El francés lleva ya varios meses en España en libertad provisional colaborando con Hacienda y Anticorrupción para seguir la pista a posibles evasores españoles, en lo que se ha llamado la “lista Falciani”.
Emilio Botín, presidente del Santander, ha sido hasta ahora el nombre de rango más elevado que ha tenido que regularizar su situación por los datos aportados por el informático.