Alberto Garzón emerge como principal referente de IU tras el paso atrás de Cayo Lara
El diputado más joven del Congreso es el mejor situado para pilotar el futuro de Izquierda Unida tras la renuncia de Cayo Lara, coordinador federal de la organización. Alberto Garzón ya ha abierto “un periodo de consultas” para decidir en los próximos días si lanza su candidatura, y es el dirigente de IU que más apoyos concita en un momento en el que IU tiene varios frentes abiertos: la caída en la expectativa de voto frente al ascenso de Podemos, las responsabilidades pendientes de depurar de los excoordinadores madrileños por Caja Madrid, y el proceso de convergencia con otras fuerzas políticas y sociales con vistas a las municipales y autonómicas, cuyo programa se esbozará en el encuentro político del próximo fin de semana con colectivos sociales.
El calendario de primarias de IU –aprobado por 80 votos a favor, 18 en contra y 15 abstenciones– establece que el candidato a la presidencia del Gobierno se vote el 8 de febrero, si bien el reglamento –porcentaje de avales necesarios para presentarse, método de votación, fórmula para el registro de simpatizantes...– lo aprobará la dirección de IU el 13 de diciembre. Mucho antes de entonces, en los próximos días, Garzón, el mejor situado en IU, habrá tomado una decisión: “Quiero hablar con los compañeros de IU, con activistas y movimientos sociales, con los coordinadores regionales y, en función de lo que me digan decidiré”.
Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares, ha votado contra el calendario. “Pensábamos que este domingo se iba a debatir el momento de las primarias, no que hubiera unas fechas listas para ser aprobadas. Nos ha pillado por sorpresa, igual que el anuncio de Cayo [Lara]”, ha explicado uno de sus miembros, Tasio Oliver.
Caso Caja Madrid
El 13 de diciembre, además de aprobar el reglamento de primarias, es la fecha a la que se ha trasladado el ultimátum de la Presidencia federal del 10 de noviembre a la federación de Madrid para que establezca qué dirigentes han de dejar sus cargos orgánicos y públicos por su responsabilidad en las decisiones relativas a Caja Madrid, donde dos de sus representantes, José Antonio Moral Santín, exvicepresidente de la entidad, y Rubén Cruz, consejero, gastaron con sus tarjetas black a efectos fiscales 456.500 euros y 233.700 euros, respectivamente.
De momento, el caso ha traído consigo la baja de militancia de Antero Ruiz, diputado autonómico de IU, quien este domingo estaba presente en el Consejo Político Federal de la organización.
¿A quién apunta el ultimátum de la dirección de IU? A Ángel Pérez, por sus responsabilidades al frente de IU de Madrid y de Fundeste, la fundación de IUCM con actividad escasísima que recibió subvenciones irregulares de la Fundación Caja Madrid por valor de 373.888 euros entre 2009 y 2011; Gregorio Gordo, también excoordinador regional de IU; y Miguel Reneses, excoordinador regional de IU y secretario de Organización. Como número dos de Lara, Reneses, queda en una situación muy débil tras el paso atrás del coordinador federal, a pesar de que el propio Lara le ha arropado en su discurso final de este domingo.
Además de por Caja Madrid, la renovación del cartel electoral también irá teniendo su correlación en los órganos directivos de IU, con el reto de reactivar una formación política que ha pasado en un año de una intención de voto en las encuestas en el entorno del 15% al 4,8% en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), pasando por el 10% logrado en las europeas del 25 de mayo.
Caída en las encuestas
Ante este panorama demoscópico, consecuencia también de la irrupción de Podemos, al que el último CIS concede el 22,5% de intención de voto y que este sábado ha formado sus órganos de dirección, encabezados por su secretario general, Pablo Iglesias, Izquierda Unida ha lanzado un proceso de confluencia y convergencia con otras fuerzas políticas y sociales para conformar un “bloque político y social”.
Para ello, se ha organizado el encuentro político del 22 y 23 de noviembre. Dentro de la organización hay diferentes formas de entender el proceso, cuyo responsable es Garzón. El mismo Lara este domingo ha reivindicado votar “su candidato”, al margen “de los diputados” que pueda obtener, en contra de la posibilidad de que el candidato de IU fuera otro dentro de una candidatura más amplia.
Eso sí, la mayoría de la dirección de IU asume que la fórmula jurídica ha de pasar por la “coalición electoral” y no por la “agrupación de electores”, que es el encaje por el que no se inclina el Guanyem Barcelona de Ada Colau pero que sí prefiere Podemos y que impide, entre otras cosas, tener voto para las diputaciones provinciales.