El director de Disenso, la fundación del partido de Santiago Abascal, tiene un sueldo de 89.000 euros anuales, según recoge la declaración de intereses que el ahora eurodiputado de Vox, Jorge Martín Frías, ha presentado ante el Parlamento Europeo, que obliga a los parlamentarios a revelar datos sobre sus actividades profesionales anteriores al acceso al escaño.
El think tank que la formación de extrema derecha creó en el año de 2020 se nutre de fondos públicos. En ese tiempo, el partido de Abascal ha transferido al menos siete millones de euros, según las cuentas depositadas ante el Tribunal de Cuentas.
Las fundaciones son instituciones privadas sin fines lucrativos, tienen beneficios fiscales y por tanto la obligación de presentar balances (las vinculadas a partidos están fiscalizadas por esa institución pública). Las aportaciones que hizo Vox están exentas de impuestos para Disenso, mientras que si fuera una sociedad, y no una fundación, tributaría al 25%.
“La herencia de la civilización occidental”
Disenso se encarga de difundir el ideario de la formación de extrema derecha. Entre los fines que recogen sus estatutos está la “promoción de la defensa de la vida y la familia”, “la reivindicación de la herencia de la civilización occidental” o “la defensa de la libertad, la unidad y la soberanía de España”.
La fundación gasta un millón al año en personal y 1,3 millones en el genérico epígrafe “otros gastos de actividad”, sin desglosar en qué servicios, contratos o empresas. Ahora se sabe que el director ganaba 89.000 euros anuales gracias a la obligación de la Eurocámara de publicar los ingresos previos a hacerse con el escaño.
Los 720 parlamentarios han tenido que presentar esa declaración de intereses privados esta semana, antes de que terminara el pleno en el que se constituyó formalmente tras las elecciones de junio. Ahora los servicios de la Cámara analizarán los datos y podrán pedir información extra a los eurodiputados.
En el caso del agitador Alvise Pérez, ha ocultado el salario que obtenía antes de incorporarse al Parlamento Europeo al declarar que era analista y consultor político, pero limitarse a poner que ese dinero procedente de su actividad profesional era en forma de donación.