
Dirigentes populares consultados por eldiario.es aseguran desde hace meses que la portavoz en el Congreso sigue en su puesto porque su nombramiento fue una imposición de María Dolores de Cospedal –Montserrat fue la jefa de campaña de la exnúmero dos en la primera vuelta de las primarias– por el apoyo que le dio la exministra a Casado en la segunda fase del proceso que vivió el partido tras la dimisión de Mariano Rajoy.
De Andalucía a Europa
El caso de Zoido es similar. El exministro del Interior respaldó a Cospedal en la primera vuelta y después de que ésta quedara eliminada en la votación de los afiliados el también exalcalde de Sevilla se desvivió por la candidatura de Casado. Cuando éste ganó, Zoido se convirtió en uno de sus principales escuderos al que nombró presidente del Comité electoral.
Su apoyo quedó reflejado durante la campaña de las andaluzas de diciembre. De hecho, Génova impuso a Zoido como cabeza de lista por Sevilla para esos comicios con el objetivo de controlar el PP andaluz tras la hipotética dimisión de Juan Manuel Moreno Bonilla por los malos resultados que el partido esperaba para el 2D.
El hoy candidato para las europeas estaba destinado a ser el presidente de la gestora que Casado pretendía crear en el PP de Andalucía tras las elecciones. De hecho, el también exalcalde sevillano pasó la noche electoral en Madrid, a 500 kilómetros de su circunscripción electoral, donde según dirigentes del PP pensaba iniciar las gestiones para dirigir a los populares andaluces tras encajar la derrota en las urnas.
Tras los inesperados resultados que permitieron a Moreno Bonilla convertirse en el primer presidente popular de la Junta de Andalucía tras 36 años de hegemonía socialista, Zoido renunció a recoger su acta de diputado autonómico. Ahora Casado premia su fidelidad con su inclusión en la candidatura europea, uno de los destinos soñados por los políticos de todos los partidos.
La 'cuota' de Aznar
Margallo es otro de los elegidos por el líder del PP para la lista de las elecciones europeas. El exministro compitió contra Casado en la primera vuelta de las primarias y tras quedar eliminado (fue el cuarto más votado por los afiliados y solo se clasificaban los dos primeros) se alineó con el actual líder de los populares para hacer frente a su enemiga interna, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Ahora ve compensado ese apoyo con uno de los puestos de salida para las europeas –las últimas proyecciones de la Eurocámara dan al PP 13 escaños–.
Aznar se lleva también su cuota en la candidatura. Casado ha incluido a la mano derecha del expresidente en la Fundación FAES, Javier Zarzalejos, en el sexto lugar de su lista. Tras ser uno de los hombres fuertes de Aznar en la Moncloa, el bilbaíno ejerce de secretario general de la fundación conservadora desde hace siete años.
Isabel Benjumea es también cercana al exmandatario y hace unos años fundó la Red Floridablanca, una organización que se define como “liberal conservadora” y está centrada en el análisis, el debate y la reflexión de la realidad y la actualidad política española.
Benjumea, que había sido becaria de FAES, fue muy crítica con la línea política de Rajoy al frente del PP. Consideraba que bajo su mandato el partido no tenía “un discurso claro y coherente”. “No hay un proyecto que entusiasme y conecte con lo más importante para ti, que es tu base. Es el valor más importante de un partido, sus militantes”, apuntaba en 2016 en una entrevista con este diario.