La guerra total abierta entre el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso por los pagos al hermano de la dirigente madrileña, ha provocado una crisis sin precedentes en el principal partido de la oposición que su máximo jefe está intentando atajar tras recular el viernes ante Ayuso y cerrar el expediente informativo que le abrió solo dos días antes, el jueves.
Pero distintos barones autonómicos como la propia Ayuso, el gallego, Alberto Núñez Feijóo o el presidente de Castilla y León en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, ya se han aliado para echar a Casado y forzar un congreso extraordinario del partido en marzo. El que sigue es el manual de instrucciones que deberán seguir para poder acabar con el líder del PP:
El congreso lo debe convocar la Junta Directiva Nacional, que es el principal órgano entre congresos, por su tamaño e importancia, y añade un buen número de cargos a los del Comité de Dirección. En total, la Junta tiene más de 550 miembros, entre miembros de la dirección, diputados, senadores, dirigentes autonómicos y alcaldes de las principales ciudades, entre otros cargos.
Se trata del arma que han amenazado con detonar en las últimas horas los barones territoriales ante la deriva del enfrentamiento entre Casado y Ayuso. Lo convoca el presidente, pero también puede reunirse de forma extraordinaria por acuerdo del Comité Ejecutivo, o a solicitud de tres quintos de sus vocales.
Este órgano tiene la competencia de convocar un congreso extraordinario con el único objeto de elegir una nueva dirección, tal y como ocurrió en julio de 2018 tras la dimisión de Mariano Rajoy. Para ello es preciso que se especifique en el orden del día que se debatirá sobre dicho congreso y el voto favorable de dos tercios de sus componentes, un número que puede variar según las circunstancias pero que, en cualquier caso, supera ampliamente los 500 miembros.
Este proceso ya ha comenzado. Tras una larga reunión durante todo este lunes, el Comité de Dirección del partido, que agrupa al núcleo duro de Pablo Casado, ha decidido por unanimidad convocar la Junta Directiva Nacional para el próximo lunes. El todavía presidente espera lograr en ese órgano los apoyos suficientes para resistir al frente del partido hasta la celebración del congreso. Quienes empujan para que se marche ya, un número cada vez creciente y con nombres muy relevantes, necesitan que dos tercios de los miembros de la Junta Directiva Nacional voten a favor de convocarlo lo antes posible. Su alternativa: Alberto Núñez Feijóo.
En cuanto al organigrama de ese Comité de Dirección reunido este lunes, sitúa como número dos del partido al secretario general, Teodoro García Egea. Nacido en Cieza (Murcia) en 1985 es la mano derecha de Casado. El presidente del partido confía plenamente en él, incluso ahora que se ha convertido en el objetivo de todos los disparos de fuego amigo que se han desatado en el seno del PP. Egea ha liderado los movimientos orgánicos de la dirección de Casado para hacerse con el control provincial del partido y fue el negociador de la mayoría de los acuerdos de Gobierno tras las municipales y autonómicas de 2019. Fue también él quien planteó en la convención nacional del pasado otoño la estrategia del goteo de triunfos en las elecciones hasta las generales, previstas para el final de 2023, pero el estrecho resultado en Castilla y León ha puesto en duda su tesis.
De García Egea dependen todas las vicesecretarías, que también integran el Comité de Dirección
Ana Beltrán (Secretaría de Organización). Es una de las figuras principales del partido a nivel interno, aunque su proyección pública es menor. Por estructura, es la número tres del PP. Nacida en Zaragoza en 1966, milita en el partido en Navarra desde 2008, que preside desde 2017. Entre 2011 y 2019 fue diputada en el Parlamento Foral. Desde entonces, es diputada en el Congreso.
De Beltrán dependen cargos como el secretario Electoral, Vicente Betorer, o el secretario de Organización, el recientemente famoso Alberto Casero.
Antonio González Terol (Secretaría Territorial). Exalcalde de Boadilla, uno de los municipios más ricos de Madrid y epicentro de algunas de las tramas de corrupción que han asolado al PP de la región en los últimos años, es uno de los incondicionales de Pablo Casado. Nacido en Cartagena (Murcia) en 1978, hoy es diputado nacional y ha liderado la ofensiva de los alcaldes del PP contra la gestión de los fondos europeos que se ha estrellado una y otra vez contra la indiferencia de la Comisión Europea.
