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Casado pone como ejemplo una supuesta rebaja fiscal alemana de Scholz que por ahora no existe

Aitor Riveiro

19 de enero de 2022 17:30 h

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“Me siento más identificado con el canciller alemán que con el líder del PSOE (...) por decir a los alemanes que hay que bajar los impuestos”. La frase fue pronunciada por Pablo Casado este martes ante los principales empresarios del sector turístico español, un día después de que el jefe de Gobierno alemán, Olaf Scholz, visitara al presidente español, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa. El líder del PP intentaba así establecer un paralelismo entre una de sus principales propuestas económicas, una rebaja fiscal de 10.000 millones de euros, y las supuestas políticas del canciller. El problema es que el plan alemán para reducir 30.000 millones en impuestos no es tal, al menos de momento. La bajada de 30.000 millones de euros de impuestos es, por ahora, una propuesta del ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner. De hecho, Scholz se pronunció en contra en campaña.

El Gobierno alemán es un tripartito con el SPD a la cabeza como el partido más votado en las elecciones de septiembre de 2021. Los Verdes, tercera fuerza en las urnas, ostentan la vicecancillería, además del Ministerio de Economía. Y los liberales del FDP, que fueron la cuarta opción más votada, se hicieron con Finanzas. Tras una larga negociación acordaron un programa de gobierno en el que no se establece una rebaja concreta de impuestos, hasta el punto de que el capítulo sobre la política fiscal arranca con una declaración a favor de los “impuestos justos” como base para sostener la acción del Estado.

El acuerdo sí plantea una política fiscal para favorecer la economía en plena crisis del coronavirus que podría incluir reformar algunos impuestos, y habla de “eliminar la doble imposición” en el sistema de pensiones, además de otras propuestas en materia fiscal. Pero no se fija ninguna cifra ni se concretan plazos.

A principios de 2022, Lindner concedió una entrevista al diario Bild en el que anunció que su idea es plantear una rebaja fiscal de hasta 30.000 millones a lo largo de la legislatura que incluía, por ejemplo, sacar de la factura de la luz la parte destinada a sufragar la transición hacia un sistema eléctrico renovable. En España el Gobierno también ha reducido la carga fiscal que pagan los consumidores en su recibo.

De momento, el plan no pasa de ser la propuesta del ministro de Finanzas y presidente del FDP. El Presupuesto de 2022 ya está cerrado, por lo que su implementación no llegaría al menos hasta el año que viene. De hecho, el líder liberal habla en la entrevista de que está preparando un “borrador” de su proyecto de presupuestos.

El hoy canciller se mostró durante la campaña electoral contrario a una rebaja fiscal. “Es inmoral”, dijo el que fuera ministro de Finanzas durante el último Gobierno de Ángela Merkel. De hecho, Scholz señaló que una reducción de ese montante supondría recortes en el estado del bienestar, cuando el eje central de su campaña pasa por aumentar el salario mínimo en Alemania. Una propuesta que sí forma parte del acuerdo de gobierno del tripartito.

En lo que sí parecen estar de acuerdo Scholz y Casado es en un horizonte para recuperar las reglas fiscales europeas, es decir, para contener el gasto público y reestablecer la austeridad que se impuso en la crisis económica provocada por el crash financiero de 2008. Pedro Sánchez, como Emmanuel Macron (Francia) o Mario Draghi (Italia), plantean que se haga de forma paulatina, mientras los países del norte, como Casado, prefieren acelerar el proceso.