La dirección del Partido Popular de Pablo Casado ha pedido a todos los cargos de la formación conservadora que defiendan que los indultos a los presos del procés que aprobará este martes el Gobierno están al margen de la ley y de la Constitución. Son unos argumentos falsos, ya que esos perdones se ajustan tanto a la normativa vigente sobre esa medida de gracia, que se aprobó en 1870, como a la propia Carta Magna de 1978.
En el argumentario interno –consignas que Génova 13 remite cada mañana a todos los dirigentes del PP para que las repitan en sus comparecencias públicas– enviado este lunes a los cargos populares de todo el país, al que tuvo acceso elDiario.es, el equipo de Casado sostiene que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “está desmontando el estado de derecho para seguir en el poder”. Según su teoría, con la concesión de los indultos a los dirigentes independentistas condenados por el Tribunal Supremo, el jefe del Ejecutivo “está traicionando a los españoles al no cumplir con su juramento de defensa de la Constitución”.
En realidad, la Carta Magna recoge una referencia explícita a los indultos y señala que “corresponde al rey”, en función de la decisión que adopte el Gobierno, “ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales”. La ley del indulto ahora en vigor establece que “la concesión de los indultos, cualquiera que sea su clase, se hará en decreto motivado y acordado en Consejo de Ministros”. Es decir, que lo que hará este martes el Gobierno no es solo plenamente legal sino que está avalado por la propia Constitución.
Casado y su equipo van más allá, y sostienen que el Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos busca con todo ello un “cambio de régimen” para construir una suerte de país autoritario en el que quede anulado el papel de la oposición. “Quien ha enfrentado democracia a ley ha acabado creando los regímenes más terribles de la historia de la humanidad”, apuntaban este lunes.
Su argumento para justificar semejante acusación contra el Ejecutivo –que el PP ha repetido en otras ocasiones desde que se formó el Gobierno, al que siempre ha considerado ilegítimo– es que “el Gobierno pretende modificar la legislación que se ha demostrado eficaz para luchar contra los que atentaron contra la Constitución y que volverán a reincidir: la rebaja del delito de sedición, la derogación de los instrumentos del Constitucional para la ejecución de sus sentencias y permitir el referéndum de autodeterminación”.
Sánchez, “suicida” y “destructivo”
Este lunes, tan solo unos minutos después de que Sánchez confirmara que los indultos se aprobarán en el Consejo de Ministros de este martes, Casado verbalizó públicamente todas estas acusaciones en un durísimo discurso ante los diputados y senadores de su partido. El líder del PP aseguró que Sánchez tiene una “agenda extravagante y suicida” para España o que es “el político menos fiable y más destructivo” de la democracia.
“El PSOE, Podemos y los nacionalistas no están intentando hacer el Gobierno que pueden, están intentando hacer el régimen que quieren, un régimen sin espacio para una alternativa con una crisis inducida por la izquierda y los separatistas sobre el propio sistema político e institucional. El problema de España no es que falte democracia, es que se negocia con aquellos que atentan contra la democracia. Lo que pasa en Catalunya se utiliza ahora como coartada para un cambio de régimen. Es decir, la deslealtad hacia el sistema se eleva a argumento contra el sistema y contra quienes lo defendemos, y no contra el desleal”, sostuvo Casado.
Sánchez, en su opinión, “no está intentando aprovechar una oportunidad histórica para arreglar un problema nacional”, sino que utiliza el proceso independentista “causado por el supremacismo de sus socios y el apaciguamiento del PSOE para dar continuidad a su proyecto de cambio de régimen”. “Y para ello destruye las bases de nuestro sistema de convivencia y desarma al Estado con varias iniciativas letales para el futuro de España”, lamentaba. El Gobierno, añadía en alusión a los indultos, emplea “una medida de gracia para dar un golpe de gracia a la legalidad, pervirtiendo la figura del indulto para concederlo por primera vez a quien no lo solicita, se arrepiente y amenaza con reincidir”.
Para Casado los indultos no solo van a aportar soluciones a Catalunya sino que “blindan un segundo procés manteniendo las estructuras irregulares de la Generalitat, el adoctrinamiento educativo y la propaganda de los medios públicos”. A renglón seguido, insistía en que los perdones suponen “un desacato a la legalidad”, a pesar de ser plenamente legales.
