Radio Televisión Española tiene nuevo presidente. José Pablo López dirigirá la corporación pública durante los próximos seis años tras obtener el aval del Congreso. Ha necesitado una segunda vuelta este jueves, cuando podía salir elegido por la mayoría absoluta que conforman el Gobierno y sus socios, con 178 votos a favor. PP y Vox se han ausentado de la votación con la excusa de que no se paró hace un mes la tramitación de la reforma del ente el día de la DANA.
López ha recibido el aval del Congreso en un segundo intento, tras no alcanzar el consenso de los dos tercios de la Cámara que contempla la ley para la primera votación. El Gobierno impulsó de hecho hace poco una reforma de la ley de RTVE para consolidar la rebaja de los requisitos parlamentarios necesarias para la renovación del órgano y facilitar el nombramiento de los consejeros y el presidente en una segunda vuelta con mayoría absoluta.
Con la elección del nuevo presidente, el Gobierno culmina la renovación del Consejo de RTVE y pone fin a una larga crisis que tuvo su último episodio hace meses con la negociación del fichaje de David Broncano, con una bronca que se saldó con sucesivas dimisiones y renuncias del órgano rector del ente público. Aquel entuerto puso fin al mandato de la anterior presidenta, Elena Sánchez, y también de José Pablo López como director de contenidos de la cadena, quien precisamente asume ahora el mando de la Corporación.
López, como director de contenidos, había sido el principal impulsor de la idea de llevar a Broncano a Televisión Española. El contrato se terminó firmando pero lo hizo entre unas tensas negociaciones que acabaron con su salida y la de la presidenta y un periodo de interinidad que se había alargado hasta ahora.
Para tratar de solucionar esta situación y ante el bloqueo del PP de las negociaciones para renovar RTVE, el Gobierno junto a sus socios impulsó la nueva reforma legal para permitir la renovación del órgano de dirección con las mayorías parlamentarias actuales, y permitir que el Ejecutivo y sus socios puedan determinar quiénes componen la mayoría del Consejo.
Esta reforma ampliaba el número de consejeros para que once fueran elegidos por el Congreso y cuatro por el Senado (antes elegían seis y cuatro respectivamente), de modo que varios de los socios del bloque de investidura han podido proponer sus propios nombres para el órgano.
Con los cambios que ha introducido el Gobierno, queda blindada la posibilidad de que el Congreso apruebe a los nuevos consejeros por mayoría absoluta si se produce un bloqueo que impida que quede aprobada por los dos tercios de la Cámara.
Una fórmula, la de la mayoría absoluta, que sin embargo ya se había utilizado en anteriores ocasiones y que con este decreto el Gobierno quiere blindar para evitar situaciones de bloqueo como la que afectaba al ente en estos momentos. En concreto, dos anteriores decretos, uno de 2017 y otro de 2022, introdujeron cambios para que en ciertas situaciones de bloqueo y de forma transitoria el Congreso y el Senado pudieran aprobar la elección de los miembros del Consejo por mayoría absoluta. Con esta nueva modificación, queda fijado de forma permamente este sistema de doble vuelta.