Nos falta tiempo

Las consecuencias del Cambio Climático Antropogénico ya están aquí. Atrás quedaron los tiempos en que se podía especular con que estas cuestiones eran mentiras. Atrás quedaron los tiempos en que los conspiranoicos podían campar a sus anchas sembrando dudas sobre la veracidad de las aseveraciones científicas. Pero también atrás quedaron los tiempos de los retardadores climáticos, aquellos que con buena fe o con malas artes, no dejan de poner piedras en el camino a lo que es un proceso irremediable de cambio de modelo, si no queremos desaparecer como especie.

Efectivamente, la principal causa del calentamiento global es la emisión de ingentes cantidades de gases de efecto invernadero que la sociedad humana no deja de lanzar a la atmosfera, lo que hace que este efecto invernadero se recrudezca y por tanto aumente la temperatura del planeta. Esta ingente cantidad de gases emitidos proceden de todos los sectores productivos, pero es el de los procesos energéticos el que tiene un calado mayor. Según el Anuario Energético de Canarias del 2022 las emisiones en nuestra comunidad en ese año ascendieron a 12.698.000 toneladas de CO2 equivalentes  de las cuales 6.147.000 toneladas corresponden al transporte y 4.572.000 toneladas a las centrales térmicas. En otras palabras, si hacemos un transporte sostenible y unas centrales renovables, dejaríamos las emisiones del archipiélago en apenas 1.979.000 toneladas, es decir, a tan solo un 15% de las emisiones actuales.

¿Tenemos la tecnología para hacerlo? La tenemos. Una penetración masiva de renovables, apoyada por una distribución adecuada de bombeos reversibles, nos daría las centrales de producción eléctrica libre de emisiones. Apoyándonos en esas centrales renovables, electrificando la mayor parte de los sectores y apoyándonos en una economía energética del hidrógeno verde, con todos sus derivados, tendríamos, también, un transporte cero emisiones.

¿Saldría mucho más caro el nuevo modelo? En absoluto. Pasada la inversión inicial el nuevo modelo saldría mucho más barato, dado que se prescinde de cualquier tipo de combustible, que es donde se va la mayor parte del gasto del sistema actual. Además, nuestra independencia energética se vería potenciada, al no depender de los vaivenes geoestratégicos que se dan a nivel mundial, produciendo estabilidad económica e ingentes beneficios de valor añadido, al tener minisistemas energéticos aislados y renovables, que pueden ser fuente de estudio y referencia a nivel internacional.

¿Tenemos algún estudio serio realizado de cómo podría ser el proceso de implantación? Lo tenemos. Como paso previo para elaborar el PTECAN, el Instituto Tecnológico de Canarias, llevó a cabo un estudio pormenorizado por islas, que se plasmó en ocho documentos denominados: Estrategia de Apoyo al PTECan y que consisten en los siguientes:

- Estrategia para el autoconsumo fotovoltaico en Canarias.

- Estrategia de almacenamiento energético en Canarias.

- Estrategia del vehículo eléctrico en Canarias.

- Estrategia de la generación gestionable de Canarias.

- Estrategia de la geotermia de Canarias.

- Estrategia de las energías renovables marinas de Canarias.

- Estrategia del hidrógeno verde de Canarias.

- Estrategia para la gestión de demanda y redes inteligentes de Canarias.

Este estudio incluye un cronograma hasta el 2040 que debería ser actualizado porque comienza en 2022, pero que es totalmente válido.

¿Qué impide ejecutarlo?  Simplemente la falta de voluntad política. La visión miope que tienen los políticos de no ver más allá de una legislatura y la falta de concienciación de la sociedad del momento crítico en el que nos encontramos y en el que no podemos estar con paños calientes, pensando en cuestiones colaterales que nada tienen que ver con la resolución del problema.

Los tiempos en los que podíamos entablar eternos debates sobre cuestiones como el paisaje, la democratización energética, el decrecimiento y otras, ya han pasado. Posiblemente en el futuro se puedan retomar, pero es que la emergencia vital de nuestra supervivencia como especie es de tal envergadura, que solo podemos tener en nuestro punto de vista, disminuir las emisiones de una manera inmediata y por el método más eficaz que tengamos a nuestro alcance, siempre con la vista puesta en la salvaguarda de la integridad física de las personas.