La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconoció hace 10 días que su hermano, Tomás Díaz Ayuso, había girado en 2020 cuatro facturas a la empresa Priviet Sportive, propiedad de un amigo común de la infancia. Una de ellas, según el relato oficial, estaba directamente relacionada con el contrato firmado con el Gobierno regional para la importación de mascarillas. Las otras tres serían, explicó Ayuso, otros trabajos diferentes. Pero Tomás Díaz Ayuso no recibió cuatro pagos de Priviet Sportive en 2020, sino dos.
Así lo aseguran a elDiario.es fuentes de la dirección nacional del PP, que cifran la cantidad total recibida en algo más de 280.000 euros. Muy similar a la que señaló el todavía presidente del partido, Pablo Casado, en una entrevista en la Cope unas horas antes de que Ayuso emitiera el comunicado en el que reconocía oficialmente la relación de su hermano con una empresa que contrataba con su Gobierno. Casado, quien ese viernes todavía confiaba en sus opciones de ganar el pulso a la presidenta madrileña, sentenció: “¿Cuando morían 700 personas al día puedes contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros?”.
En dicho comunicado la presidenta regional aseguraba que el pago recibido por Tomás Díaz Ayuso no era “una comisión por obtener el contrato de la Administración, sino el cobro de las gestiones realizadas para conseguir el material en China y su traslado a Madrid, que es distinto”. “Es una contraprestación por su trabajo, no una comisión por intermediación”, añadía.
La Fiscalía Anticorrupción, por su parte, ha abierto una investigación por la adjudicación de ese contrato de 1,5 millones de euros en plena pandemia a un amigo de Ayuso La Fiscalía explicó en el decreto por el que abre las diligencias de investigación que los hechos denunciados “pudieran llegar a ser constitutivos de delitos”, si bien por ahora carecen de concreción.
Por ley, el hermano de la presidenta no puede contratar directamente con la administración madrileña. Tras este comunicado arreciaron las denuncias que calificaban de “testaferra” a la empresa del amigo de los Díaz Ayuso. El propio Casado había usado esa misma palabra en la entrevista en la Cope.
Casado, quien apura sus últimos días como presidente del partido después de que todos los barones territoriales se hayan puesto del lado de Ayuso en la guerra por el contrato de su hermano, defendió en dicha comparecencia, como hiciera el día quien fuera su secretario general, Teodoro García Egea, que en el verano de 2021 recibieron en la sede nacional de la calle Génova una denuncia anónima que señalaba al hermano de la presidenta madrileña, el contrato con la empresa de su amigo y los cobros que habría recibido en contrapartida.
El PP abrió un expediente a Ayuso después de que esta acusara a la dirección de Casado de “espiar” a su hermano. La presidenta madrileña dio por buenas sendas filtraciones apenas tres días después de las elecciones en Castilla y León que apuntaban a que cargos del Ayuntamiento de Madrid relacionados con Génova habría intentado contratar a una empresa de detectives privados para hacer indagaciones que pudieran confirmar la información recibida de forma anónima. Pero no pasó de ahí. La contratación no se hizo.