El abogado Javier Saavedra, que representa a Francisco Correa en el juicio por los contratos de la Generalitat con la red Gürtel para el expositor de Fitur, ha leído hoy parte de la condena por prevaricación contra el exjuez Baltasar Garzón para desautorizar el caso en todas sus ramificaciones.
El Tribunal Superior de la Justicia de la Comunitat Valenciana ha acogido hoy la sexagésimo segunda sesión de este juicio, en el que están procesadas trece personas, entre ellas dos exconselleras de Turismo y los considerados cabecillas de la supuesta trama corrupta.
En su turno para la lectura de conclusiones, Saavedra ha recordado que tanto Correa como Pablo Crespo, considerado “número dos” de la trama, permanecieron cinco días detenidos y su derecho de defensa fue vulnerado al ordenar Garzón que se escuchasen las conversaciones que mantuvieron con sus abogados cuando se encontraban privados de libertad.
“Es la primera vez que un juez mediático ha sido expulsado de la carrera judicial por prevaricación, que es como si un militar usase un tanque para obtener lo que él quiere. Este juez (Garzón) no es que tuviese falta de medios y por eso prorrogase las detenciones, es que estaba de caza, por ocio, y eso no es lícito. El Constitucional dice que no hay excusa para superar los tres días de detención”, ha agregado.
El letrado de Correa ha insistido en que “no sólo el juez instructor conocía las conversaciones que fueron anuladas, sino que también la Policía conocía la estrategia de defensa de Crespo y Correa”, por lo que “sorprende que este caso pueda continuar una vez condenado por prevaricación el juez instructor”.
En referencia al delito de asociación ilícita que reclama Fiscalía y la acusación socialista para los dirigentes y empleados de Orange Market, Saavedra ha considerado que si “el comportamiento de los contables Luis de Miguel y Ramón Blanco Balín no es penalmente reprobable, tampoco lo ha de ser el de Correa”.
Balín era el secretario del consejo de administración, quien elaboraba la contabilidad y presentaba las cuentas anuales, certificaba las juntas y decidía los gastos imputables, ha detallado para añadir: “No se ha demostrado que Correa haya hablado con ningún funcionario ni que tuviese conocimiento del día a día de Orange Market”.
“Una limpiadora dijo que le vio a las nueve de la mañana, pero sería una visión porque a esa hora le debe haber visto su madre y nosotros aquí en el juicio, porque no se suele levantar tan temprano”, ha continuado este letrado.
A continuación ha comparado este proceso con el caso Malaya para señalar que al principal acusado, Juan Antonio Roca, no se le condenó por asociación ilícita “a pesar de que controlaba más de 100 empresas y de que disponía de una estructura jerárquica a su servicio, con agentes de policía local y nacional”.
Sobre la supuesta evasión de capitales por parte de su defendido, Saavedra ha indicado que “nadie transforma el dinero cobrado lícitamente de la Administración en dinero negro. El capital se puede llevar donde uno quiera previo pago a Hacienda”.
Por último, ha hecho alusión al supuesto delito de cohecho para apuntar que “el reloj que lucía (la exconsellera) Milagrosa Martínez en la fotografía exhibida en la sala tenía una esfera azul, cuando el responsable de la joyería más importante de Madrid dijo que los Hublot, al 90 %, tienen la esfera negra”.
“Además, ¿alguien cree que en la vida social se regala a una consejera un reloj con un anagrama? Es esperpéntico”, ha concluido.