Pedro Sánchez ha reaparecido con la intención de dejar atrás el chasco de los socialistas en las elecciones catalanas y sacar la cabeza con una agenda social con la que pretenden colocarse como alternativa al Gobierno del PP y su socio Ciudadanos y de arrebatar definitivamente el liderazgo de la izquierda a Unidos Podemos. La apuesta estrella es un impuesto a la banca así como una tasa a las transacciones financieras con los que garantizar la sostenibilidad de las pensiones del futuro.
Los de Pablo Iglesias han salido en tromba a reprochar al PSOE que venda como nueva una iniciativa que ya llevaron Podemos y las confluencias en el programa electoral. Los socialistas rechazan haber “copiado” esa propuesta.
Estas son las diferencias y semejanzas de ambas propuestas, que PP y Ciudadanos rechazan, pero que si PSOE y Unidos Podemos cumplen su promesa podrán discutirse en el Congreso.
Pagar pensiones Vs cubrir el rescate bancario
Sánchez ha enmarcado su propuesta de obligar a las entidades financieras a pagar un impuesto en la necesidad de abrir nuevas vías de ingresos para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones. “La banca fue rescatada por todos los españoles; ahora pedimos a la banca que contribuya al rescate del sistema que mejor representa los intereses de todos los españoles: su Sistema de Seguridad Social”, expresa el PSOE.
“No se trata tanto de que se devuelvan las ayudas concedidas como de que un sector crítico realice mayores aportaciones que, de un lado, desincentiven conductas excesivamente arriesgadas y, de otro, permitan socializar recursos que puedan plantear de forma justa los rescates pasados y futuros”, explica Ferraz en un documento difundido tras el anuncio de Sánchez.
La finalidad política del establecimiento de esa tasa es, por tanto, diferente a la de Podemos, aunque la justificación se asemeja. Los de Iglesias pretenden que su “impuesto de solidaridad” sirva para “recuperar de forma progresiva las cantidades que el sector ha recibido directamente en forma de ayudas públicas”, es decir, cubrir el rescate al sector financiero.
Distinto tipo impositivo, pero recaudación similar
Las expectativas de recaudación son similares. El PSOE pretende recaudar entre 800 y 1.000 millones al año a través de “un impuesto paralelo del 8% sobre la base imputable del de sociedades” a los bancos.
Podemos estima que se pueden recaudar en torno a 1.000 y 1.500 millones anuales a través de ese “impuesto de solidaridad” que gravaría con un 10% los beneficios de las entidades financieras, según la propuesta que el grupo confederal llevó al Congreso en forma de proposición no de ley. El cálculo de Podemos es que con las ganancias de cerca de 15.000 millones de los bancos y una tasa del 10% se pueden alcanzar los 1.500 millones anuales de recaudación para las arcas públicas.
Distinta duración, pero vocación de ampliación
La duración de la propuesta también es diferente en ambas propuestas. Las dos formaciones políticas hablan del carácter “extraordinario” de esa medida. Sin embargo, en las expectativas del PSOE está que se prolongue durante un mayor periodo de tiempo.
Así, el cálculo de los socialistas es que ese impuesto debe ser ad hoc en tanto en cuanto siga habiendo déficit de la Seguridad Social. “El déficit actual es por el tipo de desempleo y la contratación precaria, que se puede resolver”, explica el responsable de Economía del PSOE, Manuel Escudero, que considera que la tasa a los bancos sería necesaria para los años 2020, 2021 y 2022; pero que debería prorrogarse después para cubrir a la generación del baby boom. Por tanto, Escudero explica a eldiario.es que podría alargarse desde 2023 hasta 2050.
El planteamiento de Podemos es mucho más reducido y se limita a cuatro años: “Este impuesto será extraordinario, se aplicará sobre los beneficios y tendrá un carácter transitorio durante una legislatura”, rezaba el programa electoral.
No obstante, Podemos está abierto a que esa iniciativa que plantearon como “transitoria” pase a tener un carácter permanente, según explica el responsable económico del partido, Nacho Álvarez, que ve positivo que “los bancos contribuyan de forma estable dado que es un sector que no soporta IVA”.
Podemos deja fuera a Bankia
Podemos dejaba fuera de su propuesta a Bankia por su nacionalización. Según explicó Álvarez al ser Bankia un banco público los efectos de pago del rescate a través de un impuesto de solidaridad no tendrían efecto, puesto que entrarían en el erario público, informa EFE.
Por el contrario, el PSOE incluye a Bankia en las entidades que deberían abonar esa tasa: “Como el resto de bancos”, contesta Escudero.
Misma propuesta para gravar los flujos financieros
Frente a esos matices de PSOE y Podemos respecto al impuesto para la banca, Sánchez e Iglesias coinciden en su propuesta de gravar las transacciones financieras. El porcentaje sería de un 0,01% para las “operaciones normales”, según señala Escudero –compra y la venta de acciones y bonos, según especifica Podemos– y de un 0,1% para los productos derivados.
Los socialistas calculan que pueden conseguir una recaudación de entre 800 y 1000 millones anuales (que sumarían en torno a 1.600 o 2.000 millones sumando el impuesto a la banca) a través de esa tasa a la que se comprometieron diez países de la UE, entre ellos España, y que Francia ya ha implantado. El PSOE se inspira precisamente en el modelo francés y pretende que se establezcan “umbrales” para su pago, aunque “aún no está articulado”.
La diferencia con Podemos es que, en su caso, el impuesto para las transacciones financieras afectaría a todas y no dependería de su cuantía. El cálculo recaudatorio de la formación de Iglesias en sus últimos presupuestos alternativos asciende a 550 millones de euros.