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El “acoso de la extrema derecha” rebaja las críticas internas en Podemos a la compra del chalé de Iglesias y Montero

La compra de un chalé en Galapagar (Madrid) por parte de Pablo Iglesias e Irene Montero generó la semana pasada críticas internas en Podemos, especialmente desde la dirección andaluza del partido. La agrupación que lidera Teresa Rodríguez arremetió contra la adquisición y se puso de contraejemplo, con la figura del alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, como baluarte. La creciente intensidad de la polémica suscitada durante el fin de semana y, sobre todo, la aparición en escena del partido ultraderechista Vox han aplacado en parte esta crítica, sustituida ahora por la conveniencia de convocar un referéndum entre los inscritos.

“Si les golpean a ellos nos golpean a nosotros”, señalaba el lunes en rueda de prensa el portavoz de Podemos Andalucía, Pablo Pérez Ganfornina. Y añadía: “Todo nuestro apoyo y solidaridad a Pablo e Irene por el acoso y derribo de la derecha mediática, que pone el foco, y por parte de la extrema derecha, que señala su casa. Nos van a encontrar unidos”.

En Andalucía se ha rebajado la crítica sobre la adquisición del chalé en sí. El viernes pasado el secretario de Organización de Teresa Rodríguez, Jesús Rodríguez, llegó a pedir la dimisión de Iglesias. En un post en Facebook, apuntaba: “Si le quieres decir a la gente que tiene que salir a morder a los que gobiernan esta 'recuperación-estafa' hay que decírselo sin comprar las ideas y formas de vida de los que hay que morder. Y si no es así, échate a un lado con sobriedad y apoya los procesos desde otra posición”.

El lunes, Ganfornina rebajaba la crítica a un error de previsión del impacto de la información. “Sería de una ceguera enorme negar que el impacto no se midió bien”, señalaba. “Lo reconocen Pablo e Irene. No valoraron el impacto en la opinión pública”, abundaba.

El dirigente también ha defendido que el alcalde de Cádiz no hizo “declaraciones contra Iglesias y Montero”, sino que defendió “cómo debe vivir un representante cotidiano” cuando, en una nota de prensa, aseguró que no quería dejar de vivir “en un piso de currante en el barrio gaditano de La Viña”.

La dirección andaluza ha rechazado además que se haya puesto en duda por parte de nadie la continuidad de Iglesias y Montero, pese a las palabras de Jesús Rodríguez el pasado viernes. Por eso, se han mostrado tibios ante la convocatoria de la consulta que arranca este martes y que, hasta el domingo, permitirá a los inscritos pronunciarse sobre el futuro del secretario general y la portavoz parlamentaria. “Como organización nos toca dar una respuesta a la altura de las circunstancias y decidir entre todos hacia dónde vamos”, apuntaba Ganfornina, que añadía que no tenía claro si iba o no a participar en el referéndum.

Otro de los principales referentes de Podemos, Íñigo Errejón, ha cerrado filas con Iglesias y Montero. “Esto ya no tiene que ver ni con la compra de un piso ni con la consulta. Estamos ante una situación intolerable de acoso y violación de la intimidad y la vida privada y eso tiene que tener límites”, aseguraba el lunes Errejón en los pasillos del Congreso tras denunciar que “se han cruzado líneas rojas que no se debían cruzar”.

Errejón sí defiende la consulta convocada entre el cerca de medio millón de inscritos: “Voy a estar donde me necesiten”.

La consulta, nuevo objeto de crítica

Más contundente es la crítica contra el referéndum convocado desde Asturias. Su secretario general, Daniel Ripa, lo consideraba este lunes “un error”.“Es problemático que un tema en el que hay debate público y que está generando, sin duda, desgaste a Podemos se convierta en un asunto sobre el que tenga que hacerse una consulta”, apuntaba. Y añadía: “Que dejemos de hablar de precariedad, de corrupción y de otras cosas para hablar de decisiones de nuestros dirigentes sobre su vida privada no es bueno”.

Ripa también rebajaba la crítica sobre la compra del chalé a una cuestión personal suya: “Mi opinión personal es que no me gusta y estoy dolido”.

Las declaraciones del líder de Podemos en Asturias se produjeron en un acto en el que estaba acompañado del eurodiputado Miguel Urbán, uno de los referentes más destacados de Anticapitalistas y que también lamentó la convocatoria de un referéndum.

En la primera Asamblea Ciudadana de Podemos, en el otoño de 2014, Urbán y Ripa, bajo el liderazgo de Teresa Rodríguez y del hoy secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, integraron el equipo que rivalizó con Iglesias y su grupo: Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre. Una alianza que, según denunciaba el lunes Monedero en Sevilla, parece querer “crecer” a costa de las críticas a Iglesias.

Desde el sector de Anticapitalistas en Madrid también se ha criticado la convocatoria de la consulta. Lo han hecho la portavoz de Podemos en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta, y el dirigente y también diputado Raúl Camargo.

Ruiz-Huerta pide que “retiren” la consulta, que considera una “irresponsabilidad” e implica “cargar sobre la espalda” del partido una decisión personal: “Las consultas están para otras cosas”.