La tesis impuesta por el juez Manuel García Castellón acerca de que la operación Kitchen es una maniobra exclusiva del Ministerio del Interior, ajena el Partido Popular, presenta una fuga en la pieza 36 del caso Villarejo, apéndice de la investigación que se ha abierto paso en los últimos meses pese a la oposición del magistrado. María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP durante el espionaje parapolicial a Luis Bárcenas, declarará el próximo martes como testigo en el marco de esa pieza, que investiga una Kitchen paralela, consistente en atacar al antiguo abogado del tesorero y evitar así que aparecieran nuevas informaciones sobre la financiación irregular del partido.
Esta pieza 36 es un álbum de las capas más profundas del ‘ecosistema Villarejo’. En sus páginas aparecen escurridizos personajes que habían logrado pasar de perfil por la causa y que habitan un mundo de servicios secretos, confidentes y extorsiones. Uno de ellos es Halit Sahijtaj, perteneciente al entorno del jefe de la mafia rusa Zahari Kalashov y viejo conocido de los servicios de Información españoles.
Un juzgado de Marbella registró la casa de Halit el pasado año en el marco de otra causa y allí encontró un grabación en la que tres individuos hablan de un plan para obtener información comprometedora del abogado Javier Gómez de Liaño. Acusaban al letrado defensor de Bárcenas de filtrar a El Mundo la información que estaba desangrando al PP. El objetivo era neutralizar a Gómez de Liaño.
El juzgado de instrucción número 2 de Marbella envió el audio a la Audiencia Nacional. Los tres participantes en la reunión son José Luis Moreno Cela, Mónica Gil Manzano y Juan Ramón Díaz Moro. El abogado Moreno Cela asegura trabajar para “un lobby que está detrás del Partido Popular, que es el que hace fuerza, el que pide favores”. Por su parte, Juan Ramón Díaz Moro representaría a Kalashov y Mónica Gil Manzano les habría presentado y haría las veces de intermediaria.
Moreno Cela propone a Díaz Moro que Kalashov facilite información sobre unos pagos del ‘capo’ georgiano a Gómez de Liaño, que fue su abogado. A cambio, el citado “lobby”, manejado por el PP, aceleraría la puesta en libertad del mafioso. Durante la grabación, José Luis Moreno Cela se explaya: “Quien está manejando el temilla, pues la mano derecha, un abogado del Estado que es amigo de Cospedal, que es el abogado que puso ella para llevar digamos, todo el lobby, toda la historieta, ¿vale?”. Y añade: “Es un lobby por llamarlo de manera elegante”.
Irrumpe Villarejo
Cuando el juez García Castellón recibió las grabaciones de Marbella encargó un informe a los policías del caso. Aquel exótico nombre, Halit Sahitaj, sonaba de algo a los agentes de la Unidad de Asuntos Internos. Efectivamente, el diario incautado a Villarejo recoge una veintena de referencias al ciudadano serbio. El 4 de abril de 2014, el comisario escribió en su bitácora: “Halit Sahitaj. Sujeto interesante. Dice que pagó personalmente mucho dinero en efectivo a Liaño [abogado de Bárcenas]. Sabe nombre testaferro y bancos de Uruguay”. El caso de una segunda maniobra ilegal para torpedear que afloraran los secretos de la caja B del PP empezaba a tomar forma.
Las alusiones a Halit Sahitaj en el diario de Villarejo están rodeadas de otras menciones a personajes recurrentes en el submundo del comisario y en oscuros episodios de la época de la brigada política. Uno de ellos es el abogado Javier Iglesias, recurrente en los episodios más oscuros de la actuación del PP en la década anterior. Junto a la anotación de una reunión entre el policía e Iglesias, Villarejo escribe: “Con José Luis Moreno Cela. Tema Kalasof”. Moreno Cela es el abogado que aparece en la grabación incautada en Marbella proponiendo un trato: libertad para Kalashov a cambio de dinero e “información” sobre Gómez de Liaño.
La pieza 36 era un misterio hasta que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, la instancia superior a García Castellón, le obligó a reabrirla el pasado mes de febrero. Fue entonces cuando trascendió que el juez había abierto y cerrado la pieza en secreto. Según la Sala de lo Penal, García Castellón actuó de forma “prematura”, sin practicar las diligencias necesarias ante los indicios de delito que aparecían. Obligado por la Sala de lo Penal, el juez se ha visto obligado a citar a testigos e imputados.
Entre los que han desfilado por la Audiencia Nacional están las tres personas que aparecen en la grabación. José Luis Moreno Cela es quien dice trabajar para el “lobby” del PP. Ante el juez dijo que él no conoce a nadie del partido, que no recordaba la reunión y que tampoco había tratado con el comisario Villarejo, pese a que éste le incluyó en una denuncia dirigida contra otros abogados, dos fiscales y varios policías en 2015.
En la grabación, sin embargo, Moreno Cela afirma: “Bárcenas está sacando información a El Mundo, lo está haciendo Liaño. El despacho de Liaño ahora mismo está trabajando exclusivamente para él. Sé hasta la pasta que le soltaron, sé cómo se están vendiendo los cuadros de Bárcenas… todo eso implica a Liaño. Si el señor Kalashov dice cómo ha cobrado esto, se le puede levantar [a Gómez de Liaño] un delito fiscal y de blanqueo de capitales. Esto son las cartas boca arriba. Ni más ni menos”.
La reunión fue en el despacho de Mónica Gil Manzano, conocida como “la timadora de los famosos” y condenada a 18 meses de cárcel por estafa. Moreno Cela era su abogado. Ella dice en el audio que la información que reclaman de Kalashov cuesta, por lo menos, 5 millones de euros. Ante el juez García Castellón aseguró no reconocer su voz.
