Esperanza Aguirre cree que el incidente acaecido el pasado jueves en la Gran Vía de Madrid, cuando estacionó su coche en el carril bus, es un episodio que pertenece a su vida privada que “no es extraordinario en la vida de cualquier ciudadano”. “Me parece desproporcionada la cobertura mediática que se la ha dado a este tema”, ha dicho en la rueda de prensa tras el Comité de Dirección del PP madrileño, en contraposición a lo poco que se ha hablado de “Eguiguren o el desafío independentista catalán”.
Aguirre solo ha contestado a la primera pregunta que se le ha planteado sobre este asunto, y ha insistido en que, desde el primer momento, reconoció que había cometido “un error, una infracción. He aparcado donde no debía”. Sin embargo, ha vuelto a cargar contras los agentes de movilidad, de los que ha dicho que actuaron desproporcionadamente contra “una sexagenaria”. Sobre las críticas que algunos miembros de su propio partido han dejado caer sobre ella, ha dicho que no espera “que nadie respalde a quien comete errores en su vida personal como ha sido mi caso”.
Aguirre se ha negado ha contestar a más cuestiones sobre este asunto. Sin embargo, se explayó sobre la corrupción. De Alberto López Viejo, exconsejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, y que hoy declara ante el juez Ruz si cobró 488.00€ de la red Gürtel, ha dicho que “ha sido la gran traición política de mi vida. Desearía que tras cinco años de instrucción, se abriese juicio oral y quienes sean culpables cumplan sus condenas y devuelvan lo que han robado”. “Nuestra justicia necesita más celeridad”, ha afirmado, para añadir finalmente que “no se nos tiene que caer los anillos por pedir disculpas a los ciudadanos por la corrupción ante la ciudadanía”.