Dimite el concejal Antonio de Guindos tras ser imputado en el 'caso Madrid Arena'
El actual delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Antonio de Guindos, ha dimitido hoy de sus cargos tras ser imputado por la tragedia del Madrid Arena en la que murieron cinco jóvenes. Así lo ha comunicado el Ayuntamiento en una rueda de prensa de su portavoz, el concejal José Enrique Núñez Guijarro.
La dimisión, según Núñez, es “personal e irrevocable”. Ya en diciembre el propio De Guindos anunció en diciembre que dimitiría si perdía la confianza de la alcaldesa o si resultaba imputado como finalmente ha sucedido.
Fuentes del Ayuntamiento han confirmado que la alcaldesa no le había pedido la dimisión porque “la actuación de la policía y el Samur fue correcta. Actuaron bien”, afirman, “no hubo relación directa ni indirecta entre lo que pasó fuera y lo de dentro, y los vídeos lo acreditan”.
El sustituto de Antonio de Guindos al frente de la concejalía de Medio Ambiente se dará a conocer en los próximos días.
El juez instructor del caso Madrid Arena había llamado a declarar como imputados a todos los altos cargos del Ayuntamiento de Madrid con responsabilidad en la seguridad en la noche del siniestro este lunes por la mañana: el inspector jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteaguado; el concejal Antonio de Guindos –exdelegado de Seguridad y actual responsable de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamento–, y la concejal Fátima Núñez, exconcejal de Seguridad y actual edil del distrito de Carabanchel.
La decisión judicial alcanza así a los concejales del PP más cercanos a la alcadesa, Ana Botella.
El 13 de noviembre, el concejal Pedro Calvo pagó con su puesto las noticias sobre su imputación y renunció al puesto de delegado madrileño de Economía, Empleo y Participación Ciudadana. Calvo era el mayor responsable político de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), la empresa municipal que gestiona el pabellón donde se produjeron los hechos.
Después, el 9 de enero, se produjo la salida del vicealcalde de la capital, Miguel Ángel Villanueva, sobre el que se centró la polémica casi inmediatamente después de que el 1 de noviembre asegurase que el aforo no se había sobrepasado, lo que resultó falso. Los organizadores de la fiesta vendieron 16.791 entradas, lo que superó en un 58% el aforo permitido para el evento, que eran 10.600 personas.
Villanueva mantenía una relación de amistad con el empresario que organizó la fiesta en la que murieron cinco jóvenes, relación que él sólo calificó “de conocimiento”.
En una rueda de prensa en la que dio muestras de visible nerviosismo, Ana Botella se negó a comentar la dimisión de Villanueva, que para algunos medios de comunicación fue sólo una destitución camuflada.
El 21 de noviembre, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, había destituido al consejero delegado y al gerente de Madridec, José Ángel Rivero y Jorge Rodrigo. Hace dos semanas fueron cesados otros cuatro responsables de esta empresa municipal.
Atrás queda la Comisión de Investigación en la que, durante tres días de noviembre y diciembre, comparecieron una docena de altos cargos municipales, entre los que el PP no consideró conveniente incluir a la alcaldesa, y el médico responsable del dispositivo sanitario de la fiesta, el doctor Simón Viñals. En la comisión salieron adelante, como era previsible, las conclusiones presentadas por el PP, aunque también se aceptaron algunas propuestas de la oposición, entre ellas que la policía esté presente de oficio en los recintos donde se celebren espectáculos con más de 5.000 asistentes y que el Samur esté en los que tengan lugar en espacios de titularidad pública.
Como había defendido el PP desde la primera sesión, se aprobó que fueron las “ansias de dinero” de Miguel Ángel Flores las que causaron la tragedia del 1 de noviembre, mientras que el Madrid Arena es un recinto seguro.