Pleno extraordinario en agosto equivale a parón brusco en las vacaciones. “¿Cómo estás? ¿Descansaste?” Le preguntaba a la entrada al hemiciclo una diputada a un compañero de grupo, que se sinceraba: “Habría descansado una semana más, la verdad”. Desde la tribuna un diputado del PSOE recordaba en su turno de palabra que el verano había sido inusualmente corto para los políticos. “Aquí estábamos a finales de julio y aquí estamos en agosto, que luego dicen que no trabajamos”.
Hablaba ante un hemiciclo salpicado este jueves por decenas de abanicos que agitaban el aire cargado de la Cámara Baja, buscando aprovechar hasta el último soplo de fresco que permitían los 27 grados del decreto. “Aquí hace calor, pero es lo que hay”, admitía una parlamentaria de Unidas Podemos en tirantes. Enfrente se sentaban, trajeados y encorbatados, todos los diputados hombres de PP y Vox sin excepción. Una oposición frontal y de etiqueta a la recomendación que detalla el Gobierno en su plan y que en la bancada azul solo se saltó el ministro Escrivá.
Antes de que se produjera el primer gran rifirrafe en el hemiciclo ya se había producido otro de dimensiones transoceánicas. Desde Colombia, Pedro Sánchez evaluó a Alberto Núñez Feijóo como peor líder de la oposición que Pablo Casado. Y la réplica le llegó desde Pontevedra: “El Gobierno no se reúne, no habla, no llama, no quiere pactar”. “Lamento que prefiera pactar con Bildu y con Esquerra Republicana que con el Partido Popular”, se quejó Feijóo.
Se refería el líder de la oposición al llamado decreto de ahorro energético, el terreno elegido por Gobierno y oposición para librar su particular batalla política de inicio de curso. “Este es el Gobierno más ineficiente e insolidario de la historia, el peor Gobierno de Europa”, vino a sintetizar la portavoz popular, Cuca Gamarra, la opinión del PP sobre las medidas desplegadas para ahorrar energía. Antes, la ministra Raquel Sánchez también había ido al cuerpo a cuerpo con el PP: “Existen dos tipos de conservadurismo: el retrógrado y negacionista, que se sienta entre nosotros, y la derecha moderna europea, que allí donde gobierna adopta medidas similares a las nuestras”.
El caso es que después del cruce de acusaciones el Ejecutivo redondeó una tarde plácida desde el punto de vista del resultado gracias también a que los de Feijóo acabaron apoyando los otros dos decretos que presentaba el Gobierno (la reforma de los autónomos y el plan antiincendios). Algo que el propio líder del PP puso en valor desde su veraneo gallego para evitar el encasillamiento de su partido en el mismo 'no a todo' de Casado.
El plan de ahorro energético salió adelante, sin embargo, gracias a la mayoría de la investidura que no obstante no escatimó en reproches por la falta de negociación. “La falta de diálogo y la manera de comunicarlo a las Comunidades Autónomas no es la más apropiada para cuidar a la mayoría plurinacional y progresista”, se quejó la diputada de EH Bildu, Mertxe Aizpurua. “Estamos de acuerdo con el fondo del decreto, pero no con las formas. Falta diálogo con las autonomías”, lamentó el PNV.
La diputada canaria, Ana Oramas, vino a ejemplificar la importancia de dialogar con los gobiernos autonómicos y la necesidad de adaptar las medidas a cada territorio: “Aquí hay ayudas al tren, y en Canarias tenemos guagua [autobús]. Y hay rebajas del IVA, y en Canarias no tenemos IVA”. Obviamente, votó en contra.
Tras conocerse las votaciones el Gobierno se mostró satisfecho con el resultado, aunque una ministra no quiso lanzar las campanas al vuelo respecto al estado de salud de la mayoría parlamentaria de investidura y prefirió ser prudente. “Las cosas se tienen que negociar siempre”, planteó aceptando parte de las críticas de los socios que permitieron sacar adelante el grueso de medidas de la legislatura.
Otra ministra de la parte socialista del Ejecutivo resumió así al finalizar el Pleno su impresión sobre la postura del PP con un decreto energético que defiende toda Europa: “En ese tema y en casi todos la iniciativa la toma Ayuso y ella es la que marca el paso. Feijóo demuestra no tener liderazgo”. Preguntada por las medidas alternativas prometidas hoy por el líder de la oposición desde Galicia, concluyó: “Llega mal y tarde. El Gobierno no puede esperar a que él decida volver de vacaciones”.
Un grupo de diputados de Vox observa a cierta distancia el corrillo de esa ministra con los periodistas en el patio del Congreso. Uno propone salir a tomar algo. “Espera que me quito esto y me pongo algo más fresco”, dice otro sosteniéndose la corbata. La sesión ya se había levantado.