También ha declarado como imputado Halit Sahitaj. “No conozco a ninguna señora Pedal (sic)”, afirmó en videconferencia desde la cárcel al ser preguntado por la ex secretaria general del PP. Y, por último, Juan Ramón Díaz Moro, el enviado de Halit, y por extensión de Kalashov. Contó al juez que él fue a la reunión en busca de un buen abogado para el ‘capo’ georgiano porque así se lo había pedido Halit. Por eso grabó la grabación y se la entregó al serbio, en cuya casa encontró el audio la Policía.
Unos meses más tarde de los contactos para obtener información de Kalashov acerca de Gómez de Liaño, las autoridades españolas decidieron entregar al mafioso a Rusia. Habían pasado ocho años en cárceles españolas tras ser detenido en Dubai y bajo ningún concepto quería que su destino fuera Georgia. Moscú lo puso inmediatamente en libertad.
Hasta aquí, cuatro desconocidos para el caso Villarejo. Pero Asuntos Internos volvía una y otra vez a las agendas. El 4 de abril de 2014, durante esta supuesta Kitchen jurídica, el comisario apuntó un contacto con Francisco Martínez, el número dos del Ministerio del Interior de la época. “Kalas. Liaño”, escribe que habló con él.
Reunión con Interior: “Visita a Kalasof-Tema Liaño”
Este indicio apunta a que la participación de Villarejo en esta Kitchen paralela contra el abogado de Bárcenas era conocida por el secretario de Estado de Seguridad en tiempos de Mariano Rajoy. El 23 de abril, el policía vuelve a apuntar otro contacto con Francisco Martínez, al que llama ‘Chisco’. Y Junto a él: “Visita a Kalasof-Tema Liaño”. Martínez ya se enfrenta a una petición de 15 años de cárcel por utilizar fondos reservados en espiar a Luis Bárcenas desde el Ministerio del Interior.
El 1 de mayo de 2014, Villarejo anotó que se había reunido con Halit y habían hablado de la entonces secretaria general del PP. “Corrupción Cospe. 20 millones por compra aerop[uerto]. C. Real, fondo Luxemburgo. Origen mafia rusa. Liaño, 5,5 millones euros en condado Zut (Suiza)”, añade.
En su declaración ante el juez como perjudicado de esta operación, el abogado Javier Gómez de Liaño negó cualquier pago en negro por parte de su cliente Kalashov. De igual modo rechazó taxativamente tener dinero en Suiza ni conocer el condado del país transalpino del que se habla en las conversaciones.
Del otro lado se explayó en las maniobras que ya había denunciado contra él cuando representaba a Bárcenas. Recordó a García Castellón cómo motoristas con “unos cascos extraños” vigilaban continuamente su despacho. O cómo “miembros del CNI” habían asaltado a su secretaria a la salida del trabajo para intentar que les facilitara documentación del despacho, objeto de una denuncia que presentó en su momento y que fue archivada. De María Dolores de Cospedal aseguró que le consta que “tenía un gran interés en que el caso Gürtel no llegara a buen puerto”.
'El Largo' siempre está ahí
Pero si una declaración devuelve a la esencia misma de las maniobras para abortar la causa judicial de la caja B del PP esa es la de Javier Iglesias. Durante el interrogatorio del fiscal renace uno de los episodios más turbios de aquel 2013: la visita que el abogado hizo en julio a la cárcel para entrevistarase con Bárcenas. Según el ex tesorero del PP, Javier Iglesias le ofreció salvar a su mujer y el cese de Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Justicia y de las fiscales del caso Gürtel a cambio de su silencio sobre la financiación irregular del PP.
En su declaración en esta pieza 36, Javier Iglesias volvió a dar la misma versión que ofreció ante la comisión de investigación del Congreso. Es todo falso, según él. Su actuación, aquel día y siempre, fue en “estrictos términos de defensa” de dos investigados en Gürtel a los que representa. No detalló más porque debe “secreto profesional” a sus clientes. Y a este se acogió una y otra vez para no responder, tampoco cuando se le preguntó por si conoce a Cospedal.
Por el tono de las preguntas, nadie en la sala creyó a Javier Iglesias, al igual que les había ocurrido a los miembros de la comisión del Congreso de los Diputados. Sobre Iglesias, Gómez de Liaño había dicho en su declaración ante el juez: “Cuando le conocí me pareció alguien estrechamente vinculado al Partido Popular”.
Pero si algo sobresaltó durante el interrogatorio a Javier Iglesias fue el momento en el que el fiscal Miguel Serrano le preguntó por un “abogado del Estado en excedencia”, supuestamente aquel que dirigía el ‘lobyy’ del PP que quería información del mafioso Kalashov a cambio de su libertad. Serrano llegó a pronunciar su nombre: Alejandro Lorenzo Auset Domper. El próximo martes, la Fiscalía Anticorrupción tendrá oportunidad de preguntar por Alejandro Auset a su supuesta “amiga” Dolores de Cospedal. Comparece como testigo y tiene obligación de decir la verdad. Antes, el lunes, declarará el comisario Villarejo.
Ya no será el fiscal Serrano quien formule las preguntas. Junto a Ignacio Stampa fueron los fiscales que iniciaron e impulsaron el caso Villarejo. El primero no fue renovado en su puesto en Anticorrupción en octubre de 2020 y ahora Serrano ha solicitado un destino en Tenerife. El cambio se produce tras varios desencuentros con el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, por decisiones en el marco del caso Villarejo.