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El continuo crecimiento de Ciudadanos en el CIS recrudece la 'guerra' abierta con el PP

Los últimos datos del CIS en los que se certifica que el PP sigue en caída libre mientras Ciudadanos continua creciendo, dando incluso el sorpasso a Unidos Podemos, han sido acogidos en el cuartel general del partido de Rivera con indisimulada satisfacción. La portavoz de la Ejecutiva, Inés Arrimadas, los evaluó este lunes afirmando que la encuesta refleja lo que ellos vienen avisando desde hace bastante tiempo: que Ciudadanos “se consolida como alternativa de gobierno”, mientras que el bipartidismo pierde fuelle.

El resultado de este barómetro, que también sitúa a Albert Rivera como el dirigente político mejor valorado entre la ciudadanía, no puede ser más oportuno para el líder de Ciudadanos justo la misma semana en la que se reanuda el trabajo parlamentario en el Congreso.

En estas condiciones, el nuevo periodo de sesiones se presenta mucho más duro de lo que ha sido hasta ahora para el PP y para Mariano Rajoy. Al presidente le queda por delante un año preelectoral en el que la escala de tensión y la batalla abierta por el espacio de centro con los que han sido sus socios se va a recrudecer inevitablemente.

Este martes a primera hora de la mañana comparece en la comisión de investigación sobre financiación ilegal del PP el cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, que lo hará por videoconferencia desde la cárcel. Pero sus recientes revelaciones ante el juez asegurando que hubo financiación ilegal del partido en Valencia y pagos en B han cargado de munición a Ciudadanos y al resto de los grupos contra los populares, por lo que se espera que será una sesión de alta tensión.

El Pleno que se inicia por la tarde también promete ser tenso porque, entre otras cosas, se debate una moción de ERC sobre “la situación política en Cataluña”. La posición de los de Rivera evidentemente no será de alineamiento con los republicanos, pero el debate también les servirá para poder deslizar algunos reproches al Gobierno por sus “torpezas” ante el procès y su debacle el 21D.

Precisamente, el miércoles, Rivera centrará su primera pregunta a Rajoy en la sesión de control al Gobierno en pedirle que aclare si hubo utilización fraudulenta del dinero del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) para el referéndum ilegal del 1-O, como ha señalado el titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez Sunyer.

El líder del PP podría haber elegido la corrupción como arma arrojadiza contra el presidente pero no ha sido así. Será Pablo Iglesias el que nuevamente se lance contra Rajoy por este asunto. “¿Le ha sorprendido a usted que Ricardo Costa, que fue secretario general del PP valenciano, haya afirmado en sede judicial que el PP ”se financiaba con dinero negro“?”, le preguntará el líder de Unidos Podemos.

Girauta y Prendes negociarán la Loreg con Montero y Errejón

El jueves, el PP verá cómo una delegación de Ciudadanos encabezada por Juan Carlos Girauta e Ignacio Prendes, se sienta a negociar con la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero e Iñigo Errejón la reforma de la ley electoral. La pasividad del PP ante uno de los compromisos recogidos en el pacto de investidura, y las diferencias de criterios que mantiene Ciudadanos con conservadores y socialistas en este tema, han empujado a Rivera e Iglesias a intentar acercar posturas para acelerar la reforma de la LOREG que camina a cámara lenta en la subcomisión del Congreso.

Pese a que ambos grupos mantienen notables diferencias en otros asuntos de índole política y económica, no se cierran a buscar la manera de forzar “al bipartidismo” a dejar de bloquear una reforma que consideran fundamental de cara a próximas citas con las urnas.

Otro frente abierto entre Ciudadanos y el PP se visualizara la semana que viene durante el debate de la proposición no de ley del PNV para la derogación de la prisión permanente revisable. Los populares a su vez tienen registrada otra PNL en el Congreso y mociones en ayuntamientos en defensa de la medida penitenciaria Ciudadanos previsiblemente las apoyará no sin críticas a los populares los que acusan de haber utilizado con fines partidistas la detencion del presunto asesino de Diana Quer.

Pero los de Rivera han presentado una enmienda a la totalidad con texto alternativo a la iniciativa de los vascos, que se debatirá antes, en la que piden endurecer las condiciones para acceder al tercer grado y a los permisos penitenciarios en delitos de especial gravedad. Y a pesar de que se abstuvieron en un principio ante la medida, ahora si se oponen a que se derogue la figura que fue introducida en el Código Penal en 2015.

Ese giro de Rivera ha provocado que el PP cargue contra el líder de Ciudadanos. “No nos sorprende de un partido que se caracteriza precisamente por la revisión permanente de sus principios. Ni tienen las ideas claras ni los principios muy firmes, y no tener esas cosas claras, o asentadas, puede tener consecuencias peligrosas para los españoles”, dijo Rajoy este fin de semana en la Convención Nacional que organizó el PP sobre este asunto en Córdoba ante los padres de varias víctimas.

La reacción del presidente al ver cómo Ciudadanos les está 'robando' la iniciativa política ha llevado al Gobierno a anunciar que el Consejo de Ministros aprobará un proyecto de ley para ampliar los delitos que ya conlleven prisión permanente revisable. Entre ellos, intentar ocultar el cadáver de una persona asesinada o no colaborar en su hallazgo; el secuestro que acabe en asesinato, incendios en los que se ponga en peligro la vida de personas o determinados usos de elementos químicos o nucleares.

No es de extrañar que con este panorama y con la situación de Catalunya cada día más empantanada, Rajoy esté intentando retrasar lo más posible la celebración del debate de estado de la nación, en el que Rivera, crecido cada vez más por los sondeos, quiere escenificar su distanciamiento con el presidente del Gobierno.

“El PP es el partido original del centro derecha, el original, pero no somos un grupo de originalidades”, remachan los conservadores en un intento de frenar a los de Rivera.