A la duquesa de Alba le salía la declaración de la renta a devolver y tenía un entramado fiscal creado para pagar menos impuestos por sus posesiones, según publica la revista Interviu, que ha tenido acceso a un informe de la Agencia Tributaria remitido al juez que investiga las finanzas de Cayetana de Alba, fallecida en el mes de noviembre. La ingeniería fiscal permitió a la aristócrata que su declaración de patrimonio saliera negativa, pese a que estaba valorado en 44 millones de euros.
Los inspectores de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) han investigado las más de 30 cuentas de la duquesa de Alba, así como su patrimonio y negocios después de que la investigación de la trama liderada por Gao Ping revelara resguardos de operaciones ordenadas por Cayetana de Alba desde una cuenta en Suiza. El trabajo de los funcionarios ha aflorado “irregularidades”, según Interviu.
A pesar de ser una de las principales fortunas españolas, la duquesa de Alba pagaba cifras mínimas de impuestos gracias a un complicado entramado fiscal y a la ocultación de parte de sus cuentas, según relata la revista. Cayetana Fitz-James Stuart y Silva estaba dada de alta como rentista, lo que le permitió excluir la mayoría de posesiones en la declaración de patrimonio al entenderse que eran sus instrumentos de trabajo al dedicarse a los alquileres. También utilizó un mecanismo de préstamos entre sus propias sociedades para que finalmente el patrimonio diera cero a efectos fiscales.
En cuanto a las rentas obtenidas por ser rentista tampoco pagó apenas impuestos ya que presentaba gastos por un valor similar al de los ingresos, unos dos millones de euros anuales. Por ejemplo, en 2008 solo obtuvo 40.000 euros como beneficios, según sus declaraciones ante el fisco. El informe de Hacienda llegó al juez tras la muerte de la duquesa, por lo que la investigación y las presuntas irregularidades quedarán en papel mojado.