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Destituidos dos comisarios de Policía por tomar café con un diputado del PSOE

Dos comisarios del Cuerpo Nacional de Policía han sido destituidos por haber mantenido un encuentro en una cafetería próxima al Congreso de los Diputados con el portavoz de la comisión de Interior del PSOE, Antonio Trevín. La destitución les fue comunicada este martes por el director adjunto operativo del Cuerpo, Eugenio Pino, el comisario que el Partido Popular eligió para llevar las riendas de la Policía tras ganar las elecciones en 2011, informaron a eldiario.es fuentes policiales.

Los dos comisarios destituidos desempeñaron relevantes destinos durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Telesforo Rubio fue comisario general de Información -la estructura policial encargada de combatir el terrorismo- tras el 11-M y hasta 2006. Por su parte, Miguel Ángel Santano actuó durante ocho años como máximo responsable de la Policía Científica, la especialidad que ha ocupado gran parte de su carrera.

Con la llegada de Jorge Fernández Díaz al Ministerio del Interior, ambos comisarios, como el resto de aquella cúpula policial, fueron relevados y enviados a destinos sin apenas atribuciones. Hasta el lunes, Rubio era jefe de área de la Subdirección de Recursos Humanos de la Policía, mientras que Santano formaba parte del Consejero Asesor de la Dirección General de la Policía, un puesto sin atribuciones. Según las citadas fuentes, ambos mandos serán destinados a un puesto en Madrid compatible con su rango de comisarios principales, el más alto del Cuerpo.

El único motivo que les trasladó el director adjunto operativo de la Policía para su destitución es el contenido de la información que abrió el periódico La Razón el pasado 12 de junio. En su portada, el rotativo mostraba una foto, en la que apenas se distinguía a Santano, y aseguraba que le acompañaban Rubio, el diputado Trevín y una asesora parlamentaria del PSOE. En otras fotos interiores se distinguía con algo más de claridad al resto de asistentes al encuentro en la cafetería próxima al Congreso.

La información que acompañaba a la fotografía hablaba de más encuentros, no documentados, que se vendrían produciendo desde diciembre de 2014. A este respecto se pronunció el diputado socialista en declaraciones a eldiario.es: “Si conocen esos encuentros es porque, o me sigue La Razón, o lo hacen servicios policiales, y no creo que el periódico tenga esa capacidad”.

Trevín ha acuñado el término “policía política” para referirse a los agentes que han participado en investigaciones no judicializadas sobre políticos de la oposición en la presente legislatura. En las últimas semanas, Trevín se ha interesado por escrito, y en la comisión de Interior, por las desorbitadas dietas que habrían cobrado algunos agentes destinados en la Dirección Adjunta Operativa, la estructura que, como publicó este diario, aloja una unidad secreta destinada a investigar a los adversarios políticos.

Precisamente, el máximo responsable de esas tareas de “inteligencia” de la Policía es el comisario Pino, encargado de comunicar la destitución a Rubio y Santano y estrecho colaborador del Partido Popular cuando estaba en la oposición. Pino fue el jefe de los antidisturbios con José María Aznar y ahora es el número dos de la Policía, solo por debajo de Ignacio Cosidó.

Destituciones “indignantes”

El portavoz de Interior del PSOE admite los contactos con los comisarios, “al igual que con otros mandos del Cuerpo y representantes de organizaciones sindicales”. “Telesforo Rubio y Miguel Ángel Santano son conocidos, con los que tomarse un café es algo de lo más normal del mundo. Como con otros policías, se trata de utilizar su experiencia y conocimientos para las iniciativas que en materia de la Policía desarrolla el PSOE. En ningún país con la más mínima calidad democrática, un encuentro así puede conllevar ceses. Es arbirario, indignante y seguramente ilegal”, añadió Trevín, vinculado a las Fuerzas de Seguridad desde su etapa como delegado del Gobierno en Asturias.

La información de La Razón hablaba de los comisarios como los “policías del 11-M”, aunque solo uno de ellos, Miguel Ángel Santano, tuvo intervención en las primeras horas de la investigación. En aquel entonces, el comisario era el jefe de la Brigada Provincial de Policía Científica de Madrid, que analizó la furgoneta hallada en Alcalá a las pocas horas del atentado. Se trataba de la primera y concluyente pista sobre la autoría yihadista de la masacre, pese a la cual el Gobierno de Aznar estuvo dirigiendo la responsabilidad hacia ETA durante los días posteriores.

“Se desconoce si el propósito de estas reuniones es ofrecer su leal colaboración, que dada su condición de funcionarios debería ser igual para todos los grupos parlamentarios, o bien, el de asesorar sólo a los socialistas para, en el caso de que lleguen a vencer en las urnas, cuenten con la información necesaria a la hora de realizar los nombramientos policiales”, recogía el texto de La Razón.

En las páginas de opinión, el director del rotativo, Francisco Marhuenda, aseguraba que “la Policía tiene que mostrar una neutralidad exquisita en todo momento. No es bueno, como ha sucedido durante los gobiernos socialistas, que se ofrezca una imagen de control inquietante”. Se da la circunstancia de que Marhuenda está imputado desde hace un año por la publicación en su periódico de las fotografías de 22 de jueces catalanes que firmaron un manifiesto soberanista.

Las instantáneas eran del DNI y salieron de la Policía, según ha acreditado la investigación que sigue un juzgado de Madrid. Junto al director del periódico están siendo investigados varios policías. Marhuenda trabajó en Génova con el actual ministro del Interior cuando el periodista ejerció de jefe de gabinete de Mariano Rajoy.