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El Ejército vuelve a entrar en Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro
Más de un millar de efectivos de las Fuerzas Armadas y la Policía brasileña llevaron hoy a cabo una operación en la favela de Rocinha, la mayor de Río de Janeiro, apenas un día después del hallazgo de dos cadáveres, supuestamente de narcotraficantes.
La operación, que buscaba drogas y armas, contó con la participación de unos 550 militares y otros tantos agentes de la Policía Militarizada, que hicieron una inspección en el bosque que rodear Rocinha con la ayuda de detectores de metales y pólvora para encontrar materiales escondidos por los narcotraficantes.
Es la primera vez que las Fuerzas Armadas regresan a Rocinha desde que dejaron la comunidad, el 29 de septiembre, tras permanecer en ella una semana para poner fin a los enfrentamientos entre dos bandas de narcotraficantes rivales por el control de la barriada.
Los tiroteos no han cesado en los últimos días y la violencia mantiene en vilo a los vecinos de la comunidad, donde la policía encontró ayer dos cuerpos arrojados en la calle, supuestamente pertenecientes a narcotraficantes.
Los agentes detuvieron ayer en los suburbios de Río de Janeiro a Adailton Soares, de 30 años y que sería uno de los escoltas del jefe del narcotráfico en la favela, Rogério Avelino, conocido como 'Rogério 157'.
La operación de hoy dejó sin clase a cerca de 2.500 alumnos de cinco escuelas, dos guarderías y un centro de educación especial de Rocinha.
La Rocinha, con una vista privilegiada sobre una de las playas más turísticas de Río, está ubicada en un cerro que divide los lujosos barrios de Sao Conrado y Gavea, y sobre la única avenida que comunica las zonas sur y la oeste de la ciudad, por lo que es estratégica tanto para los narcotraficantes como para el tránsito.
Río de Janeiro vive una inusitada ola de violencia desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016, que ha obligado al Gobierno del presidente Michel Temer a enviar unos 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en la región, con la perspectiva de que permanezcan allí hasta finales de 2018.
En lo que va de año, según asociaciones de la sociedad civil, en todo el estado de Río se han registrado unas 4.000 muertes en actos de violencia, entre ellas el asesinato de 103 policías.
Río de Janeiro afronta una de las mayores crisis económicas de su historia, después de que en junio del año pasado, poco antes de organizar los Olímpicos de 2016, se declarara en estado de “calamidad financiera” (quiebra).
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