El constructor Alfonso García-Pozuelo se ha negado a declarar este jueves en la Audiencia Nacional, en la causa sobre la caja B del PP. El juez José de la Mata le había citado como investigado tras reabrir el proceso por las revelaciones en el caso Gürtel, pero el empresario ha optado por no contestar a las preguntas del fiscal y las acusaciones.
El que fuera dueño de Constructora Hispánica está imputado por las revelaciones que hizo durante el juicio sobre la primera época de la trama Gürtel. Allí alcanzó un pacto con la Fiscalía y admitió que entregó dinero a Francisco Correa “para organismos centrales”, sin más explicaciones. “Una vez me dijo Correa que de esos fondos participaba el señor Luis Bárcenas”, añadió.
El juez le ha recordado que alcanzó este pacto, que se prestó a colaborar junto a otros dos arrepentidos, y ha insistido en si se mantenía en su decisión de no declarar. El constructor ha reiterado su intención de no contestar a ninguna de las preguntas, según fuentes presentes en su declaración. Algunos de los abogados de las acusaciones han consignado las cuestiones que tenían previsto preguntarle al empresario.
García-Pozuelo dirigió durante años Constructora Hispánica, una empresa con fuertes vínculos con el PP. Además de aparecer como autor de presuntos sobornos en Gürtel que ya ha reconocido en sede judicial, figura como donante en 'los papeles de Bárcenas': 150.000 euros entre los años 2000 y 2006. La Guardia Civil eleva esa cifra hasta los 260.000 euros.
El juez le ha recordado que estaba imputado en esta causa por ese motivo, por el apunte que aparece en la contabilidad opaca del PP que llevaba su extesorero. Durante su declaración en Gürtel admitió haber pagado 65.941 euros a Correa a cambio de contratos públicos en Pozuelo de Alarcón.
Tras García-Pozuelo será el turno del cabecilla de Gürtel, Francisco Correa. Su declaración en el juicio de Gürtel ha reabierto esta pieza separada sobre la financiación ilegal del PP, cuya instrucción estaba cerrada por la imposibilidad de vincular los pagos de los empresarios con la adjudicación de grandes contratos de obra pública. El caso había quedado reducido al pago en B de la reforma de Génova 13, la sede del partido.
Correa, que cumple condena por los contratos de Gürtel en Valencia, tendrá ocasión de aclarar y ampliar sus revelaciones. “Reunía a un empresario que nos daba la licitación para ver si la obra podía ser para nosotros, yo se lo pasaba a Luis Bárcenas, que lo gestionaba con el correspondiente ministerio. Si el empresario conseguía la obra, yo pagaba la comisión del 2% o del 3% a Génova”, aseguró durante su declaración en el caso Gürtel.