El Congreso exigirá al Tribunal de Cuentas que fiscalice a la Iglesia católica. Así lo han solicitado Unidos Podemos y PSOE tras la negativa de los consejeros del PP en ese órganismo a elaborar un informe sobre cuál es el destino del dinero que recibe la institución a partir del IRPF. Ciudadanos apoyará la iniciativa.
Unidos Podemos y el PSOE consideran que el organismo fiscalizador, que depende de las Cortes, debe analizar las cuentas de la Iglesia puesto que recibe dinero público a través de las personas que marcan la X al elaborar la declaración de la renta para que el dinero destinado a fines sociales se destine a la Iglesia católica.
“Todas las instituciones que reciben financiación pública tienen que ser sometidas a una fiscalización rigurosa para que la ciudadanía conozca a qué se destina hasta el último euro”, ha expresado el diputado de Unidos Podemos Segundo González.
El PSOE recuerda en su escrito que la ley que regula el funcionamiento del Tribunal de Cuentas reconoce “a las Cortes Generales la iniciativa para el ejercicio de la función fiscalizadora”. Así, reclaman que el órgano fiscalizador incluya a la Iglesia en su programa para el año 2017.
Los socialistas quieren, no obstante, que el informe sea anual para saber en qué gasta la Conferencia Episcopal el 0,7% que recibe de la recaudación del IRPF y recuerdan que se trata de 1.240 millones de euros en el periodo 2010-2015.
Ciudadanos apoyará la iniciativa, según ha confirmado Albert Rivera: “Nos parece razonable que se pueda fiscalizar a todas las entidades que reciben dinero a partir de la declaración de la renta”, ha contestado.
Se desconoce el destino del dinero
En la memoria anual de la Conferencia Episcopal, que se configura como una memoria de actividades, solo aparece el destino de los 250 millones que recauda la Iglesia con carácter general. Esto es: no se sabe, a ciencia cierta, cuál es el destino final del dinero obtenido anualmente de la casilla del IRPF, aunque distintas fuentes consultadas por eldiario.es aseguran que “el grueso del dinero” se reparte entre las diócesis para pagar los sueldos de los 19.000 sacerdotes españoles, así como la Seguridad Social del clero, informa Jesús Bastante.
Así, la memoria apunta que “el 80% de esa cantidad, 200 millones de euros, se envía a las diócesis para mantener la actividad de la Iglesia en esos lugares (cantidad que se suma a la que allí aportan directamente los fieles en sus parroquias o comunidades). Las siguientes partidas más relevantes son la Seguridad Social del clero (16 millones), la Aportación a las Cáritas diocesanas (6 millones), los centros de formación de la Iglesia (6 millones), la campaña de financiación de la Iglesia (4,6 milones) y la ayuda a proyectos de rehabilitación y construcción de templos (4,5 millones)”.
Sin embargo, también financia otra actividad propagandística, como la televisión 13 TV.