Se acabó la consigna repetida en numerosas ocasiones por la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de que el Ejecutivo “respeta las decisiones judiciales”. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha cambiado este viernes ese “respeto” por la expresión de “sorpresa”, causada por la decisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz de archivar por segunda vez la causa contra el concejal de Madrid Guillermo Zapata en relación al contenido de unos tuits de hace cuatro años.
Y no se ha quedado ahí. Catalá ha insinuado que el juez Pedraz carece de “sensibilidad” con las víctimas del terrorismo, a diferencia del Ejecutivo. “La sensibilidad del Gobierno hacia las víctimas y nuestra cercanía es completa y por eso cuando en un caso como éste se antepone lo que se denomina la libertad de expresión a la protección a las víctimas, lo recibimos con un cierta sorpresa”, ha dicho el ministro en una entrevista a RNE.
Pedraz dictó el jueves el archivo de la causa contra Zapata al entender que no había voluntad en el concejal de humillar a las víctimas del terrorismo y enmarca sus chistes entrecomillados en el “derecho a la expresión en términos de debate”.
El ministro de Justicia ha animado a continuación a la Fiscalía y a la asociación Dignidad y Justicia, que presentó la querella, a recurrir la decisión de Pedraz ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Para el ministro de Justicia, se trata de “una decisión jurisdiccional y por lo tanto hay que acatarla, pero existen los mecanismos de recurso y tanto la Fiscalía como las partes pueden impugnar esa resolución e intentar conseguir un análisis en el que se valore más los derechos de las víctimas que la libertad de expresión”.
“El procedimiento”, según Catalá
Durante la entrevista en RNE, Catalá ha sido preguntado por una supuesta queja de Dignidad y Justicia acerca de la publicación en la cuenta de Twitter de Pedraz del auto íntegro de archivo. El ministro ha respondido: “No es el procedimiento normal de funcionamiento y, si así ha sido, seguramente el Consejo General del Poder Judicial podrá estudiar ese comportamiento y en su caso aplicar las medidas disciplinarias que correspondan”.
Horas después, Pedraz ha respondido en Twitter negando que las partes no hubieran recibido la notificación del auto antes de que él distribuyera en su cuenta un enlace que llevaba al texto de su decisión.
Esta mañana no constaba en el Consejo General del Poder Judicial queja alguna por este asunto, confirmaron a eldiario.es fuentes deL órgano de gobierno de los jueces. En cualquier caso, Pedraz tuiteó el auto a las 14:05, exactamente quince minutos después de que el gabinete de prensa de la Audiencia Nacional lo hubiera difundido a todos los medios de comunicación, y con tiempo para que lo hubieran 'colgado' en sus ediciones digitales. Como se hace siempre, el gabinete de prensa no trasladó la nota y el auto hasta que fue notificado a las partes.
Aún así, Catalá ha insistido: “Las resoluciones judiciales se comunican a las partes y luego al conjunto de los ciudadanos y por otra parte en mi opinión no es razonable que un juez suba a Twitter sus autos o sus sentencias (...) para eso existe una oficina de comunicación en la Audiencia Nacional, en el Tribunal Supremo y en los tribunales superiores de justicia y no es una labor individual de cada juez comunicar con la sociedad, eso lo hace la institución”, ha apostillado.
Las limitaciones a la libertad de expresión de los jueces, sea cual fuere el medio de difusión, están recogidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial en tres artículos y son: la revelación de secretos sobre causas en fase de instrucción, las faltas de respeto aa compañeros de la carrera judicial y las felicitaciones o censuras a los poderes públicos, aunque en este supuesto sólo se aplica cuando esas expresiones se refieren igualmente a casos en que participan magistrados.
La cuenta de Twitter del juez Pedraz fue conocida por la mayoría cuando contestó unas críticas del secretario de Libertades y Justicia del Partido Popular, Iñaki Oyarzabal, por no haber prohibido un acto de expresos de ETA. Fue la Noche de Reyes de 2014 y tampoco entonces el juez pudo ser sancionado por el contenido de sus 'tuits'. Además, el magistrado viene publicando algunas de resoluciones en su cuenta de Twitter, que tiene más de 20.000 seguidores.