Documentos de Corinna pedían dejar al rey Juan Carlos el 30% de un fondo hispano-saudí que patrocinó
Un capítulo más de la historia del rey Juan Carlos I y su examante Corinna Larsen ambientada en paraísos fiscales. La examante del emérito pretendió dejarle el 30% del fondo hispano saudí que el exjefe del Estado había patrocinado y en el que ella había trabajado -con la involucración del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero-, según los documentos revelados por la macroinvestigación de Pandora Papers, una investigación periodística del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que revela a partir de este domingo los secretos financieros de altos mandatarios internacionales, empresarios, artistas o deportistas, y en la que participa elDiarioAR, periódico hermano de elDiario.es en Argentina, y en España, El País y laSexta.
Los documentos publicados esta tarde revelan que Corinna Larsen pidió al despacho Alcogal de Panamá que redactara una carta destinada a Bachmann Trust Company (New Zealand) Limited, el gestor encargado de administrar el fideicomiso Peregrine Trust, para que incluyera a Juan Carlos de Borbón entre los destinatarios de los ingresos obtenidos a través de ese fondo hispano-saudí, junto a sus dos hijos, en caso de que ella falleciera.
“Deseo que los fideicomisarios consideren distribuir a Su Majestad el Rey Juan Carlos I Borbón de Borbón el 30% de todos los ingresos provenientes únicamente del Fondo de Inversiones Hispano Saudí. Tras la liquidación del Fondo de Inversiones Hispano Saudí, Su Majestad el Rey Juan Carlos I Borbón de Borbón ya no debería ser considerado beneficiario del fideicomiso”, expresaba la misiva, que está sin firmar y que se ha difundido en la investigación de Pandora Papers. “Es mi intención que este memorando que expresa mis deseos permanezca en vigor hasta que sea cancelado o modificado por mi propio escrito. En caso de mi muerte, quisiera que tuviera en cuenta los deseos de las personas mencionadas anteriormente. El contenido de este documento no debe ser divulgado a terceros y debe considerarse en todo momento como un asunto privado entre nosotros. Atentamente”, culmina el texto. En una versión posterior, el nombre de Juan Carlos de Borbón no figura y aparece “Mister X” en el listado de beneficiarios.
El fondo de inversiones hispano-saudí cuyos ingresos Corinna pretendía dar, en parte, al entonces jefe del Estado fue una idea auspiciada por el entonces ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, según explican laSexta y El País, para impulsar los negocios entre España y Arabia Saudí que el rey Juan Carlos patrocinó y en el que Corinna Larsen estuvo involucrada. La previsión es que se realizaran inversiones por un valor de 4.125 millones de euros para diversos proyectos, pero en 2010 fue disuelto sin haber logrado sus objetivos. La empresas españolas que participaron, entre ellas Técnicas Reunidas, perdieron los 21 millones de euros que habían invertido.
El abogado de Corinna Larsen, Robin Rathmell, ha emitido un comunicado este domingo en el que asegura que los planes legatarios de su clienta se sustentan en “documentación falsa”. “Rumores que carecen de todo fundamento señalan a Juan Carlos como beneficiario de una estructura financiera relacionada con Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Estos rumores tienen su origen en documentación falsa. Las pruebas que demuestran la falsificación de esos documentos fueron presentadas ante las autoridades suizas en 2019. Este asunto será incorporado como parte de la demanda de acoso de mi cliente planteada en la High Court of Justice contra Juan Carlos”, expresa la nota remitida a la prensa.
Suiza está investigando una supuesta donación de 100 millones de dólares del rey de Arabia Saudí a Juan Carlos I. Este “obsequio”, tal y como lo describen los investigadores suizos, se habría depositado en una cuenta abierta en el banco privado Mirabaud a nombre de la fundación Lucum, cuyo único beneficiario sería el rey emérito. Según publicó el diario Tribuna de Ginebra, Juan Carlos I retiró dinero durante varios años de esa cuenta y, en 2012, regaló los 65 millones de euros que quedaban a su expareja Corinna Larsen a través de otro banco suizo con sede en las Bahamas. También habría cedido otro millón a una ciudadana suiza con la que habría mantenido una relación. Ambas donaciones habrían tenido lugar en pleno escándalo por su viaje de caza en Botsuana con Larsen, cuando el banco le urgió a sacar los fondos de la entidad por una cuestión de “reputación”. Según el abogado de Larsen, dicha donación habría sido “un regalo” del rey Juan Carlos. Esas pesquisas han derivado, además, en una investigación de la Fiscalía en España por presuntos blanqueo de dinero y delito fiscal contra el rey emérito.
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