El ministro español de Justicia, Rafael Catalá, descartó hoy cambios en el régimen penitenciario de los presos de ETA tras el comunicado de la banda terrorista emitido ayer y que ha sido interpretado como un anuncio anticipado de su disolución.
Preguntado por si habría cambios para esos presos si finalmente se confirma la disolución, Catalá descartó modificaciones en la situación de los reclusos, recordó que “hay mucho trabajo que hacer antes de poner el foco en los beneficios penitenciarios de quien tanto dolor ha causado”, y concretamente se refirió a “la resolución de casos judiciales pendientes”.
El ministro, que se encuentra en Marrakech invitado por el gobierno marroquí para participar en un foro sobre la independencia judicial, expresó su deseo de que “ojalá se produzca ese final: la entrega de las armas, la desaparición y la finalización de esta página negra de nuestra historia”.
Solo entonces -reflexionó- “se podrán replantear algunas cuestiones”, pero añadió que ahora mismo, “el respeto a nuestra historia común, a nuestra democracia, a nuestras libertades, a las víctimas (...) exigen que no haya planteamientos de beneficios”.
Eventuales cambios en la política penitenciaria -añadió- supondrían “ventajas a aquellos que han incumplido gravemente las reglas de convivencia, que tanto daño han causado y que han cometido delitos gravísimos”.
Insistió en que el compromiso del Gobierno “tiene que ser en primer lugar con las víctimas”, y en consecuencia “cualquier escenario de modificación de la política penitenciaria yo creo que está muy alejado”, zanjó.