Cae Totisa, aparece Sampol

Todo parece indicar que el proyecto de Totisa en el muelle de La Luz ha tropezado con un escollo bastante importante que es el haber sido excluido de la lista de admitidos para optar al proceso de concurrencia competitiva para el otorgamiento de la resolución favorable de compatibilidad a efectos del reconocimiento del régimen retributivo adicional para los sistemas eléctricos de los territorios no peninsulares.

Vaya por delante que este proceso de concurrencia competitivo no es, en absoluto, un proceso para permitir o no permitir la instalación de grupos, es simplemente lo que el texto anterior indica, es decir, que aquellos proyectos que sean elegidos podrán disfrutar, durante su vida útil, de una retribución económica muy por encima de la que obtendría en condiciones normales de venta de energía. Esto es así porque el legislador ha entendido que generar electricidad en los territorios extrapeninsulares, entre ellos Canarias, es excesivamente costoso y, por tanto, debería tener una financiación especial, que es sufragada en un 50% por el sistema eléctrico y en otro 50% con cargo a los presupuestos del Estado. Esta sobreremuneración supone un sobrecosto del sistema eléctrico canario que suele estar de media sobre los 1.000 millones de euros al año y que se sufraga de la manera indicada entre todos los españoles. Si los canarios tuviéramos que pagar este sobrecosto, nuestras facturas se encarecerían entre un 300 y un 400% de lo que pagamos ahora.

Por tanto, sin esta remuneración extra, la central de Totisa deja de tener uno de sus principales acicates financieros que la empresa consideraba y aunque aún existe la posibilidad de que continue con su proyecto, la posibilidad de que esto ocurra ha bajado muchos enteros.

Evidentemente, para todos aquellos que nos opusimos desde el primer momento a este proyecto, hemos recibido con mucha satisfacción esta exclusión y todo lo que ella significa, pero no deja de sorprendernos que el motivo haya sido simplemente no haber depositado el aval adecuado en tiempo y forma, dado que en el listado provisional de admitidos y excluidos ya se indicaba este extremo y se le había dado un plazo razonable para subsanarlo.

Ahora la empresa ha comunicado que reclamará esta decisión por los causes oportunos, pero ya el proyecto ha quedado gravemente tocado.

Con todo lo expresado pareciera que el muelle de Las Palmas queda libre de tener en su seno una central contaminadora, amparándose en una normativa europea que ya ha sido modificada y que al parecer la autoridad portuaria no lo quiere reconocer. Nada más lejos de la realidad dado que en el listado mencionado aparece un nuevo jugador sobre el tablero y que no es otro que la empresa Sampol Ingeniería y Obras S.A. que aparece  incluida en el listado de aceptados al proceso, con dos proyectos denominados “Proyecto GC-Muelle Grande 1 y 2” en Gran Canaria y otros dos en Tenerife denominados “Proyecto TF-Dique del Este 1 y 2”, además de 7 proyectos más en el muelle de Granadilla.

Este nuevo actor exhibe un músculo financiero mucho más potente que el de Totisa dado que tiene aceptado en los admitidos un total de 11 proyectos en Tenerife, dos en Gran Canaria y seis en Fuerteventura, aparte de los presentados y admitidos en Baleares.

Es verdad que desconocemos las características de los proyectos de los 19 grupos de Sampol mencionados, pero dada la idiosincrasia del proceso mucho nos tememos que también serán grupos térmicos con un alto poder contaminador, por lo que habrá que estar muy atentos a la tramitación de estos proyectos, si al final se les concede la retribución adicional.