La crisis soterrada que se ha ido larvando en Ciudadanos a lo largo de estos meses por la deriva derechista impuesta por Albert Rivera le ha estallado en el peor momento. En plenas negociaciones para cerrar acuerdos en comunidades clave y cuando arrecian las críticas por su inamovible decisión de no permitir la investidura de Pedro Sánchez, miembros de la primera línea de la formación han dimitido para mostrar su desacuerdo con la estrategia del líder del partido.
Este lunes la sede de la calle Alcalá amanecía con una fuerte sacudida: la dimisión de Toni Roldán, uno de los diputados y dirigentes más respetados dentro de Ciudadanos. Pocas horas más tarde ha sido Javier Nart quien comunicaba que abandona la dirección del partido -aunque se mantiene como diputado- y ya por la tarde han seguido la senda algunos cargos territoriales del partido.
Roldán, portavoz económico del partido y responsable de Programas de la Ejecutiva, anunció que tiraba la toalla antes de comenzar la reunión de la dirección, primero a Rivera -aunque algunas fuentes del partido sostienen que se lo adelantó este fin de semana-, y luego ya por teléfono al secretario general, José Manuel Villegas, y a la portavoz nacional, Inés Arrimadas.
Pese al impacto que causó a sus compañeros de partido, a pocos les extrañó que Roldán diera ese paso. El joven economista, discípulo de Luis Garicano, nunca ha ocultado internamente sus discrepancias por el viraje de la formación que ha llevado a los de Rivera a aceptar el apoyo de Vox en distintos territorios. La dirección insiste en que no pactan con la extrema derecha, a pesar de los acuerdos en sitios como Palencia, donde han asumido las exigencias de Vox para que su candidato sea alcalde, o en Madrid, donde sumaron sus votos a los del PP para controlar la Mesa de la Asamblea de Madrid y para hacer alcalde a José Luis Martínez-Almeida.
“Ciudadanos ha cambiado”
En su comparecencia en el Congreso, Roldán lamentó toda esta deriva en la que ha llegado a caer el partido capitaneado por Rivera y especialmente, su cerrazón a abrirse a una abstención en la investidura de Sánchez. “No me voy porque yo haya cambiado, sino porque Ciudadanos ha cambiado. Este no es el contrato que yo firmé”, aseguró. A su juicio, “los costes para España de la estrategia de Ciudadanos son demasiado altos”.
Roldán también ha criticado los pactos con Vox a nivel territorial -“No se puede pactar con una formación iliberal, reaccionaria y anti-europea”- y la decisión del partido de sostener al PP en administraciones donde lleva décadas gobernando: “¿Cómo vamos a superar la confrontación de rojos y azules que vinimos a combatir si nos convertimos en azules?”.
Sin embargo, Inés Arrimada dio la vuelta a la tortilla y pidió explicaciones a Roldán de los motivos por los que él había cambiado de criterio, recordándole que apoyó las dos decisiones tomadas “por unanimidad” por toda la Ejecutiva sobre la políticas de pactos postelectorales. La portavoz nacional, eso sí, evitó responder a los ataques de Roldán, de quien dijo tener solo “buenas palabras y buenos recuerdos”.
Arrimadas confirmó que se mantenía ese “criterio” pese a las críticas de Roldán. Poco después, eldiario.es adelantó que Rivera se ha negado a acudir a la Moncloa para volver a hablar con Sánchez de su investidura como ha hecho ya en secreto Pablo Casado, aunque el líder del PP le ha vuelto a dar calabazas.
Nart se va de la dirección pero sigue como eurodiputado
Mientras la portavoz nacional comparecía, la reunión de la Ejecutiva continuaba. Según la versión dada por la dirección nacional, tanto Luis Garicano como Javier Nart, tras conocer la dimisión de Roldán, pidieron someter a votación “la estrategia de pactos de Cs, el 'no' a la investidura y abrir una vía de negociación con Sánchez”.
