El conseller de Justicia de la Generalitat, Germà Gordó, asegura que la renuncia presentada ayer tarde por el director de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Xavier Martorell, ha sido “una decisión voluntaria” y que en ningún caso se le pidió desde el Govern.
En un comunicado, el conseller señala que, pese a su confianza en Martorell, ha decidido aceptar su renuncia al cargo y destaca que con ella “el Departamento de Justicia y el Govern pierden un importante activo político y profesional”.
“El conseller de Justicia quiere aclarar, una vez más, que en ningún caso desde el Govern se ha pedido la renuncia al cargo de director general de Servicios Penitenciarios a Xavier Martorell y que esta decisión ha sido voluntaria”.
Xavier Martorell presentó ayer su dimisión irrevocable después de que la semana pasada todos los grupos de la oposición pidieran que renunciara al cargo por sus relaciones con la agencia de detectives Método 3, envuelta en un escándalo de espionaje político.
También en otro comunicado, Martorell ha confirmado hoy que presentó su renuncia ayer tarde a iniciativa propia tras su comparecencia la semana pasada ante la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament de Cataluña.
Los motivos que alega Martorell para presentar su renuncia son “por un lado, personales, y por otro, que no se utilice su nombre con el objetivo de perjudicar la institución que representa y evitar así que se interfiera en la labor del Govern y en el normal funcionamiento de la Dirección General de Servicios Penitenciarios”
Martorell agradece al presidente de la Generalitat y al conseller de Justicia “la oportunidad de trabajar desde la dirección general de Servicios Penitenciarios al servicio del país”
Finaliza su comunicado reconociendo la labor que día a día han realizado los profesionales del ámbito penitenciario catalán durante los meses en que ha estado al frente de esta dirección y que le han permitido desarrollar su labor “con profesionalidad y dedicación”.
La dimisión de Martorell le ha convertido en la primera “víctima” política del escándalo en torno a la agencia de detectives Método 3, investigada judicialmente por el espionaje de numerosas personalidades del ámbito político, económico y social.