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Cospedal y Sáenz de Santamaría medirán sus fuerzas internas antes de lanzarse a por la sucesión de Rajoy

La batalla por la sucesión de Mariano Rajoy al frente del PP ya ha comenzado. Pero, por el momento, en el partido solo ven a un aspirante claro: el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, al que la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ya le ha dado su apoyo explícito: “A mí me gusta mucho Feijóo”, decía este lunes. El resto de los candidatos, si es que los hay, se vislumbrarán en los próximos días y previsiblemente una vez que se conozcan las reglas del juego: es decir, después de que el próximo lunes la Junta Directiva Nacional del partido decida la fecha del congreso extraordinario y se sepa quiénes son los integrantes del comité organizador del cónclave.

Así lo aseguran dirigentes populares que explican que antes de dar el paso, la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, que mantienen una rivalidad interna que no es secreto para nadie, sondearán internamente cuáles son los apoyos con los que cuentan para sumarse a la carrera. “Van a medir sus fuerzas antes de presentarse”, sostiene uno de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional que no se atreve a aportar nuevos nombres a la batalla de la sucesión. Internamente, han ganado puntos en las últimas horas la presidenta del Congreso, Ana Pastor, o el líder de los populares vascos y exministro, Alfonso Alonso.

Tras la dimisión de Rajoy, la guerra interna parece ya abierta aunque de forma oficiosa, porque oficialmente los mensajes son de unidad. Así lo trataron de transmitir los miembros del PP que intervinieron en el Comité. En la reunión hubo lloros y “mucha emotividad”, según cuentan quienes asistieron a la misma. “El partido vive con mucha pena cómo ha tenido que irse Rajoy. Se ha marchado de una forma muy injusta”, explicaba uno de los miembros de la dirección. “Es cierto que había críticas internas por la gestión de la corrupción, pero Rajoy no ha metido la mano ni ha diseñado entramado corrupto alguno”, añadía.

“En las antípodas de Aznar”

Rajoy “se ha ganado el afecto” de todo el PP. Al igual que explicaron ayer muchos de esos dirigentes en su turno de palabra durante el Comité, en privado destacan del expresidente del Gobierno que “es accesible, cercano y normal”. Está, según dicen, “en las antípodas de Aznar”, al que consideran un hombre “cerrado, siempre como de mala leche”. Por el contrario, Rajoy mantenía un “carácter simpático” y “afable” y siempre ha estado “dispuesto a ayudar” a sus compañeros.

Precisamente durante su discurso ante el Comité Ejecutivo en el que anunció su marcha, el aún líder del PP quiso marcar distancias con Aznar, su mentor, al asegurar: “Desde el primer momento estaré a la orden de quien elijáis. Y a la orden es a la orden y con lealtad”. En esas diferencias respecto al otro expresidente popular enmarcan en las filas del PP el hecho de que Rajoy no haya designado a un sucesor a dedo, como ha ocurrido siempre en el partido conservador.

Aznar le respondía horas después, en un acto en Madrid: “El victimismo cuando se ejercita como política es lo contrario al liderazgo”, decía el expresidente, que además se ofrecía a contribuir para la “reconstrucción” del centro derecha español, sin especificar si esa reformulación se puede hacer o no desde el PP, un partido del que en todo momento habla en pasado.

Como explicaban nada más terminar el Comité fuentes del partido, Rajoy se mantendrá además en un segundo plano durante el proceso de sucesión que comenzará el próximo lunes cuando la junta directiva decida los detalles del congreso extraordinario. Apenas tendrá intervenciones en las decisiones que adopte la Junta Directiva, máximo órgano entre congresos, el lunes, y tampoco en la organización del cónclave en el que se elegirá a su sucesor. Será neutral.

“No somos el PSOE”

Una vez pasado el “shock” inicial de ver a su presidente fuera de la Moncloa y fuera de la dirección del partido apenas una semana después de que él mismo se anotara un triunfo en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso, ya hay miembros del PP que consideran que todo lo sucedido no ha sido tan negativo como se podía pensar para la formación de los populares. “Estábamos bloqueados, noqueados por la presentación de la moción de censura”, apunta un dirigente regional. “Y ahora se abre una oportunidad para regenerar el partido”.

Apuntan, además, que a pesar del ruido interno y de las quinielas que empezarán a moverse en los próximos días a cuenta de la sucesión de Rajoy, no creen que el PP vaya a “abrirse en canal”, porque “no está en la cultura” del partido: “No somos el PSOE”, remachan.