Casado no logra la unidad de las comunidades del PP en su frente contra el Gobierno por la gestión de la pandemia en Madrid

Iñigo Aduriz

30 de septiembre de 2020 21:06 h

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El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, que trata de desgastar al Gobierno por su gestión de la pandemia y al que ahora acusa además de perpetrar una “degradación institucional” desde la Moncloa, no logró este miércoles que todas las comunidades autónomas gobernadas por su partido se sumaran a su plan de ataque al Ejecutivo. La dirección popular trata de torpedear todas las decisiones del equipo de Pedro Sánchez para hacer frente a la segunda oleada de la COVID-19, que tiene como epicentro a la Comunidad de Madrid, la región cuyas políticas el líder del PP ponía hasta ahora como “ejemplo” de lo que haría él en toda España en el caso de llegar a la Moncloa.

En el Consejo Interterritorial de Salud, que reunió este miércoles al Ministerio de Sanidad con los consejeros del ramo de cada una de las autonomías, Castilla y León –región gobernada en coalición por PP y Ciudadanos– rompió esa unidad de acción que buscaba Casado y se descolgó del rechazo del resto de las comunidades dirigidas por los populares a la propuesta del Ministerio de Sanidad, que implica cerrar Madrid y otras ciudades de incidencia superior a 500 casos por 100.000 habitantes.

Así, la consejera castellano leonesa, Verónica Casado (que forma parte de la cuota de Ciudadanos en el Gobierno autonómico), votó a favor, junto a las comunidades socialistas, la vasca –de PNV y PSE– y la cántabra –PRC más PSOE– en una decisión que, según fuentes del Ejecutivo autonómico, había sido acordada por PP y Ciudadanos, los dos socios al frente de la Junta, informa Laura Cornejo. Junto a las comunidades populares, Catalunya fue la otra comunidad que votó en contra.

El texto, que establece unos criterios homogéneos en toda España para decidir cuándo se deben adoptar restricciones o confinamientos en ciudades de más de 100.000 habitantes, había sido acordado el martes con la Comunidad de Madrid que, sin embargo, finalmente dinamitó su propio acuerdo, alegando que eran necesarias más criterios técnicos. También votaron en contra Andalucía, Galicia y Ceuta, todas ellas gobernadas por el PP –en el caso de las comunidades madrileña y andaluza, en coalición con Ciudadanos y con el apoyo de Vox–.

Casado pidió el lunes un “marco legal nacional”

La postura de la mayoría de las comunidades populares choca con la posición mantenida hasta el martes por Madrid, pero también con la del propio Casado, que el lunes, durante una entrevista en Onda Cero, había pedido al Gobierno que coordinara una respuesta general para toda España, con un “marco legal nacional”, que es exactamente lo que se realizó en el Consejo Interterritorial aprobando la propuesta del Ejecutivo con el apoyo de todas las comunidades autónomas excepto las cuatro del PP antes citadas y Catalunya.

“El criterio epidemiológico tiene que ser objetivo para toda España, con bases científicas”, aseguró Casado el lunes, cuando también subrayó que la pandemia no es un problema “únicamente de Madrid sino de toda España”, porque, según recalcó, “de las diez regiones europeas con mayor índice de contagios, nueve son españolas”.

Ante el Consejo Interterritorial de este miércoles la dirección del PP explicó a elDiario.es que no había dado una directriz a sus comunidades autónomas para intentar tumbar el plan del Ejecutivo, si bien las regiones con mayor peso político –Madrid, Galicia y Andalucía– sí hicieron frente común contra las propuestas del ministro de Sanidad, Salvador Illa. “No ha habido ninguna instrucción de Génova. Nuestras comunidades autónomas se han basado el criterio de técnicos en epidemiología y Salud pública. De hecho, lo que se ha reclamado es que prevalezcan criterios científicos y objetivos”, explican desde la cúpula popular.

Tras una “confusión” inicial por una supuesta abstención de la que el Gobierno autonómico culpa a Illa, Murcia, que mantiene confinadas varias localidades con una incidencia de los contagios menor que la madrileña, trató de dejar claro después de la reunión su voto en contra de las iniciativas de Sanidad, informa Santiago Cabrera. El Ejecutivo autonómico considera que “son necesarios más criterios técnicos para responder ante situaciones de especial riesgo por transmisión no controlada de infecciones por el Covid19”, según explicó a última hora de la tarde el consejero de Salud de la comunidad, Manuel Villegas, en unas declaraciones recogidas por la agencia Efe.

Como Murcia, el Gobierno andaluz tampoco reconoció que su voto en contra fuese determinado por la dirección de Casado ni por la postura de Madrid. Según explicaron fuentes del Ejecutivo que preside Juan Manuel Moreno Bonilla, su consejero rechazó las propuestas de Sanidad “siguiendo el criterio del comité andaluz de expertos”. La comunidad pidió criterios comunes para toda España, “pero basados en indicadores clínicos objetivos y no teniendo en cuenta sólo tres indicadores escogidos de manera arbitraria”, sino mirando “factores determinantes” como la densidad de población o la transmisión epidemiológica, informa Dani Cela.

Las contradicciones de la Xunta gallega

Argumentos similares fueron los esgrimidos por Galicia y Ceuta, según explicaron a este diario fuentes del PP. Sin embargo, la postura de la Xunta en el Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles por la tarde chocó con la mantenida apenas unas horas antes por el vicepresidente de la Xunta gallega, Alfonso Rueda, que había celebrado el acuerdo entre el Gobierno y Madrid. “Nosotros siempre reclamamos coordinación y que hubiese ciertos criterios generales”, señalaba el vicepresidente en rueda de prensa, además de reclamar “más implicación del Gobierno de España”, ya que “esto no es una guerra de las comunidades por su cuenta”, informa Europa Press.

Al igual que lo sucedido durante la primera ola, en la que Casado llegó a acusar al Gobierno de provocar contagios y de ocultar la “cifra real” de fallecidos por la pandemia, el líder del PP lleva semanas tratando de responsabilizar en exclusiva al Ejecutivo de la situación que vive la Comunidad de Madrid, la región insigne de la dirección de los populares, para la que el propio presidente del PP eligió a una persona de su máxima confianza, la actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a la que ahora trata de blindar de las críticas por su polémica gestión de la emergencia sanitaria.

Con ella compartió mesa este mismo miércoles durante la reunión de la Junta Directiva Autonómica de Madrid que se celebró al mismo tiempo que el Consejo Interterritorial de Salud en el que las principales comunidades populares, incluida la madrileña, trataron de volar todos los puentes de acuerdo con el Gobierno, en un confuso gesto con el que Génova 13 trata de escurrir el bulto de su responsabilidad por la situación que vive la autonomía gobernada por Ayuso.

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