Podemos y las confluencias quedarían por encima del PSOE en las elecciones, según el barómetro del CIS correspondiente al mes de enero. La encuesta da un 21,9% de los sufragios a los de Iglesias y sus alianzas territoriales mientras que el PSOE se quedaría en el 20,5%. Ese resultado supondría una caída de un punto y medio para el partido de Pedro Sánchez, que el 20D logró un 22,01% de los votos. El PP se mantendría en primera posición con el 28,8% de los votos, un porcentaje muy similar al que obtuvo en los comicios (28,72%).
El trabajo de campo de este barómetro se realizó entre el 2 y el 11 de enero, es decir, cerca de dos semanas después del 20D y antes de que arrancara la actividad la actividad en el Congreso tras la constitución de las Cortes. Por tanto, el sondeo no recoge la opinión de los españoles después de las negociaciones para la Mesa del Congreso y de los enfrentamientos por los cuatro grupos que pedían Podemos y las confluencias. Tampoco se había producido la renuncia de Mariano Rajoy a intentar permanecer en Moncloa ni el paso al frente de Pedro Sánchez. La encuesta se realizó antes de la macrooperación policial contra el PP valenciano.
Podemos y las confluencias sacarían al PSOE poco más de un punto (1,4), según el CIS. En las elecciones, los socialistas quedaron por encima de los de Iglesias y sus alianzas territoriales. Les sacaron prácticamente lo mismo: la suma de Podemos y las confluencias fue el 20,66% de los votos y el resultado de Sánchez se quedó en el 22,01%.
El PSOE es el partido que más caería si las elecciones se hubiesen celebrado a principios de enero, con una bajada de 1,6 puntos. No obstante, el resultado que le otorga este barómetro es similar -tanto en intención de voto como en estimación- al de la encuesta preelectoral que publicó en el arranque de la campaña electoral. En aquella ocasión pronosticó un 20,8% de los votos. Quince días después Sánchez consiguió un 22,1% de los sufragios en las urnas. Ese resultado -el peor de la historia del PSOE- fue tres puntos más bajo que el que había pronosticado el barómetro correspondiente al mes de octubre.
Pedro Sánchez ha calificado de “caduco” este barómetro del CIS en su rueda de prensa en el Congreso tras reunirse con Albert Rivera. Según el líder socialista, la encuesta no es válida por todos los vaivenes en las negociaciones para la formación de Gobierno durante enero. En el CIS preelectoral conocido días antes del 20D, desde el PSOE acusaron al Gobierno de manipular el sondeo.
El CIS sitúa a Ciudadanos ligeramente por encima de Podemos (13,3% frente al 13,2%, aunque los de Iglesias les superan en casi dos puntos en intención de voto directo). El resultado del barómetro es mejor para Podemos que el de las urnas -logró un 12,67% de los sufragios, es decir, ahora obtendría medio punto más- mientras que la formación de Albert Rivera caería (cerca de seis décimas).
Suben Iglesias y Ada Colau
Al medio punto que aumenta Podemos, se suma el crecimiento de En Comú -su alianza en Cataluña- que pasaría del 3,69% de los votos del 20D al 4,5% que le otorga el barómetro. Las otras dos confluencias se mantienen más o menos igual que en las elecciones. Compromís-Podemos conseguiría un 2,5% -el 20D logró un 2,67%- y En Marea (la alianza gallega) obtendría un 1,7% -en las elecciones consiguió un 1,63%-.
La estimación de voto de IU-Unidad Popular es similar a su resultado electoral: el CIS pronostica un 3,7%. ERC mejoraría en cerca de medio punto respecto al 20D -2,8% frente al 2,39% del 20D- mientras que Democracia y Libertad bajaría al 1,7% -en las elecciones logró un 2,25%-. La última parte del trabajo de campo coincidió con el paso atrás de Artur Mas para que Carles Puigdemont fuera investido presidente de la Generalitat.
Un 14,4% de los encuestados se declara indeciso y no sabría a qué formación votar. Ese porcentaje es menor que el de la encuesta preelectoral del mes de diciembre -cuando dudaba un 19,1% de los ciudadanos- y supone una caída de ocho puntos respecto a hace tres meses. En el barómetro de octubre, un 22,2% de los encuestados confesó no saber a quién iba a votar.
Tras las elecciones, ha aumentado en casi dos puntos la preocupación de los españoles por los políticos, los partidos y la política en general respecto a hace tres meses. Así, un 23,4% declara que es un problema del país (un 21,5% lo hizo en octubre) y se sitúa en tercera posición por detrás del paro (77,9%) y la corrupción (39,2%).
El barómetro del CIS también pregunta por la valoración de los principales líderes políticos. Entre los de ámbito estatal Alberto Garzón logra la mejor nota: un 4,68. Por detrás quedan Albert Rivera, que se deja más de un punto respecto a su anterior evaluación y cae a un 3,92; Pablo Iglesias (3,78), Pedro Sánchez (3,75) y Mariano Rajoy (3,08). El candidato socialista también experimenta una caída respecto a la anterior encuesta del CIS.