El cambio de ideario que dio Ciudadanos en la IV Asamblea General y los vaivenes políticos que está protagonizando Albert Rivera frente al PP, le han empezado a pasar factura. En estos dos últimos meses un nutrido grupo de cargos públicos -en su mayoría concejales- han renegado del partido y se han pasado al grupo de no adscritos. Otros han sido expulsados por diversas causas. Muchos de estos exmilitantes han empezado a organizarse en una plataforma con la vista puesta en las próximas elecciones de 2019, en la creencia de que podrían recoger el voto de los descontentos con Ciudadanos.
Según el recuento que hacen los propios disidentes -que han elaborado incluso un mapa-, el total de ediles que se han pasado al grupo de no adscritos puede superar ya los 80. Una de las comunidades donde se están produciendo más bajas es la Valenciana.
Periódicos regionales como Valencia Plaza afirman que allí el número total de bajas que ha sufrido Ciudadanos por diferentes motivos desde las anteriores elecciones autonómicas y locales puede llegar a los 30 cargos, la mayoría de ellos concejales. La misma publicación cifra en un 9% los municipios en los que Ciudadanos logró representación y ha sufrido la huida de algún concejal hacia el grupo de No Adscritos.
Además, asegura que muchos de estos excargos del partido se están poniendo en contacto para aglutinarse y preparar una convención nacional para el próximo mes de mayo.
Uno de los primeros en abandonar su cargo fue José Enrique Aguar, portavoz en la Diputación valenciana y exalcalde Benetússer. Y se fue acusando a Rivera de haber situado a Ciudadanos en “posiciones de derechas que lo han convertido en una marca blanca del PP”.
Un año antes también había dejado el partido el diputado provincial y edil de Alicante, Fernando Sepulcre (Alicante) tras conocerse una información según la cual intentó que el grupo provincial costeara el pago de la revisión mecánica de su vehículo particular, acusaciones que él atribuyó a “una persecución política y mediática.
La dirección nacional del partido ya expulsó hace dos años a varios de sus concejales valencianos por haber pactado con Compromís. En Torreblanca (Castellón), expulsó a Rosa Ana Villanueva y Carlos Albert Vallbona; en Turís (Valencia), a Ismael Corell; a Purificación Lluch en Font de la Figuera (Valencia) y a Francisco Soler e Ignacio Soler en Santa Pola (Alicante).
Bajas y expulsiones en otras comunidades
Pero las bajas o expulsiones no se han sucedido solo en Valencia, en donde Rivera aún no ha removido a los cargos que pertenecen al sector crítico que lideran Alexis Marí y Carolina Punset.
El que fue cabeza de lista de la formación naranja al Congreso en las elecciones generales por la provincia de Segovia, Javier Rodríguez Recio, anunció en su perfil de Facebook apenas unos días después del cónclave que se daba de baja en el partido para pasar a ser simple “simpatizante” al considerar “que los nuevos valores no recogen lo necesario para mi compromiso de afiliado”.
En Guadalajara Ciudadanos se ha quedado sin representación en la Diputación tras la dimisión de Yolanda Ramírez, que permitió que el PP gobierne actualmente en la institución. Ramírez, que no ha abandonado el acta, aseguró que dio ese paso por la “decepción” que le habían provocado dirigentes del partido. La ex del partido naranja también era concejal en el municipio de El Casar-Mesones, donde han solicitado la baja del partido los otros dos ediles que formaban parte del grupo municipal.
En Talavera de la Reina (Toledo), el partido ha abierto expedientes disciplinarios y suspendido de militancia de forma cautelar a los ediles Jonatan Bermejo y Montaña Palacios por haber entrado a formar parte del gobierno municipal del PP, incumpliendo las directrices de la dirección.
En San Lorenzo de El Escorial (Madrid), la división interna que vive el grupo municipal de Ciudadanos ha desembocado en la marcha del partido de Víctor Rufo. El edil , que se ha quedado como no adscrito, votó en contra de los presupuestos de la alcaldesa que pertenece a Vecinos x San Lorenzo.
Otro foco de conflicto se le ha situado a Rivera en la localidad madrileña de Las Rozas, donde en menos de dos años Ciudadanos ha perdido la mitad de sus ediles. De los seis concejales que logró en las elecciones de 2015 solo le quedan tres. Alberto Hernández, que fue cabeza de lista de la candidatura y Carlos Gómez, que iba de número ocho, han sido los últimos en abandonar “por discrepancias internas” el grupo.
En esta localidad madrileña se han disuelto ya dos juntas directivas y se ha creado una gestora que preside el coordinador de Brunete, Ángel Serrano.
A ese goteo de nombres hay que sumar otro también reciente, el de Carmen Prieto, la diputada por Málaga del Parlamento de Andalucía, a la que el partido acaba de suspender cautelarmente de militancia tras abrirle un expediente disciplinario que podría terminar con su expulsión. La dirección regional cree que “no cumple con los principios éticos” del partido y quiere que devuelva el acta.
Prieto denunció que el líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, la estaba despojando de sus responsabilidades en la Cámara regional simplemente por pertenecer a la plataforma crítica TranCsparencia, muy beligerante con el funcionamiento interno del partido. La dirección lo niega y afirma que obedece a sus “reiteradas ausencias” a las reuniones. También la acusan de estar creando una base de datos con información interna para su uso propio.
En La Rioja, la crisis de Ciudadanos tampoco se ha cerrado. A la expulsión de Enrique Echazarra, exmiembro de la cúpula regional, que está pendiente de dos juicios, hay que añadir la reciente dimisión de la edil de Logroño, Elvira González. La concejala escribió una carta explicando que abandonaba el partido por no compartir el cambio de rumbo ideológico.
Fundadores en la plataforma del exdirigente de UPyD
Rivera, además, está viendo cómo algunos de los fundadores de lo que fue el embrión de Ciutadans-Movimento Ciudadano, han decidido incorporarse a la Plataforma Ahora, una iniciativa impulsada por el exlíder de UPyD, Gorka Maneiro. Entre ellos Félix de Azúa, escritor y miembro de la Real Academia Española; el filósofo Fernando Savater, o Félix Ovejero y José Vicente Rodríguez Mora, todos implicados en lo que fue el inicio de Ciudadanos.
A este espacio político de nuevo cuño que asegura nacer “para defender los principios de igualdad, socialdemocracia y regeneración política”, se han sumado también los escritores Ramón de España y Andrés Trapiello, el investigador Juan Antonio Cordero y el filósofo Mikel Arteta, además de varios ex del partido magenta.
Maneiro, que en la actualidad no ocupa ningún cargo público al no haber logrado sacar representación en las generales, ha afirmado que la plataforma busca dar cobijo “a millones de huérfanos políticos hoy defraudados por unos y por otros”. El exdirigente de UPyD no descarta convertir este foro en un nuevo partido con el que concurrir a las elecciones para disputar el espacio político a Ciudadanos.