El Partido Popular quiere ocultar zonas de Google Maps y otros mapas online porque “algunos grupos terroristas han reconocido públicamente” el uso de esta tecnología para “la elaboración de de sus ataques”, según una proposición no de ley que llega este jueves a la Comisión de Defensa del Congreso (ver pdf, página 7).
La redacción de la propuesta se esmera en destacar las virtudes de la tecnología para que no parezca una iniciativa que vaya en contra de los nuevos tiempos. “El desarrollo de las nuevas tecnologías ha mejorado en muchos aspectos nuestra calidad de vida”, empieza diciendo el texto, que luego nos explica que, gracias a Internet, tenemos “la posibilidad de renunciar a los viejos callejeros y a planificar viajes o simples desplazamientos haciendo cambios en tiempo real”; y más: “nos sería difícil volver a entender el mundo sin ellos, volviendo al mapa y la brújula”.
Después de esta introducción, llega el grano. “Sin embargo, estas tecnologías, como todas, pueden ser usadas a veces en fines no deseables”. Los mapas en Internet, cartografías realizadas vía satélite y de mucho detalle, proporcionan “informaciones de enclaves sensibles (no solo militares)” que ponen “en riesgo la Seguridad Nacional y la estabilidad internacional”, se dice.
“Algunos grupos terroristas han reconocido públicamente el uso de tales herramientas para la elaboración de sus ataques, mostrando el límite del uso indebido de estas tecnologías”, dice el PP. “Es obvio que el terrorismo no existe por culpa de estas nuevas formas de acceso a lainformación cartográfica, pero sí pueden facilitar la comisión de actos terroristas si no se protege debidamente la difusión de datos sobre instalaciones sensibles”, concluye.
La legislación actual sobre materias clasificadas ya incluye la protección de zonas sensibles y denomina como “material secreto” cualquier fotografía comprometedora de instalaciones militares u oficiales. La clave está en que “la información está localizada” en servidores fuera de España y “no existe legislación internacional o acuerdos referentes a la difusión por parte de empresas privadas de información relevante para la Seguridad Nacional”. El texto registrado en el Congreso no incluye ninguna referencia explícita a Google, pero esta empresa sería la principal afectada, pues su sistema de mapas a está a años luz en número de usuarios de otros como el de Microsoft o Yahoo.
A pesar de eso, la propuesta considera que hay un problema y una solución que buscar: las “dificultades no deben impedir que se adopten medidas” y hace referencia directa a que las zonas “designadas como sensibles” sean “pixeladas o difuminadas” para hacer “imposible extraer información útil de ellas”.
“Es obvio que el terrorismo no existe por culpa de estas nuevas formas de acceso a la información cartográfica, pero sí pueden facilitar la comisión de actos terroristas si no se protege debidamente la difusión de estos datos sobre instalaciones sensibles”, argumenta el Grupo Popular.
Si la iniciativa es aprobada, el Gobierno elaborará un estudio sobre los efectos de los mapas “como fuente de información abierta” en materia de Defensa y de qué zonas hay que solicitar a Google que borre del mapa.