Un plan para acabar con el PP
Todo se debe a un plan que, según el líder del PP, busca en realidad acabar con su partido. Se trata de un argumento que ya utilizó en el pasado. En diciembre, Casado llegó a equipararse a la oposición venezolana, cuyos dirigentes están encarcelados o han tenido que marcharse al exilio.
Ahora, el máximo jefe de los populares cree que los indultos también buscan hacer desaparecer al PP, el único garante, según él, ya no solo de la unidad del país sino de su propia existencia. Este lunes lo explicó con las siguientes palabras: “Los nacionalistas quieren que España y lo que representa deje de existir. Sánchez quiere que el PP y lo que representamos deje de existir. Los nacionalistas necesitan a Sánchez para que España deje de existir, y Sánchez necesita a los nacionalistas para que el PP deje de existir. Ese es el pacto de los indultos trampa. Punto. Por eso, que el PP se mantenga en su sitio y que gane las próximas elecciones es indispensable para la continuidad histórica de España”.
Pese a la dureza de sus mensajes, Casado no hizo mención en su discurso a la ofensiva que puso en marcha su propio partido hace ya tres semanas, que es calcada a la que activó el PP en 2006 contra el Estatut y que, a diferencia de esa, ya se ha visto agotada porque no ha logrado los objetivos buscados por Génova 13. El líder de los populares ni siquiera mencionó la recogida de firmas lanzada por su dirección el pasado día 1 y que ha pinchado al obtener en dos semanas solo 300.000 rúbricas, 500.000 menos que las logradas en 2006 contra el Estatut en solo siete días.
Este lunes, a pesar de conocer la fecha exacta de la aprobación de los indultos, Casado tampoco hizo un llamamiento expreso a la ciudadanía para que se movilice en las calles contra esos perdones. No hubo mención alguna a concentraciones y manifestaciones una semana después del fiasco de la protesta de la Plaza de Colón en la que hubo menos asistentes que en otras convocatorias de las derechas y que estuvo hegemonizada por Vox, quedando el propio líder del PP relegado a un segundo plano –ni siquiera se acercó al centro de la plaza–, siendo abucheado por algunos de los manifestantes y viéndose eclipsado, también, por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que sí fue jaleada por el público.
Sin menciones a la ofensiva
No hubo además alusiones a los recursos ante los tribunales anunciados por el PP contra los indultos, después de que dos sectores tradicionalmente afines, como el de los empresarios y el de la Iglesia Católica, salieran la semana pasada a apoyar los perdones a los presos del procés dejando completamente solo al líder de los populares en la que iba a ser su estrategia estrella para hacer caer al Gobierno de Sánchez. Ni tampoco a las iniciativas presentadas por el partido en parlamentos autonómicos y en el Congreso con el fin de poner en evidencia supuestas discrepancias internas en el PSOE sobre los indultos. Las mociones en las distintas comunidades fueron rechazadas sin fisuras por los socialistas de cada territorio, y la Cámara Baja tumbó la semana pasada una proposición no de ley del PP contra esas medidas de gracia, por el 'no' de los partidos en el Gobierno y sus socios.
Fuentes de la dirección nacional de los populares consultadas por este diario argumentan que el de este lunes era un “discurso político de calado” y que por eso no se hizo mención a los recursos y demás iniciativas de su particular ofensiva. Pero algunos dirigentes del PP reconocen ya en privado que la batalla contra los indultos no les está saliendo del todo bien y menos de cara al electorado catalán, donde el partido de Casado quedó el pasado febrero relegado como una fuerza prácticamente residual, con solo tres de 135 escaños en el Parlament.
Génova 13 insiste, en cualquier caso, que Casado pronunció este lunes un “discurso de Estado, firme y contundente”. “El PP está al lado de los españoles, en la defensa de la igualdad de todos y la concordia en el marco de la Constitución”, concluyen en el cuartel general del partido, sin mencionar que es esa misma Carta Magna la que reconoce la posibilidad de conceder los indultos.
En la tarde de este martes el PP lanzó una campaña en redes contra Sánchez bajo el hashtag #SánchezNoCatalunyaSí para, tirando de hemeroteca, poner en evidencia las contradicciones del jefe del Ejecutivo entre lo que dijo en el pasado en contra de los indultos y la decisión de este martes.