Un correo muestra que la Complutense estaba al tanto del registro de una marca por Begoña Gómez: “Así se crean dominios”

Un correo electrónico remitido por una responsable de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) a Begoña Gómez y otras dos personas muestra como la Sección de Patentes y Marcas del centro educativo estaba al tanto del registro por parte de la esposa del presidente del Gobierno de la marca para el software con el que tenía el compromiso de dotar a la cátedra extraordinaria que dirigía. “Os enviamos un enlace sobre cómo registrar un dominio”, dice la funcionaria en ese mensaje a Gómez, al que ha tenido acceso elDiario.es.

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) se ha sumado a la confusión que ya reinaba en el caso que instruye el juez Juan Carlos Peinado contra Begoña Gómez. El pasado miércoles, el diario El Mundo adelantó un escrito del centro universitario al magistrado en el que, entre otras cosas, acusaba a la mujer del presidente de ocultarle el registro del software de la cátedra extraordinaria que dirigía y que puso a nombre de una empresa que Begoña Gómez posee al 100%.

“La UCM no tuvo conocimiento de la posible existencia de tales marcas hasta la publicación por los medios de informaciones referidas a María Begoña Gómez Fernández”, escribió la Universidad Complutense en un informe remitido al juzgado el pasado 1 de julio. El correo electrónico enviado el 22 de septiembre desde la dirección de Gestión de Patentes de la UCM indica lo contrario.

La funcionaria responsable de esta sección explica a Gómez: “A partir del momento de recepción de dicho documento, y dependiendo de quiénes serán los autores de esta página web que se pretende registrar en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual (que no industrial, que fue lo que se indicó por error), os iremos solicitando nuevos documentos que nos deberéis ir haciendo llegar (el trámite es muy farragoso) y la obra a registrar también la necesitaremos en pdf”.

El informe de la Complutense al juzgado insistía en su petición, denegada hasta el momento por el juez, de personarse como acusación particular, presuntamente perjudicada por la actuación de Gómez al frente de la cátedra extraordinaria. En esta segunda petición, incluso, la Universidad adelantaba el posible delito que había cometido la esposa del presidente, apropiación indebida.

Según relata la UCM a lo largo de 20 páginas, la Universidad se enteró del registro de la marca del software a través de noticias de prensa. Entonces emprendió una investigación interna que incluyó dirigirse al Registro de la Propiedad Intelectual y a la Oficina Española de Patentes y Marcas. La respuesta, sin embargo, parecía estar en el propio centro universitario.

El mensaje al que ha accedido este periódico va dirigido a los cinco titulares de otras tantas cuentas de correo de la Complutense, incluida Gómez y el director de Patentes y Marcas del centro universitario. “Hemos consultado con el Reg. Terr. de la Prop. Intelectual vuestra duda sobre el dominio, que era ”org“ se nos ha informado que ellos, en el RTPI se encargan estrictamente del registro de la página web, obra literaria/científica, multimedia, etc.”, escribe la funcionaria que lo envía.

Acusaciones de la Complutense

En el escrito al juzgado, la Universidad Complutense también acusaba a Begoña Gómez de no haberle entregado la información que le requirió para aportar a su investigación interna. El requerimiento se envió el 11 de junio y al día siguiente, la esposa del presidente dio acuse de recibo en otro correo en el que aseguraba que estaba reuniendo la información. El 26 de junio falleció el padre de Gómez y el 2 de julio se reunió la Comisión Mixta de Seguimiento de la Cátedra Extraordinaria que dirigía Gómez.

En esa reunión, la Complutense ocultó a la mujer del presidente que el día anterior había mandado un escrito al juez acusándola de apropiación indebida y de dificultar la investigación. Pero hay más. También rechazó la información que aportó durante la reunión Begoña Gómez porque, según argumentó el vicerrector de Planificación, José María Coello de Portugal, la “prudencia” obligaba a no aceptar la documentación que habían requerido días antes y de la que el día anterior se quejaban al juez que no había sido aportada.

Coello de Portugal añadía que la documentación había que enviarla antes de las reuniones, a lo que Gómez y el co-director de la cátedra extraordinaria, José Manuel Ruano de la Fuente, replicaron asegurando que no siempre se había hecho así. Con una abstención y el apoyo de un tercer miembro salió adelante la decisión de Coello de Portugal de no aceptar la documentación que les presentaba Begoña Gómez.

“Dª Begoña Gómez pone de manifiesto que la expresión formulada por el Presidente implica sostener que la Cátedra Extraordinaria está incumpliendo sus obligaciones, a lo que el Presidente responde que no es lo mismo una reprobación de actividades que una no aprobación de lo que no se conoce, de manera que los miembros del órgano no han podido formarse criterio”, recoge el acta, a la que ha tenido acceso elDiario.es.