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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Clamor en el PSOE por las primarias y contra el Congreso Extraordinario

El PSOE parece que se rompe por las cuatro esquinas. Pero el PSOE es así, tiene tendencia a la fractura en momentos críticos. Lo que sí ha quedado claro este martes en la reunión interna del Grupo Parlamentario Socialista -como pasó en la Ejecutiva Federal del lunes- es que hay un clamor para convocar unas primarias ya, y que nadie quiere un Congreso Extraordinario para ir a más de lo mismo, sin ninguna credibilidad entre la ciudadanía. Con la dirección en situación de interinidad, los socialistas empiezan a hablar sin tapujos: los planes de Rubalcaba no satisfacen a nadie, más allá de Andalucía.

Durante la primera reunión del grupo parlamentario socialista, una decena de diputados pidió la palabra para decir que primero debe haber primarias y no caer en un proceso interno que, aunque se cambie o mejore el sistema de votación, seguirá controlado por las federaciones.

La lista de críticos es amplia. En este sentido se expresaron Magdalena Valerio (Castilla-La Mancha), Pablo Martín (Baleares), Laura Seara (Galicia), Miguel Cortizo (Galicia), Odón Elorza (País Vasco), Delia Blanco (Madrid) o Leire Iglesias (Cáceres), entre otros. Como muestra del malestar, la frase de Cortizo a sus compañeros: “Si fabricásemos lavadoras, nadie nos las compraría. Así no podemos seguir”.

Sólo José Blanco salió en defensa del Congreso Extraordinario y tuvo muy poco apoyo en la reunión. Además, hubo contestación a Andalucía y a sus pretensiones de ejercer su poder para dominar el futuro del partido. La extremeña Leire Iglesias recordó que en porcentaje se ganó en su tierra, y Seara (Galicia) afirmó que los resultados andaluces no eran para tanto. Aviso a navegantes.

La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, no sabía cómo parar el chaparrón de críticas y se limitó a decir que habrá primarias sí o sí, y que eso ya no se puede cambiar, pero mantuvo la posición oficial de que primero se celebrará el Congreso, que lo condiciona todo.

Más arriba, en la cúpula, los movimientos son constantes. Un sector del PSOE busca cómo abortar el Congreso Extraordinario y hay movimientos a muchas bandas, aunque sin decisión cerrada.

Dos de los que quieren ser candidatos a las primarias del PSOE, Eduardo Madina y Pedro Sánchez, seguían apostando este martes porque primero debe ser lo que decida la ciudadanía. Chacón también hizo unas declaraciones en el mismo sentido, y Patxi López optó por anunciar su salida de la dirección del PSE.

En el PSOE no se asume la última decisión de Rubalcaba, el método tradicional que para muchos conduce a un nuevo fracaso. Incluso, aunque suba Susana Díaz, de quien muchos dicen que no estará legitimada a pesar de su poder en el sur.

El PSOE cree mayoritariamente que su nuevo líder lo deben elegir los ciudadanos, y eso va a ser difícil de frenar, aunque se quieran mantener los viejos modelos. La crisis en el socialismo es de dimensiones desconocidas y se instala la convicción de que las tesis de Rubalcaba, esta vez, no serán impuestas al resto.