Las medidas para hacer frente a la segunda oleada de la pandemia han evidenciado el doble discurso del Partido Popular que, por un lado, ha mostrado muchas reticencias a cerrar la Comunidad de Madrid –aunque finalmente ha aceptado cerrarla durante días, coincidiendo con los próximos puentes–, uno de los principales focos del virus en España, y por otro reivindica las medidas puestas en marcha por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, mucho más restrictivas que las planteadas por el Gobierno progresista en su propuesta para prolongar el estado de alarma hasta mayo.
A primera hora de la mañana, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, confirmaba su pretensión de mantener la región sin un cierre perimetral si el Ejecutivo central no le permite cierres por días, algo que no contempla el decreto de la alarma, que señala que las restricciones que adopten las comunidades autónomas se deberán aprobar, como mínimo, durante siete días.
“¿Me confirma entonces que si Pedro Sánchez le impide cerrar solo el puente, Madrid quedará abierto?”, le ha preguntado el periodista Carlos Herrera a Ayuso, durante una entrevista en la Cadena Cope. “Si no quedan más opciones sí, va a tener que ser así”, ha respondido Ayuso, que ha defendido que cerrar porque los demás cierran es volver a lo que “a tomar medidas porque otros las tomaban”. Unas horas después de estas palabras, Ayuso ha ordenado el cierre de la autonomía solo los días que corresponden al Puente de Todos los Santos (2 de noviembre) y de La Almudena (9 de noviembre), sin esperar a la respuesta del Gobierno.
Ayuso ha recomendado a los madrileños restringir al máximo la movilidad: “Se recomienda, y es lo suyo, que la gente esté lo menos posible en lugares muy frecuentados, que salga lo justo, y que evite realmente lo preocupante que es las reuniones privadas, las fiestas y los entornos universitarios”, ha indicado. “Nosotros no tenemos un solo informe sanitario, uno solo, que nos diga que cerrar perimetralmente mejora”, ha defendido la presidenta de Madrid.
Apenas unos minutos después, el líder de su partido, Pablo Casado, defendía en el Pleno del Congreso las medidas adoptadas por Alemania y Francia, mucho más restrictivas que las planteadas por el Gobierno y que en el caso francés contemplan el confinamiento total de la población. “¡Qué envidia observar a Ángela Merkel y Macron dirigiéndose de forma breve y concisa para decir que lideran la respuesta a la pandemia del coronavirus!”, aseguraba el líder del PP durante el debate sobre la prórroga del estado de alarma en la que su partido ha anunciado que se abstendrá.
Casado: “Gobiernan muy mal”
“La nación no entiende que, una vez más, vuelven a tropezar en la misma piedra de la imprevisión, la incompetencia y los engaños”, añadía Casado en el Pleno. “A lo mejor les gusta mucho gobernar en la excepcionalidad constitucional en la que aprovechan para meter a Pablo Iglesias en el CNI, cesar a generales de la Guardia Civil, o para no tener que concursar en esos contratos públicos en los que, por cierto, a ver si explica las comisiones que se han dado al entorno del PSC para comprar material defectuoso y test falsos”, ha denunciado.
Así, mientras defendía el “liderazgo” de los dirigentes europeos en la segunda oleada, Casado acusaba al mismo tiempo al Gobierno de “querer gobernar a golpe de decreto, sin contrapeso legislativo, sin control judicial” por plantear un estado de alarma para lograr sustento jurídico a las restricciones. “Les gusta gobernar como quieren porque gobiernan muy mal y porque la eficacia se ha visto demostrada en el número de contagios y de fallecidos en esta pandemia”, ha lamentado.
Casado, además, ha reprochado a Sánchez que “ni en época de guerra las Cortes han dejado de reunirse y que son las que tendrían que determinar qué derechos y libertades se limitan por la pandemia porque representan a la soberanía nacional, y no el Consejo Interterritorial ni el ministro de Sanidad”.