El resultado de la votación fue 24 votos a favor de mantener la estrategia ya aprobada anteriormente, 4 votos en contra y 3 abstenciones. Los cuatro votos en contra fueron de Luis Garicano, el propio Nart, Francisco Igea -el líder en Castilla y León-, y Fernando Maura -responsable del área de Fomento-.
Tras perder la votación, dimitía de sus cargos en la Ejecutiva Javier Nart, uno de los históricos dirigentes de Ciudadanos, que estuvo junto a Rivera desde 2006 en el lanzamiento de la formación cuando nadie los conocía y fue el candidato al Parlamento Europeo en 2014.
Sin embargo, a diferencia de Roldán, Nart ni deja el escaño en Estrasburgo ni tampoco su militancia en Ciudadanos, como confirmaba el eurodiputado en conversación telefónica con eldiario.es. “Estoy muy triste. No quiero ni debo alimentar más la delicada situación que estamos atravesando”, se justificaba, rechazando contar la tensión que se vivió dentro de la reunión de la Ejecutiva en donde por primera vez desde 2015 alguien planta cara al líder del partido cuyas decisiones nunca son cuestionadas.
Ahora toda la atención está puesta en ver si estos portazos tendrán un 'efecto dominó' en otros cargos del partido críticos con la estrategia que ha impuesto Rivera. El foco está ahora sobre dirigentes como Francisco Igea o el propio Garicano. Arrimadas ya se ha apresurado a recordar que su líder en Europa votó hace meses, como Roldán, a favor de imponer un veto al PSOE.
De momento, ya se han movido algunas fichas a nivel territorial: el candidato de Ciudadanos a la presidencia del Principado y diputado regional, Juan Vázquez, ha renunciado este lunes a su acta como diputado después de que este mañana participase en el Pleno de formación de la Mesa de la Cámara. El exsecretario de Programas y Áreas Sectoriales de la formación en Murcia, Miguel López Bachero, ha pedido la baja del partido.
De Quinto y Bal sustituirán a Roldán en sus cargos
En la misma reunión de la Ejecutiva, el partido se apresuró a aprobar quienes van a sustituir a Roldán en sus cargos: dos de los fichajes estrella del líder, Marcos de Quinto, el exvicepresidente de Coca-Cola, en la Ejecutiva; y el abogado del Estado, Edmundo Bal, que ocupará la portavocía adjunta en el Congreso que aún no había estrenado Roldán.
La preocupación por el portazo de Roldán se reflejaba en las caras del resto de los dirigentes. Además, se produce una semana después de otro terremoto: la ruptura de Rivera con Manuel Valls por apoyar a Ada Colau en Barcelona evitando así que Barcelona tuviera un alcalde “independentista”. El candidato de la plataforma Barcelona pel Canvi, que se queda en minoría ahora en el Ayuntamiento, se paseó por varios medios de comunicación cargando duramente contra Rivera.
La crisis con Valls venía también precedida de una oleada de presiones y de varias advertencias a Rivera. Fundadores del partido, como Francesc de Carreras y Arcadi Espada le han leído estos días la cartilla, al igual que sus aliados liberales europeos o el propio presidente francés Emmanuel Macron, que ha desmentido que le felicitara por sus pactos en Andalucía o los que está cerrando ahora, como afirmó Rivera el otro días en Bruselas en donde compareció tras una semana desaparecido de la escena política.
La dirección del partido trata de capear la crisis mientras repite que no ha pactado con Vox. Mientras, este fin de semana el partido ha lanzado una campaña para denunciar los pactos del PSOE en algunos ayuntamientos con formaciones independentistas. La publicación de este dossier ha sido considerado en privado como “un disparate” por algunos miembros del partido que tildan de “desmesurado” el análisis que se hace de los pactos de Sánchez. No en vano, muchos de los gráficos que ha empleado Ciudadanos estaban manipulados.