Enredadera: El consejero que ofreció obras sin concurso a Ulibarri se queja de que la Policía violó el secreto de sus comunicaciones
El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, asegura en una entrevista publicada hoy en el diario El Norte de Castilla que la UDEF no debería haber transcrito en el sumario de la Trama Enredadera la grabación de una conversación suya con el empresario José Luis Ulibarri porque “no tiene nada que ver con lo que se investiga, que es lo de los semáforos”. “Han vulnerado el derecho de la inviolabilidad de mis comunicaciones»”, afirma el consejero y juez de profesión.
Aunque la Operación Enredadera comenzó rastreando el amaño de contratos públicos de redes semafóricas, los pinchazos telefónicos revelaron que el empresario afincado en León, José Luis Ulibarri, utilizaba sus medios de comunicación para presionar a políticos y conseguir concursos de todo tipo en ayuntamientos y administraciones de media España.
Suárez-Quiñones, que comparecerá este miércoles en una comisión ordinaria de Fomento de las Cortes de Castilla y León para dar explicaciones sobre su presencia en el sumario Enredadera, en el que no está investigado, adelanta hoy su defensa. La entrevista llega tras el revuelo generado al publicar eldiario.es otra conversación transcrita en el sumario, en la que Ulibarri le cuenta a su hija que le ha adelantado información sobre “cuatro obras buenas”.
Suárez-Quiñones dice en la entrevista que con Ulibarri tiene “unas relaciones cordiales” al igual que con otros empresarios pero que no hay “amistad personal ni nada en contra de él”. “Forma parte del panorama empresarial de Castilla y León con el que nos relacionamos todos, como empresario y también como propietario de medios de comunicación. Nosotros y todos. No está en la lista de mis amigos. Y todos estos responsables políticos que hoy se echan las manos a la cabeza también tenían esas relaciones normales y ordinarias”, recuerda el consejero.
Además, intenta restar importancia la conversación adelantada por eldiario.es y descarta que exista “familiaridad” con el cabecilla de Enredadera. “La hija le dice al padre «este hombre no te quiere mucho..., que habló conmigo y el aire se cortaba con un cuchillo». Ahí no parece que haya mucha familiaridad..”, subraya. Al consejero no le gusta que se asocie su nombre a Enredadera “porque ese es el nombre de una operación policial que tenía un objeto de investigación hacia unos sujetos determinados”. En “ese ámbito”, dice, “es donde se graban en bruto” todas las conversaciones de Ulibarri y es donde aparece una conversación “de un minuto y no sé cuántos segundos”.
Suárez Quiñones insiste en la “relación cordial” y en que es su “obligación”, así como con “el resto de empresarios y editores y directores de medios de comunicación, como tienen otros responsables del Gobierno, del Partido Popular y de otros partidos”. Por eso pide “que no se rasgue nadie las vestiduras” ya que “ni hay esa amistad íntima, ni enemistad: hay lo correcto y lo normal en estos casos”.
Sobre el ofrecimiento de que asumiese las obras de la carretera (LE-413), comenta el consejero que “no es una carretera más” sino que “era la más necesitada de arreglo”. “Se licita públicamente, se adjudica a la empresa zamorana Arcebansa y, cuando esta deviene en concurso, nuestro personal intenta que la empresa utilice un mecanismo que es la cesión de contratos. Esto es aplicación estricta y pura de la normativa vigente de la Ley de Contratos, el artículo 214 de la nueva legislación y 226 de la anterior, que prevé la cesión a un tercero cualquiera, pero tiene que tener la autorización del órgano de contratación de la Administración. Arcebansa nos comunica que no encuentra a nadie que le interese la cesión del contrato y el asunto llega a mi mesa sin resolver”, explica.
“Un ejecutivo, sin secretarias”
Según él, “surge la necesidad, para el consejero, de actuar”. Y lo hace: “Como soy yo, ejecutivo, sin secretarias, con el teléfono en la mano, directamente, y buscamos a una empresa a la que pudiera interesarle”. A la pregunta de si la empresa de Ulibarri al estar también en problemas (el Grupo Elodea, nueva denominación de Begar, estaba en concurso de acreedores) habría tenido problemas para asumirla, el consejero responde que lo desconoce y que la cesión “la harían las empesas” -es lo que prevé la ley sin que medie la Administración en la elección-. Su llamada dice, era para “hacer una aproximación”. Según él, que llega a decirle a Ulibarri “yo soy la Administración”, “el consejero es el órgano de contratación, es el que tiene que autorizar esa cesión”. Así, cuando le asunto llegó a su mesa no pudo “permanecer sentado con las manos en los bolsos” y esperar a que se resolviese “volviendo a licitar otra vez y dentro de un año cuando ya era del 2015 la actuación”.
“¡Había que intentarlo!”, asevera. “Esa última gestión la realiza el consejero de forma ejecutiva, como trabajo”, insiste. Sobre el criterio objetivo que le llevó a llamar directamente a Ulibarri fue que era “una empresa de León” y que la carretera era de León“ y que podía estar interesada. ”No le interesó. Sabíamos que era muy difícil, porque la oferta que hizo la adjudicataria fue de un precio muy bajo. Y bueno, se hizo un último intento, ejerciendo una posibilidad que la ley establece“, insiste. La gestión se hizo con esa empresa pero no con otras. ”¿Y por qué no? En las 17 obras de emergencia que hemos hecho estuvieron otras empresas y no esta. ¿Es que habría que excluir a esta empresa, tratarla de forma distinta o peor que a otras?“, justifica.
El consejero reconoce que no se podía tramitar la obra como urgente porque era “muy acuciante pero no de urgencia”. Finalmente se ha resuelto el contrato “con una orden dictada en julio” y se volverá a licitar, es decir, saldrá a concurso y no se adjudicará a dedo.“Me sorprende y me preocupa que algo que haces para bien, se utilice como arma arrojadiza para cuestionar mi honor”, lamenta el consejero. “Yo vine limpio a la política y marcharé tan limpio como vine, y eso no lo va a manchar nadie, porque los hechos son los hechos”, añade.
Sobre su antecesor en la Consejería, el alcalde de León, Antonio Silván, que también aparece en el sumario por haber informado en directo a Ulibarri del proceso de adjudicación de unas obras, Suárez-Quiñones no se pronuncia pero sí define a Silván como “una persona intachable, honesta y trabajadora” y recuerda que no está investigado: “Algo querrá decir eso”, apunta. De los casos de corrupción que se investigan, Perla Negra y Trama Eólica, el consejero dice que “no beneficia a la imagen, no ya de la Junta ni del PP, sino de Castilla y León” pero descarta que haya “corrupción generalizada como hay quien, interesadamente, para arañar votos, pretende hacer creer”. Al igual que defendió el presidente de Castilla y León hace un año, se refiere a “comportamientos personales que puedan ser contrarios a lo correcto”. “Si hay alguna persona que haya hecho algo irregular, que caiga sobre él el peso de la ley”, mantiene. Aun así, señala que no es “ni un partido de la oposición ni un periódico” quien tiene que determinarlo“, sino un juez.
“A mí, como juez, me abochorna la falta de respeto a los derechos fundamentales que se produce en el mundo político actual por los intereses partidistas y las ansias de manchar las instituciones a ver si consiguen así gobernar esa institución. Usted haga crítica política de la actuación y pida explicaciones, pero no saque conclusiones jurídicopenales que no le corresponden”, finaliza.