Los partidos del Gobierno de coalición resisten ante la crisis de la pandemia de la COVID-19. Es una de las conclusiones del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de julio, que mantiene a los socialistas en primera posición con un 32,1% de los votos con una ventaja de casi once puntos sobre el PP, que crece ligeramente hasta el 21,2% a costa de la bajada de Vox (11,6%) y Ciudadanos (8,8%), que sigue cayendo respecto a sondeos anteriores. Unidas Podemos recupera la tercera posición con un 12,1% de los sufragios.
El PSOE crece unas décimas con respecto a la encuesta del mes anterior y casi cuatro puntos respecto a las elecciones del 10 de noviembre. De acuerdo al instituto demoscópico que dirige José Félix Tezanos, la crisis del coronavirus no solo no pasa factura al principal partido del Gobierno sino que le refuerza. También la coalición de Pablo Iglesias crece ligeramente -siete décimas respecto al sondeo de junio- y obtendría un resultado similar al de las últimas generales arrebatándole la tercera posición a la extrema derecha.
El partido de Santiago Abascal cae nueve décimas respecto al mes de junio, pero pierde casi cuatro puntos respecto al resultado que obtuvo en las urnas. Por su parte, Inés Arrimadas se mantiene por encima del resultado de Albert Ribera el 10N, cuando se hundió al 6,79% de los votos; pero experimenta una caída respecto a los barómetros anteriores. En mayo, cuando Ciudadanos cambió de estrategia y alcanzó acuerdos con el Gobierno para prorrogar el estado de alarma, el CIS llegó a darle una estimación de voto del 10,5%. La caída de ambas formaciones la rentabiliza el partido de Pablo Casado, que pasa del 20% de los sufragios al 21,2%.
La encuesta del CIS se elaboró entre el 1 y el 9 de julio, es decir, en plena campaña de las elecciones vascas y gallegas y cuando el estado de alarma había concluido y se imponía en el conjunto del territorio español la “nueva normalidad”.
Pedro Sánchez se mantiene como líder nacional mejor valorado con un 4,9 de nota media, seguido de Inés Arrimadas, que obtiene un 4,1. El jefe de la oposición, Pablo Casado, empata con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, con un 3,6. Y el peor valorado es Santiago Abascal con un 2,5.
En el caso de la gestión del coronavirus, el presidente sale incluso mejor parado con un aprobado raspado -algo inusual en los barómetros en los que los políticos suelen suspender-. El CIS pregunta en esta ocasión la valoración de los líderes en función de lo que están “diciendo o haciendo” en relación con la COVID-19. Sánchez obtiene un 5,1 de nota media. De nuevo Arrimadas es la siguiente mejor valorada, aunque baja a un 3,9. Le siguen Iglesias, con un 3,7, y Casado, con un 3,5. El líder de la extrema derecha es de nuevo el peor valorado con un 2,5.
No obstante, el presidente solo le inspira confianza al 32,6% de los encuestados mientras que el 33,2% dice que le da poca confianza y ninguna, al 31,9%. Solo un 12% tiene confianza en Casado, que le da poca confianza al 38,9% y ninguna confianza, al 45,9%.
Respecto a la situación por el coronavirus, el 62,3% de los encuestados considera que habría que tomar medidas más restrictivas. Solamente un tercio de los preguntados (32,7%) apuesta por mantener las medidas que ya hay. La encuesta se elaboró cuando comenzaron los primeros rebrotes en lugares como A Mariña (Lugo), Ordizia (Euskadi) o Lleida.
La situación sanitaria preocupa más a los españoles que la económica, pese a que los indicadores apuntan a una crisis por la pandemia. Así, el 44,7% se muestra más preocupado por la crisis sanitaria, frente al 26,5% que dice estar inquieto por la económica. Un 28,4% dice estar preocupados por ambos por igual.
Una abrumadora mayoría, el 88,9% de los encuestados, apuesta por realizar reformas en la sanidad española tras la crisis del coronavirus. La principal exigencia es un aumento de los recursos para la sanidad, pero también un refuerzo de las plantillas en los centros sanitarios. El 55% de los encuestados que han tenido que acudir a los servicios sanitarios por síntomas de la enfermedad valoran de forma buena, y otro 30% de forma muy buena, la atención que han recibido. Únicamente uno de cada diez entiende que han tenido una atención mala o muy mala.