La batalla que libra el PP con Ciudadanos y Vox por el electorado más conservador, la fragmentación del voto de centro derecha en las elecciones andaluzas –una tendencia que aventuran también todas las encuestas a nivel estatal– y la pretensión de Pablo Casado de ejercer de líder de ese espacio ideológico han obligado a la dirección de los populares a reformular la Convención Nacional que tendrá lugar en Madrid el próximo fin de semana.
Génova ha decidido llevar al cónclave algunos de los asuntos que están marcando la pugna con las formaciones que presiden Albert Rivera y Santiago Abascal, como el endurecimiento de las posiciones contra la inmigración o el debate sobre el feminismo y el tratamiento de la violencia machista. Todos ellos son temas en los que sobre todo a raíz de las negociaciones en Andalucía –que finalmente le han permitido formar gobierno en la comunidad con la ayuda de Ciudadanos y Vox y camuflar así la pérdida de más de 300.000 votos–, los populares han adoptado posiciones cercanas a la extrema derecha.
La imagen y el lema escogidos por el PP para la Convención Nacional también suponen evidentes guiños del partido al electorado más conservador que en los últimos meses haya podido marcharse a formaciones como Vox. Para el cónclave, el partido ha acuñado un nuevo logo que incorpora a la palabra Populares acompañada de un charrán con forma de corazón con los colores de la bandera española. El texto elegido es “España en libertad”, un claro señuelo patriótico acompañado de la apuesta de Casado por el liberalismo más radical.
En la Convención Nacional de este fin de semana el PP pretende culminar la renovación ideológica del partido y cerrar así la transformación que se inició en julio con la sucesión de Mariano Rajoy y el triunfo de Casado en las primarias. En la cita los populares elaborarán un documento político que servirá de base para los programas electorales de los comicios del mes de mayo.
Víctimas del terrorismo y Ley de Concordia
Habrá mesas específicas sobre algunos de los asuntos que están marcando el giro a la derecha emprendido por el PP tras el triunfo de Casado. Se hablará sobre el Estado y la vigencia de la Constitución “40 años después”; el Estado de las Autonomías; la despoblación y los problemas que conlleva; el apoyo a las víctimas del terrorismo; Europa y el Brexit; la violencia de género; o la Ley de Concordia que prepara el PP en sustitución de la Ley de Memoria Histórica, entre otros, según anunciaba este lunes en rueda de prensa la vicesecretaria de Comunicación de los populares, Marta González.
La obsesión de Casado es salir del cónclave como el partido referente del “centro derecha español”, de forma que en el ciclo electoral que se abrirá en las elecciones autonómicas, municipales y europeas de mayo el PP logre ampliar su diferencia respecto a Ciudadanos y Vox y, en todo caso, sea la fuerza “hegemónica” capaz de pilotar pactos como el de Andalucía en todas aquellas comunidades y ayuntamientos en los que los tres partidos sumen para impedir que gobierne la izquierda.
El líder de los populares busca para ello trasladar una imagen de unidad en la Convención Nacional del fin de semana, sobre todo después de que en las últimas semanas quedaran de manifiesto las discrepancias internas por las cesiones que la dirección del PP ha realizado a Vox y el cambio de discurso en materias tan sensibles como la violencia machista que ha llevado a los líderes del partido a equipararla con la violencia doméstica como hace la formación de Santiago Abascal.
Casado ha logrado que los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy atiendan su invitación y acudan al cónclave. Lo que aún no tiene claro la dirección nacional del PP es si ambos exmandatarios cuya relación se rompió hace años por las discrepancias y continuas críticas de Aznar hacia la gestión del partido que realizó su sucesor –tras haberlo señalado con su dedo– Rajoy, accederán a realizarse la foto de la paz y de la unidad junto al líder de los populares, tal y como pretende Génova.
“Recuperar la ilusión”
Este lunes el líder del PP insistía en que su partido está “preparado para volver a recuperar la ilusión de los españoles”. “Ahora podemos gobernar en aquellos lugares donde ganamos, pero no nos dejaron gobernar, porque ahora podemos dialogar con más partidos”, aseguraba en una entrevista en la Cadena Cope en alusión a los acuerdos logrados con Ciudadanos y Vox en Andalucía.
“Estamos preparados también para asumir el reto sobre nuestros hombros de reconstruir aquellos pedazos que nos han dejado, donde las alianzas supuestas de progresistas machacaron el futuro de sus vecinos. Y estamos preparados para devolver una España de futuro, libre y con la prosperidad que siempre deja el PP”, añadía. El suyo es, a su juicio, un partido “cuyas raíces y tronco son fuertes” y no necesita travestirse para estar en el centro a ojos de todos“Por eso ha advertido que ”lo que ha pasado en Andalucía es lo que va a pasar en muchos sitios“.
El líder del PP lleva semanas considerando que es necesario que el partido se abra y atraiga a la sociedad civil, que “reconecte con la España de los balcones” a la que se dirigió solo unos segundos después de ser nombrado sucesor de Rajoy y que recuerde a aquellos que se plantean votar algo desconocido, que no se sabe “dónde va a parar ese voto”. La Convención Nacional será solo el primer paso de esa “reconexión” del PP con la sociedad española, según defendían este lunes fuentes de la dirección nacional del partido.