Pablo Iglesias tratará de atraer a los partidos independentistas catalanes a una mayoría parlamentaria que permita aprobar los Presupuestos de 2019 pactados por el Gobierno y el grupo de Unidos Podemos-En Comú-En Marea. Ya jugó un papel de mediador con ERC y PDeCAT durante la moción de censura, y ahora lo volverá hacer para sacar adelante unas cuentas que garanticen cierta estabilidad a la legislatura.
El sentido del voto de los partidos catalanes es fundamental para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Salvo sorpresa, los noes sumarán un mínimo de 169 votos (PP y Ciudadanos). El Gobierno y su principal aliado parlamentario necesitarán, así, un voto favorable y una abstención, en el mejor de los casos, de los partidos catalanes. ERC tiene nueve diputados y el PDeCAT, ocho.
El secretario general de Podemos se reunirá este mismo jueves con el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano. El viernes acudirá a la cárcel de Lledoners a entrevistarse con el presidente de ERC, Oriol Junqueras. El exvicepresidente de la Generalitat cumple un año de prisión preventiva el próximo 2 de noviembre, pero mantiene la jefatura de la organización política que lidera.
Iglesias ha explicado que la reunión con Junqueras se viene fraguando desde junio, pero que se tuvo que posponer por circunstancias personales. La idea, aseguran desde el entorno del líder de Podemos, era hacerla después de la visita a otro de los presos, Jordi Cuixart, a finales de junio. El nacimiento prematuro de sus hijos obligó a posponer el encuentro.
El planteamiento inicial era abordar el conflicto político abierto en Catalunya y su judicialización, que ha sido muy criticada por Podemos. Pero la actualidad se impone y en la agenda de la reunión habrá otros asuntos, con especial atención a la cuestión presupuestaria. “Hay que hablar de muchas cosas”, reconocía Iglesias en declaraciones a los medios en el Congreso.
“Hablar del apoyo a un documento de presupuestos que es muy bueno para la gente del país implica hablar con mucha gente”, añadía Iglesias. E insistía: “Hablaremos de muchas cosas. La situación de los presos es un problema político, pero hay más. Que los ciudadanos catalanes no lleguen a fin de mes es un problema político, pero estoy convencido de que una fuerza de izquierdas catalana no va a impedir que los ciudadanos en Catalunya puedan ganar 900 de salario mínimo o que bajen los precios de los alquileres. La política no se agota en un tema, aunque ese tema pueda ser muy importante”.
En busca del “gesto” que exige ERC
Las posiciones públicas de los partidos catalanes, de momento, no auguran que vayan a apoyar los Presupuestos del Gobierno y Unidos Podemos. ERC y PDeCAT han exigido la intervención del Ejecutivo en la situación de los presos y en la inminente posición que tendrá que adoptar la Fiscalía del Tribunal Supremo ante la apertura del juicio oral por el proceso independentista.
La intención de los partidos catalanes es que el Gobierno influya en la calificación y petición de penas que haga el Ministerio Público. Algo que el Ejecutivo ha rechazado y que ni siquiera garantizaría el final del proceso ya que el partido de extrema derecha Vox está personado como acusación popular y ya ha anunciado su intención de reclamar la pena máxima.
El anuncio del líder de Podemos ha provocado la reacción de los principales cargos de ERC en el Congreso, Joan Tardà y Gabriel Rufián. Ambos le respondían con un tuit similar que Iglesias no ha querido entrar a valorar pese a la insistencia de los medios.
Pero también ambos han reclamado del Gobierno “un gesto”, sin precisar su alcance. “Estamos dispuestos a negociar los presupuestos pero ellos tienen que hacer un gesto respecto la situación de los presos”, aseguraba Tardà en una entrevista.
Rufián, por su parte, reclamaba a Iglesias “ir a presionar a un despacho de Moncloa para liberar a 9 demócratas de una condenada salvaje, injusta y vengativa”.
Iglesias ha reconocido que los políticos catalanes “no deberían estar en prisión”, pero que no puede “decirle a la Fiscalía qué debe hacer”. Sobre los gestos, zanjaba: “Siempre son posibles”.
Fuentes del grupo confederal reconocen a eldiario.es que en la reunión con Junqueras tratarán de acordar qué se puede hacer, dentro de los márgenes marcados tanto por el Gobierno como por Unidos Podemos, para satisfacer esa petición de “gestos” echa por ERC.
El Gobierno empieza por el PNV y Compromís
Iglesias ha querido dejar claro que no se considera un “delegado” del Gobierno y que las conversaciones que mantenga las hará en nombre de su grupo parlamentario. Pero los grupos catalanes en el Congreso sí creen que el papel del líder de Podemos será el de intentar allanar el camino hacia una mayoría que permita aprobar las cuentas.
El Gobierno, por su parte, confirma que va a arrancar las negociaciones por el PNV y Compromís y que, en el caso de los catalanes, no tienen ni previsto iniciar conversaciones de momento.
Fuentes de Presidencia del Gobierno consultadas por eldiario.es confirman que Iglesias trasladó a Sánchez su voluntad de reunirse con otros dirigentes para recabar el apoyo a los Presupuestos. “Este es un acuerdo firmado entre dos y es libre de hacer lo que quiera”, apuntan desde la Moncloa. “El trasfondo de esto es que lo que hace Iglesias es hablar con el resto de firmantes de la moción, pero esto no quiere decir que el Gobierno se vaya a quedar mirando. El Gobierno va a llevar sus negociaciones. El Gobierno va a negociar absolutamente con todos”, añaden.
El Gobierno abordará la negociación con todas las fuerzas representadas en la Cámara, aunque tiene más esperanza en que respalden las cuentas las que apoyaron la moción de censura, entre las que incluye a Bildu. “A todos se les va a explicar los presupuestos antes de registrarlos en el Congreso o nada más hacerlo”, explican.
Fuentes del Ministerio de Hacienda añaden que el caso de ERC y de PDeCAT “es un caso más especial por el contexto político”. “Es más fácil la negociación con PNV y Compromís, más ortodoxa. En el caso de Catalunya les influye otra cosa. Cuando se empiece a tramitar la situación puede haber cambiado”. “No puedes empezar a negociar ya”, zanjan desde el departamento de María Jesús Montero.