“El Gobierno ha hablado de este tema por boca de la vicepresidenta, que ha sido meridianamente clara”. Con estas palabras, la secretaria general del PP ha intentado salir del paso a las numerosas preguntas sobre el futuro de la reforma del aborto. Mª Dolores de Cospedal se ha negado a aclarar si la renuncia del Gobierno a sacar adelante el proyecto de ley impulsado por Alberto Ruiz-Gallardón es definitiva. A ella, según ha confesado, nadie del Ejecutivo le ha dicho nada, pero “el PP hace todo aquello que proponga el Gobierno y apoya cualquier decisión”.
El problema es que la vicepresidenta no fue clara el viernes, como ha sostenido Cospedal, y se limitó a decir que se sigue buscando el consenso. La secretaria general se ha aferrado a esas palabras y no ha querido moverse de ahí con el argumento de que eso es problema del Ejecutivo. Tampoco ha querido admitir que Ruiz-Gallardón se haya autodesacreditado al prometer varias fechas. La última, el fin del verano.
Sobre las consecuencias que puede tener esta marcha atrás en la carrera del ministro de Justicia, Cospedal ha respondido de forma confusa. “Es el presidente el que propone los nombramientos y el que propone su cese o no su cese”, ha acertado a responder cuando se le ha preguntado si el ministro de Justicia ha quedado tan desautorizado que debe dejar su puesto. Cuando se ha dado cuenta de que sus declaraciones apuntaban a que fuera Mariano Rajoy quien sacara a Gallardón de Justicia, ha añadido: “Hay una manera de entrar en el Gobierno pero varias distintas de dejarlo”.
Un día después de que los antiabortistas protestaran por las calles de Madrid contra Rajoy, Cospedal ha tenido mucho cuidado en no criticarlos. A la V Marcha por la vida, celebrada el domingo, acudió el nuevo líder de VOX, Santiago Abascal, que denunció que el PP ha incumplido su promesa electoral de endurecer la ley del aborto. La responsable del PP se ha limitado a decir que el derecho de manifestación “es libre” y que lo respeta, pero ha negado que tenga miedo a que la ultraderecha se haga con el voto más conservador que pierda el PP.
Según sus palabras, en el parón del proyecto, tampoco tienen nada que ver las encuestas que indican que sus propios votantes están satisfechos con la legislación actual: “No hay un tema de cálculo de votos ni nada por el estilo”.
Presunción de inocencia para Aguirre y Castedo
Pese a que las situaciones son distintas, Cospedal ha pedido la presunción de inocencia tanto para Esperanza Aguirre como para Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante e imputada por segunda vez en un caso de corrupción después del caso Brugal. Cospedal ha negado que la declaración ante el juez por huir de los agentes de movilidad que acababan de multarla sea suficiente “como para quedar inhabilitada para nada”, en referencia a las aspiraciones de Aguirre de ser candidata a la alcaldía de Madrid.
Cospedal tampoco ha sido contundente contra Castedo, a la que no se le ha reclamado el acta de diputada ni se le ha cerrado el paso por el momento para repetir candidatura en las próximas municipales. “La imputación no significa inmediatamente condena”, ha precisado la secretaria general del PP después de que Alberto Fabra se limitara a invitar a Castedo a que “reflexionase” sobre su situación sin pedirle que dejara el puesto.