Elvira Rodríguez (Secretaría Sectorial). Es una veterana del PP que ya ocupó cargos de responsabilidad en los gobiernos de José María Aznar. Nacida en Madrid en 1949, llegó a ser ministra de Medio Ambiente en 2003. Un breve colofón de unos meses a una carrera que la llevó por la Presidencia de la Asamblea de Madrid en la segunda legislatura de Esperanza Aguirre, en cuyo Ejecutivo fue también consejera de Transportes durante un año y en sustitución de una de sus principales valedoras, María Dolores de Cospedal. Antes, fue presidenta de la extinta CNMV, y secretaria de Estado de Presupuestos.
Ana Pastor (Secretaría Social). Fue una de las últimas incorporaciones a la dirección de Pablo Casado. Nacida en Cubillos (Zamora) en 1957 acumula también una amplia trayectoria que incluye los cargos de ministra de Sanidad o de Fomento, tanto en los gobiernos de José María Aznar como de Mariano Rajoy. En la última legislatura de este fue presidenta del Congreso. Pastor es una de las figura más respetadas dentro del PP y su designación formó también parte del intento de Casado de mostrar una imagen más moderada.
Pablo Montesinos (Secretaría de Comunicación). Fichaje personal de Pablo Casado en 2018, es diputado por Málaga desde las elecciones de un año después. Antes de dar el salto a la política ejerció como periodista en Libertad Digital. Nacido en Almería en 1985, Montesinos es el responsable de toda la política de comunicación del partido, así como de la relación con los periodistas.
Jaime de Olano (Secretaría de Participación). Nacido en A Coruña en 1970, es diputado por Lugo desde 2011. Forma parte de la ejecutiva de Pablo Casado desde 2019. Ha sido uno de los dirigentes del PP más belicosos desde que la semana pasada estallara definitivamente la guerra total con Ayuso
Además de los vicesecretarios, también forman parte de la ejecutiva los diferentes portavoces parlamentarios del PP. Cuca Gamarra (Congreso), fue alcaldesa de Logroño, ciudad en la que nació en 1974, y forma parte del núcleo más cercano a Casado desde que este fuera elegido presidente del partido en julio de 2018.. Fue la encargada de sustituir en el cargo de portavoz a Cayetana Álvarez de Toledo.
Javier Maroto (Senado): Otra figura municipal relevante del PP, fue alcalde de su ciudad natal, Vitoria, desde 2011 hasta 2015. Después fue diputado y, desde 2019, senador por designación autonómica por Castilla y León. Ya fue vicesecretario con Mariano Rajoy, y Casado lo incluyó desde el principio en su Comité de Dirección.
Dolors Monserrat (Parlamento Europeo): Nacida en Barcelona en 1973, ha tenido un amplio recorrido en el PP hasta llegar a ser ministra de Sanidad con Mariano Rajoy durante su segunda legislatura y hasta la moción de censura de 2018. Ese mismo año, tras el verano, fue la primera portavoz parlamentaria de Pablo Casado, pero un año después encabezó la lista del PP a las elecciones europeas.
También tiene silla en esta mesa la presidenta del Comité de Derechos Garantías, Andrea Levy, y la presidenta del Comité Electoral, Belén Hoyo, a quien algunas informaciones daban este martes como dimitida de su cargo. Levy es concejala de Cultura en el Gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid. Antes, fue una de las caras visibles del PP de Catalunya, siendo diputada por Barcelona (donde nació en 1984) en el Parlament desde 2015 a 2019. Ya formó parte del Comité de Dirección de Mariano Rajoy en el mismo periodo.
La figura del portavoz no forma parte de este organigrama desde la primera ejecutiva de Casado. El presidente recurrió a esta figura en el verano de 2020, cuando se aprobó la actual composición del Comité de Dirección. El ascenso de Martínez Almeida (Madrid, 1975) coincidió con el final de la primera oleada de la pandemia, durante la cual la figura del alcalde de Madrid salió reforzada. Casado optó por aparentar un giro moderado tras romper con Cayetana Álvarez de Toledo y parte del ala más dura del PP. Almeida no dio el salto a la primera línea hasta 2019, cuando fue elegido alcalde pese a perder las elecciones contra Manuela Carmena. Antes, tuvo diversos cargos técnicos en los gobiernos de Esperanza Aguirre.